XXIX

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A la mañana siguiente Aldo había levantado temprano a Lupe para el entrenamiento que él iba a hacer ese día

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A la mañana siguiente Aldo había levantado temprano a Lupe para el entrenamiento que él iba a hacer ese día. 

Ella se cambió por una ropa que soportara y fuera cómoda ya que quería entrenar junto a él.

— ¿Y si hacemos un sparring?. — le pregunto ella mientras Aldo manejaba hacía el lugar de entrenamiento.

—Estás loca, el teacher no te va a dejar. Aparte mamu, no sabes nada de Box y no quiero lastimarte.

— Me vale un choto, yo sé defenderme, no te imaginas la cantidad de veces que me agarre a chingazos con las morrillas de la secundaria. 

— Eso es distinto, pinchi loca.

— Pero sabes, pensandola bien yo sería buena para una pelea en lucha libre.

— Eso es pura actuación.

— Pero también se necesita disciplina y resistencia, le voy a preguntar a tu teacher si me deja.

— De todos modos yo no voy a aceptar.

— ¿Acaso Aldo Geo no tiene los suficientes huevos para pegarme en un sparring?

— Tengo los suficientes huevos, mamu, pero te diré que yo no te golpearía. 

🏻🏼🏽🏾🏿

—¿Entonces qué opina, Teacher?. — le preguntó la chica mientras le arreglaba los guantes a Aldo.

— Como chingas, Lupe. — Aldo la miró — El Teacher no…

— Me gusta la idea, una semana con Aldo y una semana donde vas a entrenar, Lupe. 

—¿Y lo del Sparring?. 

— Si cumples con la semana de entrenamiento el viernes hacemos el sparring. — el teacher le dio un golpe en el hombro a Aldo y se alejó.

Lupe volteó a ver con una sonrisa victoriosa a su amigo y esté solo negaba.

— No vas a aguantar.

— Compermiso, empezaré mi primer entrenamiento. — Lupe se alejó de él y espero que el teacher le diera indicaciones y minutos después éste le puso ejercicios de fuerza y después a saltar la cuerda.

La música de fondo motivaba el ambiente, la chica de reojo vio a Aldo quien estaba manopleando y después ella regresó a lo suyo, mientras el chico cuando descansaba veía a Lupe y en un momento el Teacher le dio un golpe.

—¡Ey, Cabrón! — Aldo lo miró con enojó.

— Ponga atención, deja de ver a tu novia. — lo regaño y el chico negó mientras soltaba una pequeña risa.

Una hora exacta pasó cuándo el teacher se acercó a Lupe para ponerle las vendas y así poder hacer un poco de manopleo, mientras Aldo hacía otros ejercicios.

No Hay Nadie Como Tu || AldoGeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora