"Vacía"

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Cap 15)          

Hoy me traen los resultados de los análisis, mi padre tuvo que irse al trabajo, por lo cual me quedé con mi madre en casa descansando.

La puerta de mi habitación se abre, mostrando a mi progenitora recostada en el marco de la puerta.

- Buenos días linda - sonrió con cariño -. Prepararé el desayuno mientras te das una ducha.  

Su voz es tan suave como la recordaba, aún no me acostumbro a verla tan seguido en las mañanas, daría lo que fuera para que sea así siempre. 

 - Está bien mamá - mi voz suena ronca por el recién despertar.

Ella giró sobre sus talones, dirigiéndose hacia las escaleras.

Me levanté de mi cómoda cama, para ir hacia el baño.

 Me tomé mi tiempo lavando mi cuerpo, al salir de la ducha me cubro con una toalla, miro hacia un lado y me topo con mi reflejo, puedo observar las bolcitas moradas debajo de mis ojos, por las ojeras. 

Mis labios se encuentran un poco resecos, mi piel ya no se encuentra tan pálida. No me sorprende ver la oscuridad en mi mirada, el verde esmeralda en mis ojos se encuentra apagado, ya no hay presencia de aquel brillo en mis pupilas. 

Me siento… Vacía…

Una silueta aparece a mi lado, me tranquilizo al reconocer al hombre que me creó.

Creo que se enfureció al ver las marcas en mi piel, al  ver su mirada, la cual expresa algo que no logro descifrar.

¿Tristeza?

- Jamás te sientas mal por tener marcas en tú piel, ellas nos recuerdan lo fuertes que fuimos en el momento en el que por alguna razón aparecieron en nosotros - sus ojos me observaron a través del espejo -. Cada cicatriz tiene una historia y eso es lo que las hace únicas... Estoy muy orgulloso de ti mi niña, has logrado sobrevivir ante todo el daño que te causó ese hombre. Eres una de las personas más fuertes que he conocido, si otra persona hubiese vivido lo que tu, estoy seguro que se hubiera derrumbado y ocultado en el dolor - suspiró y sonrió envolviendome en un abrazo lleno de amor -. Pero tú aún sigues de pie, enfrentando tus miedos y viviendo el  día a día, a pesar de las pesadillas y los recuerdos no te has dado por vencida, con tan sólo 12 años has enfrentado tanto… Quiero que sepas que desde ahora te apoyaré y cuidaré como debí hacerlo hace mucho tiempo, espero que algún día me perdones el haberte descuidado. Cariño, siempre serás mi más grande orgullo, eres el mejor regalo que la vida me pudo haber obsequiado.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla, lo había extrañado tanto, luego de unos largos segundos, se separó para verme.

- Vístete y baja, me he tomado el día libre para que estemos juntos -. Deja un beso en mi coronilla y sale de la habitación.

Me visto con un pantalón de pijama rosa pálido, con palomas dibujadas en todas partes, un suéter rosa y mis pantuflas de conejito, ya que estaré en casa me quiero sentir cómoda.

Bajo las escaleras y me encaminó hacia la cocina,  mi padre me espera ya sentado y me sonrie, mientras que mi madre coloca la mesa y desayunamos tranquilamente.

                          ***

Papá no ha dejado de contar sus chistes malos para subirme el ánimo, mientras que mamá lo motiva y aunque no tenga ánimos para sonreír, les defijo una sonrisa débil, para que no se sientan tan mal por mi.

El timbre de la entrada sonó en toda la casa, mi madre se puso de pie y se fue a abrir la puerta. 

Luego de unos segundos, regresa junto al doctor Williams, él cual me cuido durante mi estadía en el hospital. 

- Buen y maravilloso día para todos - nos dedicó una sonrisa, llena de amabilidad y alegría.

 - Buenos días doctor - le devolví el gesto.

 - Nos sorprende tú visita - mi padre se puso de pie para saludarlo con un abrazo.

Wiliams es ese tipo de personas que transmiten buena vibra y alegría por donde quiera que vaya. 

 - He recibido los resultados de los exámenes de Elisa y quise traerlos personalmente, ya que no traigo buenas noticias. 

Mis padres se miraron entré si, sus miradas transmiten lo preocupados que se encuentran.

 - Es mejor que tomen asiento, lo que les diré no será algo fácil de asimilar.

Nos sentamos nuevamente en el sofá para estar cómodos, el doctor hizo lo mismo frente a nosotros.

 - Bien, no hay una manera fácil de decir esto, pero es necesario que lo sepan para poder tomar una decisión - su mirada se fijó en mí -. Elisa, siento mucho darte está noticia pero… 

Cicatrices Donde viven las historias. Descúbrelo ahora