XVIII

594 46 2
                                    

¿Como puedo regresar el tiempo? ¿Como hago para volver a España y cambiar mis palabras?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Como puedo regresar el tiempo? ¿Como hago para volver a España y cambiar mis palabras?.

— ¿Aldo?. — la voz de Patty me saco de mis pensamientos — ¿Que tienes? ¿Todo bien?.

— Si amiga, todo bien. Nada más estoy cansado por los entrenamientos.

—¿Solo eso?.

— Si. 

Ella volveo a ver la pantalla, mientras yo fingía estar interesado en lo que jugaba, pero mi mente estaba en el conflicto de si hablarle a la ojos verdes o no.

— Ya wey, acepta que estás pensando en lo de Lupe y Uni.

— ¡Claro que no!.

Ella me miró con incredulidad y yo sólo voltee mis ojos y solté un suspiro.

— Me atrae. — confesé y Patty se levantó en chinga sin despegar su mirada de mi. —¿Qué pedo?.

— Dreaming 'bout the day when you wake up and find — comenzó a cantar y tomo el control como si fuera un micrófono — That what you're looking for has been here the whole time.

—No mames Patty, una de Taylor no wey.

— Wey es tu canción, él es Argentino, yo un Nahual. — Comenzó a reír — ¿Por qué eres tan orgulloso y no lo aceptaste, pendejo?

— Wey, no podía. Lo negué. 

— Pues dile.

— Ya es tarde.

— ¡¿Cuál pinchi tarde?!.

— No mames, tu lo sabes.

— Por eso pendejo, Lupe y Uni solo se están conociendo, wey tienes oportunidad.

— No wey.

—¿Por qué no? — me preguntó y la mire y al parecer entendió lo que no podía aceptar— Pendejo. Eres un pendejo. Lupe te trataba bien lindo y tu ahí vas a cagarla

— Fue inconsistente.

— ¿Cuál pinchi inconsciente? Estás pendejo que es otra cosa

— Wey, se supone que eres mi amiga.

— Tre’ peso’ que se quede con el Uni.

— La voy a conquistar, pero a mi manera.

— Mentandole madres no, cabron.

— No, te lo juro amiga. Lo voy a hacer bien.

🏻🏼🏽🏾🏿

Lupe le había comentado a Roier lo que Aldo le había dicho en España, dejándolo pensar algunas cosas.

— ¿Por eso no quieres jugar con nosotros? Lupe, el juego es como el que jugamos la otra vez. Ándale, no es culpa mía y de Osvaldo que se gusten.

— Roier, ¿acabas de escuchar lo que te dije?

— Si.

La chica esperó que su amigo dijera algo más pero no lo hizo.

— Aldo ya no me quiere ni ver en pintura, y no me gusta.

—¿Qué? ¿Que no te quiera ver o Aldo?

— Wey cuando te vea te voy a soltar un madrazo.

— Lupe. — comienza a reír — Lo que Aldo quiere es, la verdad no se. Ese wey es bien ojete, pero es raro que te diga ese tipo de cosas a ti, cuando él fue el quien te presentó con nosotros con una actitud que… bueno deja pensar.

— No le gusto y si le gustará, que forma tan estúpida de llamar mi atención.

El timbre de su departamento sonó y ella caminó hacía la puerta.

— Wey alguien me está tocando, no me cuelgues por si me matan. 

Roier comenzó a reír.— No creo, a ver abre y yo sigo aquí mientras te digo algo.

Lupe abrió la puerta y se encontró un ramo de rosas de color rosa.

—¿Lupe? ¿Te moriste?.

— No, me mandaron Rosas. — dijo y escuchó cómo su amigo comenzó a echarle carrilla, mientras ella se agachó a tomarlas y después pasó de nuevo a su departamento. 

—¿Son del Argentino?.

— Ni puta idea. 

Ella comenzo a buscar una etiqueta o algo que le dijera de quién era pero solo encontró una nota.

— ¿Qué dice?. — se escucho la voz de Roier

— Me enamoré de ti, desdé que encontré tus ojos supe que había un misterio que quiero descubrir, por favor, vuélveme a mirar así. — leyó y después buscó la firma — ¿Anónimo?.

— No mames, sabra dios quien fue. Ojalá y a mi me manden flores así, que envidia.

—¿Te mando unas?.

—No, no. No wey, luego que van a pensar los demás.

— O le digo a alguien más que te las mande.

— A ver, dime a quién y depende.

— Era broma, pero si quieres unas fingimos que te las mando alguien más.

— Andale pues, vivo en san patricios, calle que te valga verga estado Nuevo León. — dijo y ambos comenzamos a reír — Pues hay que ver quien te las envio. Ojos misteriosos 

— Ya deja de ponerme tantos apodos.

— Es que no me puedo decidir cual te queda más. Pero bueno, te dejo Lupe, no se te olvide comprar los boletos para ciudad de México.

— Dale, bais Roier. — se despidio y terminó la llamada.

— Esté wey piensa que no se quien es. — dijo mirando la nota y después las rosas

No Hay Nadie Como Tu || AldoGeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora