Domingo por la mañana, ha pasado un mes desde el parto de Lara.
Brian se despierta antes que Lara. Le deja un sobre encima de su almohada y la besa delicadamente.
Él prepara de comer para los dos, ella despierta y encuentra el sobre a su lado sorprendida y, extrañada, decide abrirlo. Para su sorpresa, encuentra dos billetes con destino a New York.
La emoción hace saltar a Lara que da un brinco y se apresura a agradecer a Brian. Él se encontraba en la cocina, cantando y bailando usando una cuchara como micrófono.
Lara se oculta atrás de la puerta y decide encender el móvil, tratando de contener la risa mientras le graba. Graba un fallo muy gracioso, pues estalla en carcajadas. Brian se de cuenta y, de inmediato y casi desnudo, corre, intentando quitarle el móvil a Lara, empezando una persecución por la casa que termina entre risas y gritos cuando Brian por fin logra alcanzar a Lara, pero en vez de quitarle el móvil, Brian la agarra en sus brazos, la lleva al cuarto y se desata el romance de pasión.
Poco después, cayendo ya el atardecer ambos despiertan extenuados de tanto placer y deciden ponerse con los preparativos para el viaje de Lara, por un momento Brian deja de centrar su atención en el equipaje para buscar una prenda de Lara en el armario y es ahí cuando Lara aprovecha rápidamente para guardar un consolador en su maleta junto con otros accesorios de aseo, seguidamente ella va a por algo que casi se le olvida, un amuleto que siempre tiene en el salón, es entonces cuando él vuelve a dejar la prenda de Lara y sorprendido nota un objeto con una forma peculiar que sobresale de la maleta, cuando se detiene por un momento a mirarlo mejor y sin dar crédito a lo que ve, descubre un consolador que al sacarlo, le golpea en la cara, acto seguido eso hace que le inunde una inmensa frustración, que le hace preguntarse si satisface lo bastante a su chica.
Momento en el que llega Lara incrédula y con una tremenda sensación de nerviosismo.
Brian mientras sujeta el juguete le pregunta ¿A qué se debe esto? - Se podía leer la decepción en su cara.
Lara le dice que no es lo que parece y que sólo lo utiliza cuando no tiene a Brian consigo.
Brian, aunque sorprendido y un poco decepcionado, intenta comprender a Lara y no juzgarla. Le dice que está bien que tenga sus propios deseos y necesidades, pero le pide que le hable abiertamente sobre lo que necesita y desea en su relación para que puedan trabajar juntos en satisfacerse mutuamente.
Lara, aliviada por la comprensión de Brian, le asegura que él es todo lo que necesita para sentirse plena y que el consolador es solo un complemento para cuando está sola o para experimentar cosas nuevas juntos.
Los dos se abrazan y prometen mantener una comunicación abierta y honesta en su relación. Luego, se preparan para disfrutar de su viaje juntos, emocionados por la aventura que les espera en Nueva York.
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Viviendo con mi alma gemela
RomansaTessa es una fotógrafa de turistas quién busca cumplir su mayor sueño que es, ser actriz, pero todos sus planes se caen abajo cuando conoce a un chaval joven que se llama Jason, ahora tiene una decisión muy importante que tomar sobre su vida, elegir...