Capítulo VII: Fecha temida

1 0 0
                                    

Escena 1:

Sentados en los escalones que llevaban a la entrada de la mansión, Aimi y Narciso comían melón. Aimi veía como los miembros de la SC comían juntos en un día de convivencia, por otro lado, Narciso vigilaba a Noroi de reojo, quien sólo estaba trepado en un árbol jugando con su collar bastante entretenido.

- Si queremos matar a un condenado como el "Rey", será mientras duerme - Explicaba Aimi con seguridad - Mi hermano decía que los condenados con "particularidades mutantes" requieren trampas - Agregaba.

- ¿Tu hermano? - Pregunto Narciso con interés.

- Un simple cerdo - Contestó Aimi mostrando asco al pensar en su hermano.

Narciso no supo que comentar acerca de eso, se le complicaba consolar con los temas familiares al tener el lujo de una vida estable con sus padres, así que se limitó a acariciar la cabeza de Aimi esperando que esta reaccionara de forma positiva, y así fue, pues esta se recostó sobre su hombro.

- Quiero proteger esto - Comentaba Aimi mostrando una mirada tierna - Haremos lo que sea necesario - Agregaba.

Arruinando el momento, el enmascarado que vio Miguel hace un día hacía acto de presencia, acercándose desde la entrada, parecía que brinco la muralla, se robo las miradas de todos al notar su presencia.

- ¡¿Que se le ofrece?! - Preguntaba Narciso de forma educada.

- ¡Entreguennos al Rey de los monstruos! - Ordenaba la enmascarada.

Antes de que alguien pudiera responderle, Noroi apareció detrás de ella en el aire teniendo un ojo amarillo y otro rojo, planeaba matar a la mujer pero esta esquivo la patada que Noroi intento conectarla, esto dejo impresionados a todos, y la sorpresa aumento cuando esta lo tomó del pie y lo azotó contra el suelo.

- Agradezco su cooperación - Mencionó la fémina de forma amable.

La fémina vio a través de su máscara a Noroi, esta inclino la cabeza y se puso de cuclillas para poder observarlo mejor. Noroi permanecía en el suelo esperando el momento preciso para atacar y matarla.

- Eres bastante lindo - Murmuró la fémina teniendo la voz agitada.

- Jódete - Insulto Noroi de forma hostil.

Narciso se acercó al par, agitaba las manos en señal de que tratarán de calmarse, tanto Noroi como la enmascarada le dieron una expresión de desagrado por su interrupción, así que Narciso no tuvo otra opción más que tomar su distancia. Aimi y los demás veían esto con miedo de que sucediera algo malo para ellos.

- ¡¿Por qué no vienen el 24 de junio?! - Ofrecia Miguel con tono burlon.

- ¡¿Que?! - Exclamaron la enmascarada y Narciso a la par.

La enmascarada dirigio su mirada a Miguel, posteriormente también lo hicieron el resto de presentes. Miguel comía una pierna de pollo con tranquilidad. La enmascarada camino hacia Miguel ignorando a Narciso y Noroi.
- ¿Por qué el 24 de junio? - Cuestionó la enmascarada intrigada por su propuesta.

- ¡Si, Miguel, ¿por qué?! - Exclamaba Narciso teniendo la voz temblorosa y tratando de ocultar sus nervios por su caída.

- ¿Realmente quieres hacer esto un sábado? - Cuestiono Miguel con un tono risueño - Mejor un miércoles que nunca pasa nada - Ofrecia.

La enmascarada acaricio su menton bajo la máscara, reflexionando lo dicho por Miguel, por lo visto, era una chica simple e infantil, pues al final eso la convenció, levantó a Noroi, lo sacudió, le dio una nalgada; lo cual molesto a este y le tiro una bofetada que ella esquivo, y se fue caminando hacia la salida

- Vuelvo el miércoles - Avisaba la enmascarada mientras trepaba la muralla.

Escena 2:

En la mansión, todos a excepción de Aimi, Miguel y Noroi estaban presentes, quejándose con Narciso de los problemas que habían sucedido esta semana, estaban asustados, temían por sus vidas, no querían correr riesgos por proteger al Rey de los monstruos, pero sabían que el podía protegerlos por la visión de Miguel, estaban bastante confundidos y alterados.

- Oigan calmense - Pedía Narciso con calidez emanando el gas rosa - Todo va a estar bien - Aseguraba - Lo vamos a resolver - Agrego.

Ante la emanación del gas rosa todos los presentes se tranquilizaron y salieron pacíficamente de la mansión, tras esto, Aimi entró preocupada a abrazar a Narciso, este le correspondió temeroso por lo que estaba sucediendo.

- Lo vamos a resolver - Aseguraba Narciso intentando mantener la calma.

- En la noche, yo mataré a ese imbecil - Juraba Aimi llena de rabia.

- De acuerdo - Contestó Narciso sin estar completamente seguro.

Escena 3:

Ya en la noche, Aimi se acercaba a la muralla, viendo a Noroi, quien observaba el cielo estrellado con mucha atención. Aimi estaba cansada y quería dormir, pero debía mantenerse despierta para matar a Noroi cuando durmiera.

- ¿Que haces? - Preguntaba Aimi con intriga.

- Mi mejor amigo, en la noche veía las estrellas y les ponía nombres - Recordaba Noroi sintiendo bastante nostalgia - Así que estoy haciendo lo mismo - Explicó.

- Las estrellas ya tienen nombre - Explico Aimi al tomar lo dicho como literal.

Noroi se limito a ignorar a Aimi, al igual que ella, el la veía como una persona estúpida con la cual no tenía el caso interactuar lo mínimo, asi que siguió viendo las estrellas. Aimi se percato que el ser demasiado seria con el no funcionaría, al parecer su limitada inteligencia le impedía relacionarse con alguien como ella, consideraba de forma arrogante.

- ¿Me dirías el nombre de una estrella? - Preguntó Aimi tratando de ser amable.

Noroi señaló una estrella junto a la luna la cual brillaba ligeramente menos que el resto, además de estar apartada de las demás. Aimi la vio con atención esperando que Noroi le explicara las incoherencias que fuera a decir.

- Se llama Aimi - Nombro Noroi con tranquilidad - Es arrogante y se aparta de los demás, y se apega a lo que llama la atención para resaltar - Describía.

- Idiota - Exclamó Aimi preparada para irse.

- Pero a pesar de su personalidad detestable, se preocupa genuinamente por otros - Noroi extendía la descripción.

Aimi se freno al oír eso. Noroi realmente la confundía, lo odiaba por eso, sus acciones siempre eran extrañas, como cuando se sacrifico para protegerla con los niños, sin embargo, era grosero y ponía a todos en peligro al ser impulsivo, y ahora era dulce a pesar de que suele ser grosero constantemente.

- ¿Alguna otra? - Preguntaba Aimi volviendo a ver el cielo.

Noroi señaló una estrella que brillaba con intensidad pero se encontraba sola. Aimi apareció junto a él dando uso de su habilidad. Aimi estaba sentada en la muralla mientras Noroi estaba de pie.

- Esa se llama Rodriguez - Nombro Noroi entre risas.

- ¿Por qué? - Preguntó Aimi de forma curiosa.

- Una vez cuando Nadine y yo jugábamos chocamos con el dueño de una tienda; Rodriguez era su apellido - Contaba Noroi con nostalgia y alegría en su hablar - Se enojo tanto que su cara brillaba por el sudor - Decía entre risas.

Aimi escucho atentamente cada una de las historias que Noroi le empezó a contar, la alegría que este emanaba hacia verlo como alguien normal, tanto así que Aimi olvido su objetivo de matarlo, gozaba de escuchar esas historias tan absurdas por parte de el psicopata Rey de los monstruos, era una extraña combinación que le gustaba.

Escena 4:

Aimi llegaba a la habitación donde Narciso dormía, acostándose junto a él. Narciso abrazo a Aimi de forma instintiva haciendo a esta sentir segura, y así, ella pudo dormir. Desde la ventana, Noroi vigilaba intrigado el momento.

- No creo que merezca ser feliz - Decía Noroi refiriéndose a Aimi - Pero a Nadine no le gustaría que interviniera - Consideraba.

CondenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora