Picnic

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Tessa y Jason habían planeado una escapada especial para disfrutar de una tarde tranquila a la orilla del mar. El sol brillaba en el cielo y el sonido de las olas rompiendo contra la playa creaba una melodía relajante.

Llegaron temprano a la playa y encontraron el lugar perfecto para su picnic. Extendieron una manta grande en la arena y comenzaron a desempacar la canasta llena de deliciosos alimentos que habían preparado con mucho cariño.

Mientras Tessa abría la canasta, Jason se encargaba de poner música suave en un altavoz portátil, creando un ambiente romántico. El olor a mar y la brisa fresca los envolvían mientras se sentaban juntos, ansiosos por comenzar su almuerzo frente al océano.

Saborearon sándwiches de pollo a la parrilla con aguacate y tomate, disfrutando de cada bocado mientras compartían risas y conversaciones íntimas. Las frutas frescas en un tazón vibrante aportaron un toque refrescante a su comida, y el sonido de las gaviotas revoloteando sobre ellos les recordaba que estaban en un lugar especial.

Después de su comida, Tessa y Jason se relajaron y se acurrucaron juntos en la manta. Observaron cómo las olas llegaban suavemente a la orilla, dejando pequeñas burbujas en la arena antes de desvanecerse nuevamente en el vasto océano.

Decidieron dar un paseo por la playa tomados de la mano. Se quitaron los zapatos y sintieron la suavidad de la arena entre sus dedos. Caminaron juntos explorando las conchas marinas y dejando sus huellas en la orilla mientras el sol se ponía lentamente en el horizonte, pintando el cielo en tonos cálidos y dorados.

En un momento, Tessa señaló una roca grande y lisa que sobresalía del agua. Se dirigieron hacía ella y se sentaron, disfrutando de las últimas luces del día. Se abrazaron mientras el sonido del mar y el susurro del viento se mezclaban en una melodía mágica.

En ese momento, Tessa sacó una pequeña caja de su bolsillo. Con una sonrisa nerviosa, se la entregó a Jason. Al abrir la caja, sus ojos se llenaron de asombro al encontrar un hermoso anillo.

"Tessa", dijo Jason con voz entrecortada, "no puedo imaginar mi vida sin ti. ¿Te casarías conmigo"

Las lágrimas de felicidad brotaron de los ojos de Tessa mientras asentía con la cabeza y respondió emocionada, "Sí,Jason,sí. ¡Quiero pasar el resto de mi vida contigo!"

Se abrazaron con fuerza y se besaron, sellando su amor eterno en ese lugar especial junto al mar.

La tarde continuó entre risas, abrazos y promesas llenas de un futuro lleno de aventuras juntos. Con el anillo brillando en el dedo de Tessa, se dirigieron de regreso a la manta y observaron cómo las estrellas comenzaban a aparecer en el cielo nocturno.

Su picnic en la orilla del mar se convirtió en un momento inolvidable, un capítulo más en la historia de amor de Tessa y Jason. Juntos, celebraron el presente y anticiparon emocionados el futuro que les esperaba, siempre recordando ese día especial en el que el mar fue testigo de su eterno compromiso.

Viviendo con mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora