Primera sesión

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En medio de la habitación oscura, tres pares de ojos se escrutan entre sí, cargados de tensión.

Una lámpara situada al costado ilumina la mitad de sus rostros, proyectando sombras inquietantes en las paredes. La atmósfera está cargada de expectación, mientras cada uno de ellos espera con ansias el desenlace de lo que está a punto de suceder.

— Adelante — insta la persona detrás de la mesa, la misma que lo separa de la pareja frente suya.

Los dos que están a la espera quedan callados por un momento hasta que uno es quien toma la iniciativa. La verdad es que a ninguno de ellos les entusiasma la idea de estar en otro lugar, tienen mejores lugares donde estar, pero a final de cuentas es algo que deben hacer.

— Bien comenzaré yo, creo que está de más decir que no necesitamos estar aquí. — habló el castaño.

— Háblenme de ustedes ¿Cómo fue que comenzó todo? — habló el terapeuta abriendo su libreta para tomar nota.

Seonghwa había permanecido en silencio hasta ese momento. Sin embargo, la presencia constante del terapeuta y el sonido de su respiración le provocaban una inmensa tentación de lanzar el horrible florero que estaba sobre la mesa, frustrado por la insistencia del profesional en querer profundizar.

— Nos casamos hace cinco años — habló castaño. 

— Seis — habló esta vez Seonghwa.

El terapeuta tomó nota con una expresión indescifrable.

— Cinco, seis años — exhaló Hongjoong. — Esto es igual a una revisión ¿No? Igual a ... chequear un motor ... cambiar el aceite ... Ammmm ...

El terapeuta, con una mirada atenta desde detrás de sus lentes, cruzó una pierna sobre la otra para estabilizar el cuaderno. — Bien, señores Kim, comencemos. En una escala del uno al diez, ¿qué tan felices se sienten como pareja?

— Ocho — respondió Seonghwa de inmediato.

— Ah- Espera ¿Diez es perfectamente felices y cero es miserables o ...? 

La mirada de Seonghwa se dirigió al florero con una creciente frustración, considerando lanzarlo en otra dirección.

— Responda instintivamente — indicó el terapeuta, sin inmutarse.

La pareja se miró durante unos segundos, y finalmente, para escapar de la incomodidad, asintieron y confirmaron el ocho que había dado Seonghwa.

— ¿Cada cuánto tienen sexo?

Seonghwa cambió su semblante —¿Perdón?

— Amm, ¿es también una escala? — preguntó Hongjoong, acomodándose en la silla.

— Porque si cero es nada, entonces... — Seonghwa se encogió de hombros, con las manos levantadas en un gesto de incertidumbre.

El terapeuta, con una expresión calmada, consultó su libreta antes de responder. — Hmm, ¿qué tal esta semana?

Seonghwa permaneció en silencio, esperando a que su esposo tomara la palabra.

— ¿El domingo pasado? — preguntó Hongjoong, tratando de recordar.

El terapeuta observó su lenguaje corporal, notando cómo la mirada de Seonghwa se desvió y cómo su pareja lo miró durante unos segundos, revelando la verdad de su situación.

— ¿Cómo se conocieron? — preguntó el terapeuta, volviendo al tema.

— Fue en Guatemala — comentó Seonghwa, esbozando una sonrisa amable.

— Antigua Guatemala — precisó Hongjoong, haciendo hincapié en el lugar — hace cinco años.

— Seis — corrigió Seonghwa, con un tono más alto.

— Cierto, cinco o seis años. 

La tensión era palpable en el aire. Hongjoong estaba sentado con las piernas abiertas, intentando parecer relajado, mientras que Seonghwa estaba con las piernas cruzadas, sonriendo de manera tensa con las manos juntas.


Quedaba mucho trabajo por delante

Mr. & Mrs. Kim    ̸/̸̅̅ ̆̅ ̅̅ ̅̅  HonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora