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Más que negarlo, quisiera olvidarlo, Pero hay algo entre los dos

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Más que negarlo, quisiera olvidarlo, Pero hay algo entre los dos...

A la mañana siguiente Lupe había bajado al comedor de aquel hotel, donde casualmente se encontró a Aldo entrando por las puertas del hotel.

— ¿Porque tan temprano? — le pregunto la chica haciendo que él levantara la mirada de su celular, y al verla sonriera.

— Vengo de dejar al teacher del aeropuerto. —le respondió— ¿y tú? 

—Voy a comer algo y después me daré una vuelta por España. ¿Quieres acompañarme? 

—Dale, nada más porque tengo hambre no por otra cosa.

— Si aja. — se burló y ambos caminaron hacia una mesa para tomar asiento. 

— ¿Que tal tu cruda? —  le pregunto Lupe mientras buscaba que pedir.

—De la verga. No sabía que te quedabas en este hotel.

— Literal no te acuerdas de nada.  — se burló, se detuvo al ver la cara de confusión de su acompañante — todo pendejo, ¿no te acuerdas?

—Lupe, ¿qué paso anoche?

— Nada, pendejo. Solo por andar de borracho te traje al hotel que casualmente era el mismo donde yo me quedaba.

—Ah, pensé que había pasado algo.

— ¿Eh? — lo miro confundido y este solo la miro con burla y el mesero llego para tomar su orden.

Después de que los volvió a dejar solos, estos solo se quedaron en silencio.

 —¿Cuándo te vas a regresar a México? — le pregunto Aldo.

— Quizás en dos días, quiero disfrutar, nunca había venido a España. ¿Y tú?

— Mañana. —  le respondió y el mesero les dejo sus bebidas y después se retiró — ¿Porque no contestabas las llamadas? 

— Se me cayó el celular. —  le respondió y este la miro confundido — Mi abuela nos llevó al rancho de mi abuelo, en si yo nací en un ejido de Durango, y entonces fuimos al rancho donde viven algunas de mis tías, y pues nos pusieron a chambear y yo iba en la cajuela y mi primo le acelero y me caí de la cabina y salió volando el celular y adiós.

— ¡No mames, Lupe!  — se burló — Que pendeja.

—Si fui pendeja. — le dijo mientras ambos se reían, este se detuvo y le paso con su mano el cabello hacia atrás a Lupe para que no le estorbara — ¿Y porque el cambio de look? Muy rubia.

— ¿Que? ¿Me queda mal? 

— No wey, ay! Lupe ¿Porque piensas que siempre te voy a tratar mal? — le pregunto y ella levanto la ceja haciendo que él se riera — Ya sé, pero se te ve lindo, todo se te ve lindo, pero el rubio hace resaltar más tus ojos.

No Hay Nadie Como Tu || AldoGeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora