Rachel
El taxi nos deja justo en la puerta de un gran hotel. Aquí es la fiesta a la que debíamos asistir, aunque odie decirlo no me desagrada disfrutar una sola vez.
Veo a Sam que se queda boca vierta al ver el hotel de lujo. Es bonito lo sé, pero no vengo porque quiero o porque este invitada. Bueno si lo estoy lo que por unas invitaciones falsas que conseguí. Vengo para terminar el dichoso trabajo o al menos para adelantar algo.
Odio no poder terminar mi trabajo de una vez, pero es que este hombre es peligroso y no puedo ser tan tonta, siendo tan vieja en mi trabajo. No tengo una fortuna para morir y dejarla sin al menos verla gastado.
Entramos enseño las invitaciones, no les prestan mucha importancia ya que esta gente al verte vestir ropa cara ya piensan que eres rico o millonario. Y es uno de sus errores y una gran ventaja para mi.
— Vamos a por unas copas. - le digo a Sam. En verdad lo de las copas es solo un disimulo para poder ver mejor el lugar, y así encontrar a mi presa.
Pasan unos minutos y no veo nada que me interese, hasta que captó un movimiento o mejor dicho un pelo color rubio dorado, imposible de olvidar y de no divisar.
— Espérame un minuto aquí voy a saludar a una persona.- no la dejo responder y voy en dirección al rubio que a unos metros nota mi presencia. Se voltea hacía mi y solo sonrió de lado, voy a su dirección justo cuando creyó que iba a detenerme a saludarlo le pasó por el lado y saludo a otra persona en este caso, a Scorpion.
Su cara se desfigura un poco pero se recupera lo más rápido posible. Siento esa satisfacción de saber que el me esperaba, que me reconoció al instante de verme visto.
— Hola como estas. Hace cuanto no nos veíamos. ¿Un año o dos? . No lo recuerdo con exactitud. - dice Scorpion como si no nos viéramos ase años. Me encanta hacer trabajos con el porque es un actor estupendo y lo sabe.
— Estoy bien. Dos años sin vernos. -finjo la sonrisa más feliz de mi vida. Soy pésima actuando, creo que por eso es que lo odio tanto.
— Cierto ¿Una copa ? - dice con una sonrisa.
— Claro , como negarle una copa a un amigo de tantos años. - mira disimuladamente atras de mi, y lo veo mirándome. Le muestro mi mejor sonrisa una de esas, que sabes que la van a entender. Le demuestro que lo ví mirándome y me devuelve la sonrisa con un levantamiento de su copa. Igual le muestro la mía que acaban de darmela.
Le marco un mensaje a Sam a su teléfono y le digo que venga que estoy por el bar y así hace. Los presento y le digo a Sam que me acompañe al baño.
— Mateo nos vemos luego. - me inclino para darle un beso en la mejilla y le digo al oído.— Es tu turno de actuar, no nos jodas la obra. - con esas palabras me despido.
Y me dirijo al baño. Tal como creí antes siquiera de llegar a la puerta me cojen por la muñeca, ese olor lo conozco y no hay que ser adivino para saber quién es. Me giro lentamente y me topo con unos ojos de un color ámbar increíble. Nunca había visto unos ojos de ese color, tan llamativos.
— Hola de nuevo. Espero que hoy si puedas aceptarme una copa. - lo dice con una sonrisa, una que se le marcan unos minusculos hoyulos. — Porque no aceptaría un no como respuesta.
— Está bien. ¿Me darías un momento?.- digo esto señalando la puerta del cuarto de baño donde Sam me espera.
— Como gustes. - después de decir eso se retira.
Entro y Sam me mira con una sonrisa por la cara que e puesto después de entrar al baño. Se le ve divertida y yo agobiada.
— Odio tener que fingir que me gusta o que me agrada alguien. Es lo más molesto que hay. - la miro y aún sigue con una pequeña sonrisa. — Muy bien llegó la hora de actuar.
Salgo y lo veo conversando con una mujer. En el momento en que se da cuánta de mi presencia se disculpa con la chica con educación y viene en mi búsqueda. En el camino interfiere a un camarero y le quita una copa de champagne rosa. Me la ofrece y la acepto.
— Sabes no pensé verte esta noche, pero me encantó encontrarte. - ¿Está ligando? Escucho una risita y miro a Sam se le a escapado una sonrisa de diversión. Me siento roja no se si de la vergüenza o de rabia¿O tal vez de ambas?. — ¿Estas bien? Te has puesto roja. - dice con tono entre divertido y preocupado.
— Si lo estoy es solo que e ingerido demaciado alcohol. - digo entregando mi copa a medio beber a un camarero.
— Ok. Bailamos, adoro está canción. - lo miro atónita, me estaba invitando a bailar. Y justamente estaba sonando ‘Someone you loved’ de Lewis Capaldi. Esto tiene que ser una puta broma. Es que vaya, en serio, esa música no combina nada conmigo. Forzo una sonrisa y acepto su mano.
— Claro. - empezamos a bailar al compás de la música. Al menos no quedaré en ridículo. A más de la mitad del baile le piso el pie aposta. Y tal como creí paramos de bailar. — O lo siento mucho, creo que me e entretenido un poco. - finjo cara de pena y vergüenza.
— No te preocupes, lo entiendo yo también me entretuve por un momento.- lo dice de forma pícara, incluso con una sonrisa de lado. No sé si lo que está tramando con esas sonrisas, y miradas e incluso invitaciones, es verdadero o es una farsa para tratar de desviarme de mi trabajo. Pero muy mal para el, porque no lo está consiguiendo.
Miro mi teléfono y son las 12:15 AM. Y a la vez me doy cuenta que no tengo cobertura.
El rubio me lee la mente al decirme:
— No tenemos cobertura aquí adentro, al ser una fiesta exclusiva.- dice y ve mi duda y me responde. — Aquí como ves, hay personas que son de la alta sociedad. Y mira bien, acaso ves a alguno de esos señores con mujeres de su edad o unos añitos menores. - eso último lo dice riendo. Y hay es que caigo en el porque de todo.
— Bueno si me disculpas, tenemos que irnos. Ya es tarde.
— Puedo llevarlas si quieren. - se ofrece. Y le daré lo que quiere le diré lo que exactamente quiere oír.
— No es necesario. Sería demaciada molestia ya por esta noche. - digo bajando un poco la cabeza.
— O no, no, no es ninguna molestia, para mí llevarte.
— Bueno si insistes, esta bien. Sam nos vamos ya.
Nos dirigimos a la salida y en menos de 10 segundos tenemos un Lamborghini venom ( Veneno ) . De color beige . Es justo lo que me esperaba de alguien como él.
Conduce en silencio. Yo y Sam no tenemos ánimos de hablar y la entiendo. Ella tiene su cabeza recostada en mi hombro. Me recuerda tanto a mi hermana.— No me has dicho la dirección a la que tengo que ir. - me pregunta, mirando a través del espejo retrovisor.
— Dobla a la derecha a dos cuadras en el edificio azul. - le digo y siento como Sam va a decirme algo, pero la intercepto poniéndole la mano en la cabeza, en señal de que no diga nada. Y eso hace, se queda quieta. Para el coche donde le indico y nos bajamos.
— Fue un gusto,poder pasar la noche con unas excelentes chicas como ustedes. Espero se repita. - dice con una sonrisa en el rostro que podría desarmar a cualquier chica, pero no a mí. Pero tengo que seguirle la corriente, si quiero que esto funcione.
— Veamos que nos depara el destino snake. - digo con una sonrisa en el rostro.
— Espero que ese destino este a mi favor viper.
Como coño sabe mi seudónimo. Oh, oh, oh esto es peor de lo que pense.Y así sin más se va y me deja con la duda.
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Hola espero que les guste el cap. ¿ Cómo Snake sabe el seudónimo de Rachel? ¿Acaso el ya la conocía de algo o alguien?
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¿Y si no son mariposas?
Teen FictionRachel una joven con un oscuro pasado, hará lo posible por protejer a Sam una chica a le está anterior había salvado de unos matones . La primera quiere venganza, la segunda solo quiere vivir tranquila.