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— ¡Seonghwa, abajo!

Aturdido, Seonghwa fue arrojado al suelo con el cuerpo de Hongjoong cubriéndolo.

— Vamos, corre, corre, corre —ordenó Hongjoong.

Bajo una lluvia de disparos, ambos gatearon por la casa, esquivando los impactos y tratando de huir lejos. Sin armas ni municiones, estaban exhaustos. Toda reserva había sido desperdiciada en una batalla que ni siquiera habían podido concluir.

— Nena, mueve tu culo. — habló palmeándolo impaciente apresurándolo.

Lograron bajar al cuarto de lavandería buscando por todos lados un arma. 

— Me dieron cuarenta y ocho horas para asesinarte.

— Igualmente 

— Carajo, mandan una redada sin consultarme ¿Qué ya no hay confianza?

— ¿Qué esperabas? Solo somos peones para ellos, lo que desconocen es que yo soy la reina — se mofó Seonghwa cargando el arma que se le fue dada. —Oye ¿Por qué me das una pequeña?

Hongjoong terminó de ajustar la mira de su arma y tuvo que entregársela a regañadientes. Seonghwa podía ser muy selectivo con las armas, lo cual le sacó una sonrisa. Amaba compartir ese lado de su vida con él. ¿Cuántas probabilidades había de que tu pareja también fuera un agente secreto de espionaje?

Seonghwa ya era impresionante antes de descubrir su verdadera ocupación, aunque Hongjoong lo ignoraba. Pero ver a Seonghwa combinar una mente brillante y una rutina tranquila con la habilidad de desarmar a alguien con un solo movimiento y una mirada fría le añadía una mezcla de euforia, emoción y erotismo a su perfil.

— Ey 

Saliendo de sus pensamientos, Hongjoong vio a Seonghwa señalando a alguien que entraba por la compuerta superior. Un prototipo de robot se acercó por la base de madera, inició un escaneo del lugar y luego dejó caer lo que ambos reconocieron de inmediato como una bomba modificada. Sabían bien lo que una modificación de ese tipo podía significar.

Seonghwa buscó la salida más rápida y, con una patada, rompió la ventana para salir. Flexionando las piernas al caer, se desplomó en el jardín, girando por el suelo. Disparó a dos agentes que estaban tras un árbol, mientras Hongjoong cubría su espalda, acabando con tres agentes que se habían apostado cerca de la camioneta. Todo sucedió en cuestión de segundos, pues el plan era salir antes de que la bomba explotara. Lograron eliminar al francotirador antes de que la explosión los alcanzara.

La explosión creó una enorme nube de escombros que se elevó por el cielo. Se levantaron adoloridos del suelo, contemplando cómo lo que quedaba de su hogar eran solo ruinas.

— Damn, necesitamos un auto.  

Hongjoong asintió pensativo hasta regresó a Seonghwa que su rostro se iluminó ante la mejor de las ideas.

— Los Choi

Y ahí estaban ambos asaltando el garaje encontrando el auto familiar. 

— Tiene mi asador desde hace nueve meses. — habló Hongjoong pelando los cables para encender el automóvil.

— No puede ser ¿Esa es mi maceta? Definitivamente Wooyoung no puede aceptar un "No" por respuesta, cambiando de tema nunca fui benefactor en la fundación de The Mercury Phoenix Trust.

— ¿¡Qué!? Te respetaba por eso.

— Quizás la honestidad no es buena idea. 

— No, no. Hmm yo nunca me dediqué siempre a lo que creías. 

Mr. & Mrs. Kim    ̸/̸̅̅ ̆̅ ̅̅ ̅̅  HonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora