XI. SHOWING YOU

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Cómo si un golpe de energía se hubiera apoderado del cuerpo de el castaño, Hiccup se levantó dirigiéndose a su Night Fury quien se sentó sobre sus extremidades traseras

-¡Justo ahora!, te diré lo básico, que tan amigables y leales pueden ser los dragones, pero primero, presentarte de un mejor modo a Chimuelo

Seguí al chico y me quedé detrás de él observando con curiosidad y algo alerta al dragón, mientras Hiccup con una sonrisa en labios acaricio un poco la cabeza del dragón quien recibió gustoso el cariño otorgado.

-Como una mascota...

Susurré para mí mismo ladeando un poco la cabeza, confundido cuando el Night Fury empujó un poco la mano de su jinete en busca de más caricias una vez que se detuvo, obedeciendo a su petición Hiccup regreso a sus acciones anteriores.

-Se que al principio no tuvieron una buena impresión entre ustedes, así que ¿Por qué no empezar de nuevo?

Hiccup me volteo a ver sonriendo mientras con la mano abierta me señalaba

-Chimuelo, él es Jack

Saludé al dragón alzando mi mano a la altura de mi rostro y sacudiéndola un poco, dioses, me siento ridículo, saludando al mayor peligro en dragones o bueno, uno de los mayores peligros...

-Jack, él es Chimuelo

-Hola Chimuelo, un gusto volver a conocerte

Solté una risita para poder relajarme, me sentía un poco tenso y algo imbécil en realidad, observé en silenció cómo el dragón se acercaba a mi olfateándome poco a poco, eso me puso demasiado nervioso, pero no podía bajar la guardia, mucho menos ahora que comenzaba a gruñirme

-Yo no hice nada

-Chimuelo, ¿qué pasa amigo?

El dragón volvió a gruñir mientras se alejaba poco a poco de mí, dirigió su mirada a mi cinturón, ambos miramos mis armas y luego yo mire a Hiccup serio, sabía lo que estaba pensando y que era lo que me iba a pedir

-Jack-

-Ni pienses que voy a soltar mis espadas Hiccup

Le interrumpí antes de que hablara más, con una mueca en mis labios coloqué mi derecha en el mango de mi espada provocando que Chimuelo gruñera nuevamente esta vez mostrando sus dientes y un poco más alto, Hiccup coloco su mano sobre la nariz del Fury y se colocó frente él

-Por favor, Jack, él desconfía en armas de extraños

-Lo siento Hiccup, pero no

-Para que Chimuelo pueda confiar en ti debes hacerlo confiar

Miré la mano extendida de Hiccup pidiendo silenciosamente mi arma, apreté un poco el mango mi espada pensando en que hacer, suspiré rendido y se la entregué forzosamente, parpadeé varias veces, atónito cuando el dragón se había sentado sobre sus patas traseras y con las pupilas grandes, la risa de Hiccup me hizo dirigir mi mirada hacia él.

-Lo mismo hizo conmigo cuando lo conocí, después te contaré esa historia

Me sonrió y se acercó a mí tomando mi mano derecha extendiéndola hacia el dragón, mi respiración se detuvo un poco al sentir a Hiccup tras mía, intente ignorar al chico concentrándome en mirar a su Fury.

-Respira, deja que él venga a ti, deja te conozca

Susurro sobre mi oído causándome un escalofrió que recorrió toda mi espira dorsal, miré de reojo al pecoso y luego a Chimuelo al percibir su caliente aliento sobre mi palma, la mano de Hiccup se posó en mi mentón tirando suavemente obligándome a que lo observara, nuestras miradas se conectaron y yo me perdí en el verde bosque que poseía aquel chico, el par de luceros que siempre me hipnotizaban, me atrapaban y hundían, y honestamente, amaba perderme en sus verdes ojos; el sentir la cálida respiración del dragón sobre mi mano me saco de mi ensoñación, quise voltear pero Hiccup lo impidió

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