10-Melancolia

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El corredor estaba obscuro, hacía frío, pero mi piel estaba caliente cubierta de sudor, mi corazón latía muy rápido, lo quería a él, no me importaba que apenas unos minutos atrás asesino a sangre fria a una persona, lo necesitaba tanto , casi podia sentir su olor, su calor, lo tome del hombro y lo voltee con fuerza.

No era Román

Era un hombre con barba casi de su misma altura, se alejo de mí lo más rápido que pudo, como si le quemara mi tacto, su pecho subía y bajaba muy rápido,
-No deberías estar aquí Omega- me miró con enojo, pero después desvío la mirada a mi mejilla y solo pude ver terror en su expresión, su rostro se puso pálido, y la frente le empezó a sudar.
-Te corto- sus ojos no se despegaban de mi herida, la mano con la que sostenia la pistola empezó a temblar, me aleje de él, todavía tenía el cuchillo si intentaba algo, lo destrozaría.
-El no sabe que peleas aquí verdad?- sonrió como un lunático
-cuando se entere va a quemar todo el lugar hasta los cimientos, con todos adentro, - me quedé callado, no aparte la vista del hombre, tenía el olor de roman impregnado en su ropa, era muy tenue pero ahí estaba.
-Donde está Román- el me ignoro, ladeó su cabeza y jalo su cabello con fuerza hasta arrancar un gran mechón de su cráneo me estaba asustado que le pasaba a este tipo, lentamente alzo el arma que tenía en su mano derecha, empecé a caminar hacia atrás, podía escuchar los latidos de mi corazón en mis oídos con cada paso que daba para alejarme del hombre, me iba a disparar?
empezó a balbusear.
-Solo tenía un trabajo, cuidarte, como iba a saber que vendrías a este lugar de porquería, lo único que tú tenías que hacer era quedarte en casa, hasta que el jefe saciara su hambre- volvió a arrancarse un mechón de cabello,
-lo arruinaste todo - limpio el sudor de su frente
-Arruine que ? - me miró, sus ojos estaban muy abiertos, parecía un maníaco, su pecho subía y bajaba muy rápido, como si le costará respirar.
-se me dio la orden, de no dejar que nadie te hiciera daño, ni un solo golpe o rasguño, si fallaba mi vida sería tomada a cambio - levanto el arma con su mano temblorosa, hasta ponerla en su sien.
-No puedo desobedecer, Su voz está adentro de mi cabeza, una y otra vez, se repite, una y otra vez, la presión en mi cerebro es demaciada, duele, necesito liberar la presión- su nariz empezó a sangrar, y de sus ojos brotaron lágrimas rojas, empezó a golpear su frente con su puño, muy fuerte.
-Para El, una gota de tu sangre, vale más que la vida de cientos de personas.- jalo el gatillo, el ruido me aturdió, la sangre se esparció por las paredes, me salpicó los brazos y la cara, su cuerpo callo al suelo sin vida.

Me quedé quieto observando la escena, el olor de la sangre lo impregnó todo, sus ojos aún estaban abiertos mirándome, me picaba la piel dónde la sangre me había caído.

Román fue quien lo asesino.

O

Fui yo ?

Si no hubiera venido a este lugar donde la muerte esta impregnada en cada pared, el hombre aún estaría vivo, pero acaso eso importa?

Yo no lo conocía, no era nadie para mí, su muerte era insignificante, fruncí el seño, yo pensaba así ?

Mire detenidamente su cuerpo bañado en sangre, su globo ocular completamente rojo, las venas de su cabeza estaban muy marcadas parecía que explotarían por la presión en cualquier momento.

No sentí nada.

Me di media vuelta y me aleje del cuerpo, no quería que me culparán de otro asesinato, camine con tranquilidad de regreso a la fosa, ya no había nadie, estaba completamente vacío toda la gente se había ido asustada por el disparo, el cuerpo del destripador seguía en medio de la arena, todo a su alrededor estaba cubierto de sangre, rodee las gradas hasta entrar en el corredor que daba al vestidor,
Me cambiaria y regresaría a casa, estaba cansado, tenía sueño y hambre, no fue buena idea regresar aquí.

Con Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora