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Varios días pasaron en los que Pablo solo pensaba en Lionel, en su pasado y en sus sentimientos, pensaba en todo y ese era el problema, le costaba vivir en el presente o enfocarse aunque sea en su trabajo como profesor, no podía estar tranquilo sabiendo que habían dos opciones, esperar toda su vida a Lionel y que no llegue, o que ese hombre este ahora mismo igual que él esperando a llegar a Argentina, tenía su teléfono pero no quería hablarle ¿Que se supone lo que le diría? El estaba cansado, solo quería paz mental y estabilidad en su vida.

— Maestro Pablo — Llamo uno de los niños al ruludo — ¿Me ayudas?.

El pequeño desconcertó al mayor haciendo que sacude su cabeza y se concentre en el jardín de infantes, estaba presente para cuidar a los niños pero no tanto y el amaba prestarles atención, amaba su trabajo y no quería hacer sentir mal a sus chiquitos.

— Obvio Juli — El pequeño sonrio mostrando sus dientes con paletas separadas mientras Aimar abría una lata de goma dónde guardaban sellos de colores — Ahí está, ¿Terminaste ya tu dibujito?

— Sí, en realidad lo termine pero Enzo me lo saco

— Enzoo vení acá por favor — Se puso serio, Fernández era un chiquito un poco intenso y con problemas de ira, pero no estaba pasando por momentos agradables en su familia — ¿Le devolvemos el dibujo a tu compañerito por favor?.

— No

— ¿Porque no? Vos tenés el tuyo corazón, Juli el suyo, More el suyo y así sigue todo el salón ¿A vos te gustaría que venga Julian y te saque tu dibujo? — El siempre intentaba ser dulce con todos, no quería hacer sentir mal a nadie porque sabía lo feo que se sentía y además, de tanto estudiar Pedagogía y a sus alumnos, sabía que cada cosa que les decís lo toman al literal, más cuando son cosas negativas.

— Perdón, toma Juli

— Gracias Enzi, ¿Querés que te ayude con tu dibujo?.

Ambos se fueron olvidando la pelea para jugar otra vez y el maestro sentía como su mente volvía a lo inicial, Lionel. "Ojalá los adultos olvidaran y perdonaran así de rápido como los pibes" siguió cuidando y jugando con los pequeños hasta que vio a su colega hacerle seña y le pidió que entrara.

— Hola Pablito — Saludo con un beso en la mejilla — ¿Compliqueti los chiquis? No puedo creer que ya se van a Primaria

— Son unos ángeles, yo estoy enquilombado

— ¿Plata?

— peor, AMOR — Hablo exagerando la última palabra — Dios, mi vida es un caos con todo pero más com esto, Lionel...

— Ay Lionel, Lionel, Lionel — Su compañera de trabajo, Azul, ya sabía absolutamente todo sobre su ex pareja ya que "Azu" como el la llamaba, era una gran amiga si se podría llamar mejor amiga. — ¿Cuando vas a agarrar todo e irte a mierda con el?

— Es que ese es el problema, yo no me quiero ir a la mierda con el, no me quiero ir a España con el ni a Buenos Aires, ni a ningún lado, quiero mi vida tranquila y aparte ¡SALIR CON UN DT! ni loco

— Pero vos lo conoces de antes Gordo, vos sabés lo que es el hasta en su intimidad, desde la adolescencia, Si un tipazo como Scaloni me pediría salir con el y más irme a vivir a España ni lo dudo, no lo pienso dos veces ¿Que perdes? ¿No lo amas más?

— Esto pierdo, mi vida pierdo, pero yo lo amo y dios, no se puede, me rindo no se puede vivir así

— Pablo, Pablito, corazón. ¿Vos entendés que si lo dejas ir otra vez estás perdiendo dos veces al amor de tu vida? Abrí los ojos

— Yo soy capaz de no estar con el solo por su felicidad

— esto no es una película Pablo, no sos el bueno si lo dejas así cuando lo amas con toda tu alma

— ¿Y que hago? No quiero tampoco obligarlo a que se quede acá conmigo.

La conversación termino inconclusa y cuando su amiga se fue organizo a los chicos para la salida, por lo menos ya no tenía que seguir fingiendo una sonrisa por los chicos, por lo menos podía ser el mismo en su casa una noche. Camino hasta llegar a su casa ya que vivía cerca del jardín y saludo a su gata dándole comida y el apapacho que no recibió durante las horas de trabajo, estaba a punto de sentarse a Almorzar cuando el timbre lo descolocó y ahí estaba él, con dos latas de cerveza y una pizza, amaba que Lionel llegue en el momento indicado.

— ¿Puedo pasar?

— Hola, s-si pasa.

— Que lindo volver a tu casa después de... Tiempo, o sea ya se que volví hace poco pero es raro, en verdad pasaron varios años y está todo distinto

— Yo no se que voy a esperar de tu casa la verdad, ojalá un día pueda verla

— Sí, algún día vas a verla. — El silencio domino la situación hasta que Lionel empezó a divagar sobre la gata de Pablo, la bandera Argentina que colgaba, el mundial y más cosas sin sentido — ¿Decidiste algo?

Pablo suspiró agotado y se paro para caminar sin sentido, recto, doblando y recto otra vez, así caminaba frente a su ex novio mientras buscaba las palabras correctas para decidir quién sabe que.

— ¿Decidir? Yo decidí muchas cosas, decidí estar con vos, decidí cortarte, decidí vivir en esta casita, decidí ser maestro de jardín, dicidi cosas que jamás pensé que iba a hacer, ahora ¿Sabes cuál es el problema? Que no hay nada por decidir, ya está todo dicho, ya está todo establecido

— ¿Que está establecido? Porque en mi vida todo está dado vuelta

— Lío yo no quiero ser forro con vos, no quiero hacerte un mal, no quiero que te arrepientas de tu vida, de las decisiones que tomas por un amor adolescente, yo te amo pero jamás me perdonaría arruinarte tus planes

— Hablas como si tuviéramos veinte años Pablo dejate de joder — Lionel abrió una ventana para fumar pero el viento arrasó con todo y decidió guardar su adicción, no era momento — mí vida es feliz con vos, ahora, si a vos no te pasa lo mismo, si no te gusto más o no querés estar conmigo yo no te jodo, pero no me boludees

— Ya te dije la verdad, no puedo estar sin vos, te amo como si nunca nos hubiéramos separado, pero es... raro, volver así depronto, terminamos por mis problemas, sí, pero ¿Y si volver a vernos como pareja nos devuelve a los errores del pasado? ¿Y si te lastimo otra vez? Yo no quiero eso, no me lo perdonaría.

Aimar vio como el castaño se levantó dejando un beso en sus labios y acaricio lentamente a su gata Cumbia, la cual no se separaba de él.

— Te voy a esperar siempre, hasta que decidas

— no entendés nada Lionel No es así de fac-.

La puerta se cerró con fuerza y sintió su corazón romperse, romperse tal vez para no romper otras almas, pero Pablo lo único que buscaba era no lastimar a otros, no limitarlos a lo que el quiera o no quiera hacer, igualmente pase lo que pase, Lionel siempre sería el amor de su vida.

Simbolo de paz - Scaimar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora