𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐮𝐧𝐚 🌙 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖: 𝐔𝐧 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐈𝐧𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞

Jimin salió de la sala del trono, con el corazón roto y la mente llena de dudas. No podía creer que Jungkook lo hubiera traicionado y que ahora estuviera bajo el control de Irene. Se sentía perdido y solo, sin saber qué hacer con su vida.

Mientras tanto, en la sala del trono, Irene se acercó a Jungkook y le susurró al oído.

"Jungkook", dijo con voz seductora. "Ahora que Jimin se ha ido, estamos solos. ¿Qué tal si celebramos nuestra victoria?"

Jungkook la miró con una sonrisa fría.

"Por supuesto, mi reina", dijo. "Haré todo lo que usted desee."

Irene sonrió con satisfacción.

"Sabía que podía contar contigo", dijo. "Eres el rey perfecto."

Jungkook se acercó a Irene y la tomó en sus brazos.

"Y tú eres la reina perfecta", dijo. "Juntos, gobernaremos este reino con justicia y prosperidad."

Irene se acurrucó en sus brazos, sintiendo una oleada de poder y satisfacción.

"Sí", dijo. "Juntos, seremos imparables."

Sin embargo, lo que Irene y Jungkook no sabían era que su felicidad era solo temporal. Un destino sombrío los aguardaba, un destino que los llevaría a la destrucción.

En otro lugar del reino, Jimin se encontraba con Taehyung y la manada de lobos.

"Tengo que encontrar una manera de recuperar a Jungkook", dijo Jimin con determinación. "No puedo permitir que Irene lo controle por más tiempo."

Taehyung asintió con la cabeza.

"Te ayudaré", dijo. "La manada está contigo."

Jimin sonrió agradecido.

"Gracias, Taehyung", dijo. "No sé qué haría sin ustedes."

Juntos, Jimin y la manada de lobos comenzaron a elaborar un plan para rescatar a Jungkook de las garras de Irene. Sabían que sería una misión peligrosa, pero estaban decididos a tener éxito.

Mientras tanto, en el palacio, Irene y Jungkook se preparaban para su boda. La boda sería un evento fastuoso, un símbolo de su poder y dominio sobre el reino.

Irene estaba radiante de felicidad. Finalmente había conseguido todo lo que siempre había deseado. Era la reina, tenía al hombre que amaba a su lado, y el futuro era suyo.

Jungkook, por otro lado, no se sentía tan feliz. A pesar de todo su poder y riqueza, se sentía vacío por dentro. Sabía que algo no estaba bien, que había algo que faltaba en su vida.

Pero no podía identificar qué era. Estaba atrapado en el hechizo de Irene, y no podía escapar de su control.

El día de la boda llegó, y el reino entero se reunió para celebrar. Irene y Jungkook se veían impresionantes en sus trajes de gala, y la ceremonia fue hermosa.Sin embargo, en medio de la celebración, Jimin y la manada de lobos irrumpieron en el palacio.

"¡Detengan la boda!", gritó Jimin. "¡Jungkook está bajo un hechizo!"

Irene se enfureció.

"¡Silencio, traidor!", gritó. "¡Nadie se interpondrá en mi camino!"

Los guardias reales atacaron a Jimin y a los lobos, pero estos lucharon con valentía. La batalla fue feroz, y muchos hombres cayeron en ambos lados.

Finalmente, Jimin logró llegar hasta Jungkook.

"Jungkook", dijo. "Despierta. ¡Tienes que ver la verdad!"

Jungkook lo miró con confusión.

"¿Jimin?", preguntó. "¿Qué haces aquí?"

"Estoy aquí para salvarte", dijo Jimin. "Irene te ha engañado. Está bajo un hechizo maligno."

Jungkook se rió.

"No seas tonto, Jimin", dijo. "Irene me ama. Ella es la única que me ha mostrado lo que significa ser rey."

Jimin negó con la cabeza.

"No lo ves, Jungkook", dijo. "Ella solo te quiere por tu poder. No te ama a ti.

"En ese momento, Irene se acercó a ellos con una daga en la mano.

"¡Aléjate de él, Jimin!", gritó. "¡O morirás!"

Jimin la miró con desafío.

"No me asustas", dijo. "Sé que puedo derrotarte."

Irene se abalanzó sobre Jimin con la daga en alto, pero en ese momento, Taehyung se interpuso en su camino.

Taehyung recibió el golpe de la daga en el pecho, y cayó al suelo gravemente herido.

"¡Taehyung!", gritó Jimin con horror.

Jungkook se giró hacia Taehyung con ira en sus ojos.

"¿Cómo te atreves a tocar a mi reina?", rugió. "¡Pagarás por esto!"

Jungkook se abalanzó sobre Taehyung y comenzó a golpearlo sin piedad.

Jimin se horrorizó al ver la violencia de Jungkook.

"¡Jungkook, basta!", gritó. "¡No eres así!"

Las lágrimas brotaban de los ojos de Jimin mientras veía a su amigo ser golpeado por el hombre que amaba.

Finalmente, Jungkook se detuvo, jadeando por el esfuerzo.

"Ya has tenido suficiente", dijo con voz fría. "Ahora, vete de aquí antes de que te haga algo peor."

Jimin se levantó tembloroso y miró a Jungkook con tristeza.

"No puedo creer que te hayas convertido en esto", dijo. "El Jungkook que yo conocía era bueno y compasivo. Pero ahora solo eres un monstruo."

Jungkook se rió con amargura.

"El viejo Jungkook ha muerto", dijo. "Ahora solo existe el rey Jungkook. Y el rey Jungkook no tiene piedad."

Jungkook se acercó a Jimin y lo agarró del cuello.

"Y tú", dijo, "eres un traidor que se ha interpuesto en mi camino. Deberías haberte ido cuando te lo dije."

Jimin luchó por respirar, sintiendo la presión de la mano de Jungkook en su garganta.

"Suéltame", jadeó. "Por favor, suéltame."

Las lágrimas corrían por las mejillas de Jimin mientras veía la oscuridad en los ojos de Jungkook.

En ese momento, el lobo de Jimin aulló de dolor. El lazo que lo unía a Jungkook se estaba rompiendo, y sentía que su destino se estaba desmoronando.

Jimin sabía que no tenía otra opción. Tenía que rendirse y dejar ir a Jungkook.

"Está bien", susurró. "Ganas. Me voy."

Jungkook lo soltó y Jimin se alejó tambaleándose.

Se giró para mirar a Jungkook por última vez, y vio la imagen de un hombre que ya no conocía.

"Adiós, Jungkook", dijo con voz rota. "Espero que algún día encuentres tu camino de regreso."

Jimin se dio la vuelta y salió del palacio, dejando atrás a Jungkook e Irene.

Sabía que su corazón nunca se recuperaría del todo de la pérdida de Jungkook. Pero también sabía que tenía que seguir adelante, que tenía que encontrar una nueva forma de vivir.

Mientras tanto, Jungkook se quedó solo en el salón del trono, con una mirada vacía en sus ojos.

Había ganado, pero no se sentía feliz. En realidad, se sentía más vacío que nunca.

Sabía que había hecho algo terrible, que había lastimado a las personas que más amaba. Y no sabía si alguna vez podría ser perdonado.

El futuro de Jungkook era incierto. ¿Podría redimirse de sus pecados? ¿O estaría condenado a vivir una vida de soledad y remordimiento?