XVI

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Tal vez pienses que estoy loco, y es verdad un poco, tengo que aceptar

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Tal vez pienses que estoy loco, y es verdad un poco, tengo que aceptar. Pero si no te explico lo que siento dentro, no vas a entender cuando me veas llorar…

El aeropuerto de la ciudad de México se veía despejado, la noche podría ser agitada por lo que estaba sucedía afuera, era la hora exacta del tráfico, pero eso dejaba de escucharse cuando estabas dentro de un lugar.

Caminar juntó a tu maleta y buscar el vuelo número 13 hacía España, Madrid, podría ser algo muy simple, algo que ella esperaba con muchas ansias, dejó su equipaje y después fue a la dirección donde estaba la entrada del avión.

—¿Lupe?.—La chica miró detrás de ella encontrando a Aldo. —¿Qué haces aquí? ¿Vas a pelear?

Ella lo miró con confusión. —¿Pelear? No, voy a Madrid para encontrarme con Unicornio.

Aldo se detuvo y la miró, intentó conectar con la mirada de ella, pero al parecer no encontró lo que esperaba así que bajó su cabeza.

—Que chingon. — dijo y volvió a caminar a la misma dirección que iba ella — nos vemos después.

Lupe miró como el chico pasaba junto a ella sin decir otra palabra, ni un perdón le pidió por todo lo que él había dicho en aquella llamada, quería que fuera broma pero ella sabía que algo estaba pasando.

La vida me dijo a gritos, que nunca te tuve y que nunca te perdí…

El avión había despegado, la chica sólo había intentado aguantar la respiración para soportar la ansiedad que le ocasionan los movimientos del avión, y cuando eso pasó, regresó la calma y ella decidió descansar por el largó viaje que iba a pasar. 

8:00 p.m España, Madrid.

Guadalupe estaba esperando su maleta, hasta que sintió que alguien la veía, volteó a ver de quien se trataba

— ¡No mames, Guadalupe!. — el mariana se acercó a ella para abrazarla y ella con mucho gustó lo aceptó — No mames, que chingon wey. Por fin nos conocemos y qué raro que sea en España y no en México. ¡Aldo! ¡Si es la Lupe!. — le gritó al chico quién se encontraba a unos metros lejos de ellos — Le dije que quizás eras tú pero el wey decía que no. Mira wey la Lupe.—Aldo se posicionó al lado de el mariana y sólo miraba con seriedad a la chica, se sentía la tensión. — Al parecer ya se habían encontrado, ¿es ilusión mía o hay tensión? Pero por favor que no sea sexual, no sean mamones.

— No, nada que ver. No nos habíamos visto. — dijo la chica mirando a Aldo pero después regresó su mirada al más alto — me alegra por fin conocerte Mariana, ¿Qué hacen por aquí?

—Venimos a un evento de Twitch, nada fuera de lo común. ¿Y tú?

—Yo vine… 

La chica fue interrumpida por un grito que hizo que los tres mexicanos voltearan a ver de dónde provenía.

No Hay Nadie Como Tu || AldoGeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora