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Las llantas rechinaron contra el pavimento cuando Hongjoong dobló a la esquina de la casa.

Ejerciendo toda su fuerza en el acelerador, Hongjoong viró para entrar en la vereda que conducía al parqueo. Sin embargo, no logró su objetivo porque las luces delanteras del auto de Seonghwa lo cegaron momentáneamente, seguidas de una fuerte colisión con el automóvil que acababa de robar. Hongjoong gritó indignado, pero Seonghwa simplemente empujó su coche con más determinación, asegurándose de entrar primero mientras le guiñaba un ojo con desdén.

Con la parte delantera destrozada el castaño logró entrar a regañadientes remarcando en su mente que Seonghwa era la criatura más desesperante con lo que se había cruzado en su puñetera vida. En cuanto tuviera ese cuello en sus manos podría finalmente ....

UGH 

Hongjoong no iba a entrar directamente en la boca del lobo. Dejó el carro a medio camino y comenzó a inspeccionar el terreno visible. Ajustó su CZ SP-01 y su corbata negra antes de agacharse junto a los arbustos, aprovechando las sombras. No había ninguna señal de Seonghwa.

Cuando llegó a la puerta principal, soltó una maldición al ver que estaba cerrada con llave.

San regresaba de su paseo nocturno con Wooyoung y Shiber cuando la silueta desesperada le hizo ver dos veces antes de reportar un robo. Extrañado volteó a su pareja y ambos se vieron con la misma interrogante.

— ¿Habrá olvidado las llaves?

— Ni idea — respondió San —¿Necesitará ayuda?

— Tal vez Seonghwa no esté en casa —sugirió San, Wooyoung asintiendo en señal de posibilidad.

—¡Hola Hongjoong!

El castaño apenas vio la pareja y saludó rápido mientras intentaba quitar el seguro de la ventana.

— ¿Estás bien? —preguntó San con preocupación.

— De maravilla —respondió Hongjoong con una sonrisa rápida, antes de volver a murmurar palabras llenas de frustración y maldiciones dirigidas hacia su esposo.

— Oh, okok. Eeeem no sé si lo notaste, pero tu auto está sobre acera de tu casa. 

Bien, no había conseguido nada. Tendría que buscar otra manera. Así que corrió en dirección a la parte trasera, no sin antes agradecer la gran observación de San y siendo consciente de las miradas que recibió después de desearles buenas noches.

Pasando sobre el arbusto del jardín, se topó con un gato. Por evitar pisarle la cola, tuvo que desviarse rápidamente y terminó cayendo sobre un tronco mal cortado. La noche estaba resultando ser un desastre.

Cubriéndose entre las sombras del jardín, vigiló las entradas laterales de la casa. Al movilizarse hacia el cobertizo, escuchó el sonido de la puerta que daba a la cocina. Se escondió detrás de un árbol para evitar que Seonghwa lo viera y, con el rifle en mano, vio cómo el pelinegro retrocedía y cerraba la puerta con llave de nuevo.

Hongjoong se dirigió al cobertizo en total silencio, buscando algo útil. Todo había sido saqueado, y lo único que encontró fue una llave inglesa. Con ese limitado recurso en mano, salió corriendo por el patio, cuidando las ventanas de arriba. Intentó abrir el cuarto de lavandería, el garaje y la compuerta trasera, pero todo estaba con llave.

La única opción que quedaba era la del cuarto de servicio, pero eso era exactamente lo que Seonghwa querría. Y efectivamente, el pelinegro rondaba la casa fantasmagóricamente, sin descuidar la puerta de servicio. Apagó las luces que iluminaban el pasillo mientras esperaba ansiosamente la aparición de Hongjoong.

Mr. & Mrs. Kim    ̸/̸̅̅ ̆̅ ̅̅ ̅̅  HonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora