No estaba segura de si lo que acababa de suceder era uno de sus muchos sueños con Colin o una realidad. Pero Penelope cerró sus ojos y sintió como los suaves labios de Colin se posaron sobre los suyos.
Fue un beso demasiado dulce, demasiado lento. La clase de besos que ella alguna vez leyó en sus libros de romance. Su corazón estaba latiendo con fuerza en su pecho y Colin, el hombre del que siempre estuvo enamorada ahora estaba besándola.
Tenía que estar soñando. Debía ser eso.
Los labios de Colin eran amables, dulces, como si estuviera saboreando aquel momento y quisiera que ambos disfrutaran. Penelope tuvo el atrevimiento de alzar sus manos y pasarlas por su cabello. Algo que siempre había deseado.
El cabello de él era suave y tan pronto lo tocó, él gimió en sus labios y la apretó más contra él.
Penelope era inexperta, no podía saber nada de besos, pero tenía la intuición de que eso le había gustado.
Entonces todo se vio interrumpido cuando escucharon risas a lo lejos. Se apartaron rápidamente, ambos respirando con fuerza. Los ojos verdes de Colin se habían oscurecido y sus labios estaba más rosados.
Penelope puso una mano en sus labios de forma instintiva, tratando de analizar si todo fue real. Colin volvió a mirar sus labios, ella no sabía mucho del deseo, pero él parecía hambriento y...
Las risas de los demás hermanos Bridgerton interrumpieron cualquier otro pensamiento. Los hermanos venían en grupo listos para jugar una de sus típicas partidas de palamallo.
Penelope vio a Eloise, que se detuvo mirándola ente triste y confundida. Colin, que aún estaba mirándola a ella, carraspeó.
Ese fue el momento para que ella se espabilara. Se puso derecha y solo tuvo la oportunidad de murmurar: buena suerte. Notó que Benedict la llamaba, pero siguió corriendo por el campo para dirigirse a la gran casa.
Llegó casi dando traspies y entró a la habitación que le habían asignado, cerrando la puerta. Penelope se recargó contra esta y puso una mano en su pecho.
Su imaginación debía estarle haciendo una mala jugada, porque no había forma de que su primer beso se lo hubiera dado Colin Bridgerton de entre todas las personas.
Ella ya había dejado atrás ese tonto enamoramiento, en especial desde que el declaró que nunca la cortejaría. Sí, tenía curiosidad de saber si tenía celos con Benedict pero pensaba que solo eran esos celos tontos que tenían los hermanos por sus hermanas.
Colin no podía gustar de ella, era imposible. Quizá no había dormido bien. Quizá estaba en un momento vulnerable y ella se aprovechó.
No tenía ningún sentido.
Fue hacia su cama y se echó sin más mirando el techo.
Ambos habían cruzado una barrera invisible y ahora no había forma de ignorarlo.
***
Penelope se resguardó en su habitación hasta que su madre la obligó a bajar a la cena con todos. Por supuesto que ella quiso alegar que se sentía mal, pero no funcionó. Así que se encontraba en el gran comedor, observando como todo platicaban sobre el primer día en el campo.
Ella seguía sin poder concentrarse, tanto que no se dio cuenta cuando Benedict se sentó a su lado y le puso un plato lleno de comida.
—No estaba seguro de qué te gustaba, así que elegí un poco de todo —le sonrió amable.
Penelope abrió sus boca sorprendida. Sus mejillas enrojecieron.
—No tenías que hacerlo, pero te agradezco, Benedict —sonrió.
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Por más de un Bridgerton | Completa
RomancePenelope Featherington lo perdió todo la temporada pasada, o al menos todo a lo que ella tenía estima: su mejor amiga, Eloise y su hermano Colin Bridgerton (su amor imposible). Tras haber escuchado las crueles palabras de Colin y haberse alejado de...