Mr. & Mrs. Kim ̸/̸̅̅ ̆̅ ̅̅ ̅̅ Honghwa

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Cinco o seis años después ...

De pie, con una taza de café matutino y una bata sobre la pijama, Hongjoong está parado en las afueras de los jardines de su casa. Está medio adormecido y toma otro sorbo, esperando que el repartidor del periódico llegue pronto.

Cuando escucha el sonido de la bicicleta, abre los ojos y se da cuenta de que el paquete ya ha sido lanzado a sus pies. Resopla, frustrado con la misma rutina de siempre, y al recoger el paquete, el vecino de enfrente lo saluda. Hongjoong detesta saludar por compromiso.

Entra a la cocina, donde Seonghwa acaba de dejar el plato sucio que estaba usando en el fregadero, Hongjoong ni siquiera había terminado de comer. Sin querer causar mayor problema, Hongjoong se prepara un café para llevar a la oficina, se da una ducha que dura veinte minutos y, al salir, encuentra a su esposo cepillándose los dientes mientras parece leer unos documentos. Seonghwa ahora es Director de Soporte Técnico en un moderno edificio, cuando no se la pasa en la cocina viendo concentrado los ingredientes por lo que parecen horas lo hace inmerso viendo hojas y más hojas de papeleo.

— ¿Qué piensas del Doctor Hoseok? Hizo preguntas extrañas —comentó Seonghwa mientras ambos se cambiaban en la habitación.

— Sí, no fueron muy significativas —respondió Hongjoong.

— Además, la decoración de su oficina es horrible.

— Al salir, nos enfrentaremos al tráfico —afirmó Hongjoong con molestia.

— Entonces...

— Tal vez no sea necesario que sigamos con esto. Después de todo, solo fue por curiosidad —dijo Hongjoong, girándose para mirarlo antes de salir con la corbata en mano.

Seonghwa había mencionado una vez, en una conversación cargada de ironía, que algunas personas necesitaban asesoría para reforzar los vínculos entre ellos, como si fuera imprescindible conocerse y entenderse mejor. Aunque ambos sabían que nadie realmente necesitaba esa ayuda, la curiosidad por el tema los llevó a programar una sesión como una especie de experimento.

— Su oficina está demasiado lejos — se quejó Hongjoong, frunciendo el ceño con evidente frustración. Seonghwa, en cambio, desvió la mirada hacia el suelo, sumido en sus pensamientos y evitando el contacto visual como ya se había vuelto una costumbre.

— Entonces está arreglado —respondió Seonghwa esperando una reacción, alguna mueca que le mostrara que desistía o algún tipo de respuesta que no llegó.

— Cancelaremos. De acuerdo. No te olvides de la cena a las siete —dijo Hongjoong con un tono seco, mientras se dirigía hacia su auto con pasos rápidos y decididos.

— De acuerdo —murmuró Seonghwa dando por muerta la conversación.

Ambos subieron a sus autos con una carga de resentimiento palpable. En el camino estrecho, aceleraron sin contemplaciones, y de repente frenaron de golpe, ambos vehículos deteniéndose bruscamente. Seonghwa lanzó una mirada de reproche a Hongjoong, sus ojos reflejando la tensión acumulada. Hongjoong, sintiendo el peso de la mirada acusadora, retrocedió cediendo el espacio sin decir una palabra, su rostro mostrando una mezcla de frustración y resignación.

Por otro lado, un joven caminaba por los pasillos de la oficina, hablando sin parar.

— Así es, el jefe me llamó, así que tendré el día ocupado. Ya sabes cómo es esto, hm, de hecho, tal vez no —dijo con una sonrisa—. Oh, nena, ¿Podrías llevarme leche de banana a la oficina? Gracias.

La secretaria lo miró con confusión antes de volver a concentrarse en su trabajo.

Al llegar a la recepción, presionó uno de los botones del ascensor.