Capitulo II: La verdad

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Al despertar me encontraba en una habitación de paredes blancas , me sentía muy confundida.

-Al fin despertaste-dijo alguien junto a mí.

-¿Don... donde estoy?-le pregunte confundida, al voltear vi a una chica rubia junto a mí.

-Nos diste un gran susto-me dijo la chica que estaba sentada junto a mí.

-¿Cómo te llamas?-me pregunto.

-Nieves-le dije.

-Ya despertó-dijeron unos chicos que estaban al costado de la habitación y se acercaron a mí.

-¿Estás bien?-dijo un chico.

-¿Dónde estamos?-les pregunte sentándome en el sofá.

-En la escuela de ballet de Londres-me dijo la chica rubia.

-Soy Mell, mucho gusto Nieves-me dijo la chica rubia con una sonrisa.

-Mucho gusto, ¿Cómo llegue aquí?-les pregunte estaba aturdida.

-Te encontramos frente a un espejo, ¿De donde vienes?-me pregunto una chica.

-Vengo de...-les dije pero la chica rubia me interrumpió.

-Debe ser nueva, de seguro te desmayaste, ven vamos ¿Puedes levantarte?-me dijo.

-Sí, eso creo-le dije mientras me levantaba poco a poco.

-Oh no, se hace tarde, debemos ir a clases-dijo el chico

-¿A clases? ¿Qué?-pregunte, pero Mell me tomo del brazo y salimos de la habitación.

Íbamos caminando por los pasillos de la escuela y todo era muy diferente a mi pueblo, habían muchas chicas con tutus y zapatillas de ballet además de aparatos extraños en sus orejas y manos.

-¿Qué llevas puesto? ¿No es incomodo?-me pregunto la chica de cabello castaños que antes estaba en la habitación.

-¿Mi vestido? ¿Qué tiene de malo?-le pregunte.

-Es algo... anticuado-me dijo.

-Déjala Clara por cierto ¿Dónde está tu equipaje?-me pregunto Mell.

-Eh... no lo sé, creo que lo perdí-le dije intentando disimular mi confusión.

-Bueno tranquila si quieres te puedo prestar ropa-me dijo, poco después llegamos a un salón con un equipamiento para las clases de ballet.

-Ya llegamos-dijo Mell entrando por la puerta a los demás chicos.

-Ella es Nieves, es nueva-dijo.

-Ten ponte esto-me dijo ofreciéndome unas zapatillas des ballet.

-Espero que sean de tu talla-me dijo y guiño el ojo.

-Y ¿Exactamente en donde está ese espejo?-pregunte con curiosidad.

-En el segundo piso-me dijo.

-Y ¿Qué paso luego de que me encontraran?-le pregunte.

-Bueno, nos diste un gran susto, estabas tirada en el suelo así que od chicos y yo te llevamos a mi habitación y pues ahora estamos aquí-me dijo.

-¿No recuerdas cómo llegaste ahí?-me pregunto y negué con la cabeza, lo único que recordaba era estar en el sótano de mi casa y desaparecer a través de ese espejo.

-Bueno tranquila de seguro todo se soluciona mañana, si quieres puedes quedarte en mi habitación está noche hasta que arreglen tus papeles de inscripción-me dijo.

-Gracias eres muy... amable-le dije y luego llego una señora a dar la clase.

-Buen día chicos, levántense es hora de la clase-nos dijo, nos levantamos y comenzó la clase, todo iba muy bien, nunca había estado antes en una clase de ballet sólo las que lograba ver en la escuela y la vez que fui al teatro con mi padre.

Nieves y el espejo encantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora