14

92 9 13
                                    

Las clases de Pablo eran cada vez más duras y el trabajo de Lionel más tranquilo debido a que el país no estaba tan económicamente estable como para comprar música, él sabía más que nadie lo que era no poder darte un capricho o simplemente comer para sobrevivir, pero igualmente lo daba todo para seguir adelante y es gracias a Roman y a su novio Pablo que decidió empezar a estudiar el profesorado de educación física, ya que amaba a los niños, aún con su facha de chico malote, quería darlo todo para enseñar deportes y hacer algo que le guste, ya que no podía trabajar por siempre en la disqueria de su amigo. Por otro lado en relación a su familia, hablo con su madre y aunque todavía estaba ese mal hombre tomando un rol que no le correspondía, se sintió feliz de saber que estaban bien y empezó a ver como podía hacer para sacarlas de ahí.

Lionel lo llamo por teléfono después de pensarselo mejor ya que sabía que su pareja estaba ocupado con sus asuntos

— Hola Pablito, ¿Como andas?

— Hola, Bien... Mal... No sé Lío, estoy muy mareado con la facultad, no es un buen momento.

— ¿Te molesto?

— Nunca me molestas, nunca y lo sabes amor

— Bueno... ¿Estás en tu casa?

— Sí pero de verdad no quiero que vengas y la pases mal por mí

— yo te dije que iba a estar para vos siempre, en todas tus etapas, ahora sí lo que querés es estar solo está perfecto, solamente comunicamelo

— Podes venir, siempre podes venir y tengo tiempo para una merienda.

— A la tarde caigo entonces y no te preocupes, yo se que todo esta muy duro, pero vas a poder, después nos vemos.

Cortó y cuando terminó de trabajar fue directo al centro, compro flores, medialunas, sahumerios y unos surtidos de chipá, bizcochitos y más cosas saladas que sabían que Pablo iba a amar, y así cayó a la casa de su novio, el cual fue recibido con un beso y un par de lagrimitas.

— Perdón Lio, pasa que estoy con muchas cosas en la cabeza

— No tenés porque decirme nada, yo soy tu novio ahora, no soy tu amigo, podes abrirte conmigo sin necesidad de tapar algo, sin vergüenza, podes confiar en mí plenamente

— Como quisiera tener tu confianza, Gracias y realmente te agradezco todo pero no sé cómo seguir con la facultad, estoy muy estresado y aunque amo la política... Creo que me equivoque

— ¿Y vos qué es lo que realmente querés?

— enseñar, quiero enseñar pero no sé que

— ¿Música?

— No tocó nada ni canto

— ¿Educación física como yo?

— Quisiera pero tampoco. No sé Lío, siento que nada me gusta y que nada es para mí

— Está bien, esto lleva su tiempo, somos jóvenes ¿No?

— No, la vida pasa adelante de mis ojos y... Y siento que no hice nada, cada día me pregunto que hacer, como accionar y no hay respuesta.

Ambos quedaron en silencio un poco confundidos por todo, aunque Lionel estaba estudiando sabía lo que se sentía no pertenecer

— ¿Literatura? ¿Historia?

— Basta lío, no quiero saber más, quiero descansar. Por ahí Ciencias Políticas es lo mío y tengo que esperar a que me guste

— no podes esperar a que te guste algo, es como esperar a que el tiempo te haga enamorar de una persona, no funciona así, te gusta y punto.

— Bueno basta, me voy

— ¿Que?

— Me voy Lionel, agarra tus cosas y nos vamos a tomar algo por ahí, estoy harto de todo, estoy agotado.

Tomaron sus cosas y salieron disparados a un bar, terminaron en "Litenight" un bar un poco escondido donde había olor a porro y "energía pesada" pero igualmente se metieron a escuchar a una banda tocar temas de rock, ahí dentro se encontraron con Román, quien estaba tomando un trago mientras intentaba levantarse a la camarera.

— Llegaron los novios

— Hola Romi

— Roman, que loco encontrarnos acá, vinimos con Pablo a tomar algo.

— Y-yo, me voy al baño.

Cuando Pablo se fue quedaron en silencio y solo atinaron a salir a la terraza del lugar para hablar sin el bullicio de las personas hablando.

— ¿Que le pasa?

— No se, está mal con la facultad, con todo, yo de verdad te digo que necesita ver a un psicólogo

— ¿Un psicólogo?

— Si boludo, Pablo tiene muchas inseguridades y problemas de identidad con el mismo, por ahí siente que él no es él o algo así, no se, siento que deberías aconsejarlo porque a mi no me hace caso

— ¿Y vos?

— ¿Yo que? Yo estoy perfecto

— No, no lo estás

— Sí, si lo estoy, pasa que todavía no pude contarles mucho sobre el trámite que estoy haciendo para que mi familia salga del lugar de mierda pero ahí vamos, es un proceso que lleva tiempo

— Pero tenés que hablar de tus cosas con Pablo también, no es solo el en la vida.

En ese momento, mientras Lionel y Román conversaban salía Pablo del baño, como no estaban en la barra los busco a fuera y finalmente los encontró en la terraza

— Boludo yo no quiero joderlo, él está muy sensible, muy débil en estos momentos y... Me da cosa molestarlo.

— ¿Así que soy débil? ¿Vos sos mi novio? ¿Me tenés lástima Lionel?

— Dejame explicarte Am-

— Amor las pelotas, no soy tu amor ni soy tu nada, me tenés lástima, por eso me seguiste el juego, yo no te gusto, dios si soy un pelotudo, como va a darme bola un chabon sin complejos, que tiene todo resuelto en la vida

— ¿Así que tengo todo resuelto? Estoy ayudando a mi mamá a salir del lugar de violencia en el que está y yo tengo la vida resulta, mira vos.

Lionel salió del lugar y el menor junto a su amigo quedaron helados, no había nada que hacer, no sabían cómo reaccionar

— Pablo, a ver una cosita ¿Sos boludo? Lionel estaba tratando de ayudarte Pelotudito, realmente yo no lo puedo creer, por una vez en tu vida tenés un amor verdadero ¿Y así lo tratas?

— Me tiene lástima Román

— Lástima me das vos ahora porque no se cómo vas a hacer para arreglarlo, raja de acá querés.

Aimar corrió hasta encontrarse con su novio, lo paro y aunque Lionel quiso seguir de largo, tomo sus hombros y lo dejo quieto para enfrentarlo cara a cara

— Me hiciste sentir muy mal

— Ya lo se, perdoname por favor, no lo puedo creer, soy un pelotudo con mil cosas en la mente y no pensé lo que dije, soy un idiota

— Yo nunca te tendría lástima, yo siempre estoy con vos

— Si, tenés razón

— Pablo, ¿Vos me querés? ¿Vos confias en mí y en lo que tengo para dar?

— Es difícil

— Está bien, yo no te voy a decir que confíes en mí, pero lo que yo dije es que necesitas estar bien y yo no puedo ser tu todo, vos tenés que amarte para amarme a mí, y eso no significa que yo no quiera estar con vos, yo te amo Pelotudo, ¿no entendés que cada día que paso con vos es mejor y sos la única familia que tengo?.

— Ay Lionel, no se que decir porque tenés razón.

— Estamos yendo muy rápido, tomate tu tiempo, pero nunca dudes que acá voy a estar esperándote.

Simbolo de paz - Scaimar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora