Capítulo X: Celos

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Escena 1:

El día era lluvioso, todos en la SC se refugiaban a excepción de Noroi que se encontraba sobre el techo de una de las cabañas, pero por el momento no nos fijaremos en el, sino en Aimi y Narciso, quienes se encontraban en su habitación viendo una película animada. Narciso se notaba algo ansiosa pues no dejaba de jugar con sus dedos y mover las piernas de un lado a otro, Aimi noto esto a lo que tomo las mejillas de Narciso para que este se concentrará en ella. Narciso vio los ojos color fuego de Aimi sintiendo gran vergüenza.

- ¿Que te preocupa? - Preguntaba Aimi mostrando una calida sonrisa.

- Miguel me dijo que ayer seria mi caída a manos de el Rey - Contaba Narciso con la voz temblorosa - Pero todo está bien - Admiro.

- Quizás se equivoco - Concluía Aimi con facilidad y calma.

- ¿O...? - Exclamó Narciso temeroso.

Para distraer un poco a Narciso, Aimi comenzó a besar a Narciso de forma apasionada, jugando un poco con su lengua de forma bastante erotica. Narciso seguía el juego de Aimi pero bastante nervioso al no tener mucha experiencia en esto. Aimi se subió sobre el y los envolvió en el cobertor siguiendo con los besos.

- Aimi, ¿que harás? - Preguntaba Narciso con nervios.

- ¿Tienes experiencia? - Pregunto Aimi de forma seductora.

- No - Contestó Narciso de forma penosa.
- Entonces tomare tu virginidad - Respondía Aimi a la pregunta riendo entre dientes.

Aimi comenzó a desabrochar su camisa dejando ver su sostén que cubría sus pechos pequeños pero firmes, además de su torso delgado con varias cortadas y quemaduras. Aimi tenía un cuerpo bastante lastimado. Narciso contempló el cuerpo de Aimi maravillado por tal belleza.

Escena 2:

A la mañana siguiente, Aimi despertó al recibir la luz del sol directo a la cara, vio a Narciso dormir abrazado a ella, esto le produjo ternura pero tuvo que apartarlo para levantarse y ponerse sus pantuflas. Camino a la salida de la habitación solo vistiendo sus bragas y la camisa mal abotonada. Al salir del cuarto se encontró con Noroi jugando solitario en la sala, cruzando miradas con el prefiriendo ignorar su presencia.

- Deberían ponerle llave a la casa si harán cochinadas - Comentó Noroi de forma burlona.

- Como si eso te frenará de entrar - Contestó Aimi usando el mismo tono que Noroi.

Aimi se dirigió a la cocina para abrir el refrigerador y sacar el cono de leche del cual empezó a beber estando bastante sedienta. Noroi permanecía en la sala jugando al solitario al no tener nada mejor que hacer.

- ¿Planeas irte pronto? - Cuestionaba Aimi tratando de correrlo de la SC.

- Me quedare aquí un tiempo - Contestó Noroi mientras se recostaba en el sofá - Después de todo, me necesitan - Agrego de forma arrogante.

Sin sentir vergüenza alguna, Aimi se sentó junto a Noroi y encendió el televisor, ambos siguieron en lo suyo: Noroi jugando con las cartas y Aimi buscando algo para ver en la televisión entre los tantos canales que había; cosa que no le agradaba pues estaba acostumbrada a tener 10 canales en la televisión.

- ¿Que sugieres ver? - Preguntaba Aimi de forma casual.

- Pon las noticias - Indicó Noroi despreocupado.

- Ok - Contestó Aimi con frialdad.

Al no tener nada mejor para ver, Aimi buscaría el cabal de noticias hasta encontrarlo, en el cual mostraba la escena censurada en la que un hombre con capucha negra peleaba con miembros de la OPA, los cuales eran incrustados contra el suelo por unos extraños tubos de acero que salían de la nada.

- ¡El peligroso Moad a eliminado a 30 soldados de la OPA en tan solo 5 minutos!¡Esto es sumamente aterrador! - Narraba el reportero que se encontraba en la escena.

La transmisión terminó terminó ese momento ya que la reportera fue incrustada por uno de esos tubos, así que las noticias cambiaron a un tema relacionado a chismes sobre actores. Aimi vio eso con asco, aunque ya estaba acostumbrada a ver escenas como esas por su hermano mayor, no dejaba de sentir repulsión.

- ¿Por qué no matas a Moad? - Cuestiono Aimi tratando de relajarse - ¡Seguro alguien como tu acabaría con el fácilmente! - Motivaba.

- El enviado de Dios; Moad, ya me venció en el pasado - Contaba Noroi con resentimiento - Y hace dos semanas mato al héroe de la esperanza - Recordaba - Soy una mosca ante el - Se menospreciaba con miedo.

Al escuchar esos comentarios por parte de Noroi, Aimi sintió cierto asombro, para ella, el Rey de los monstruos era una basura invencible que por eso seguía vivo y haciendo de las suyas como niño mimado de 13 años, así que era increíble que ya alguien hubiera podido ganarle, aunque, Moad tenía más fama que el.

- Ustedes dos, junto con el héroe y Narciso son unos de los cuatro, ¿no? - Preguntaba Aimi con curiosidad - ¿Por qué les dicen así? - Cuestionaba.

- No sabía que eramos cuatro así que Narciso debe ser reciente que lo agregaron - Contestaba Noroi despreocupado - Pero eramos los tres porque complicabamos el trabajo de la OPA - Explicó con seriedad.

Escena 4:

Narciso finalmente despertó, feliz por lo sucedido la noche anterior, se levantó descalzo, visto una bata para cubrir su delgaducho cuerpo y abrió las ventanas viendo a los niños jugar desde temprano y a las señoras platicar.

- ¡Que buen día! - Exclamó Narciso con alegría.

Corrió hacia afuera de la habitación para buscar a Aimi y darle mucho cariño pero se sorprendió al encontrarse con ella en la sala jugando a las cartas con Noroi en una escena bastante extraña pues ella traía poca ropa.

- ¿Que pasa aquí? - Pregunto Narciso manteniendo su sonrisa pero sintiendo muchos celos.

- Jugamos cartas - Contestó Aimi mostrando una sonrisa dulce.

- Rey de la mierda, sal de aqui - Ordenó Narciso con enfado pero sin dejar de sonreír.

Debido a la intensidad con la que Narciso daba la orden, el gas rosa era bastante visible para Aimi al el ataque no ser contra ella. Noroi estornudó de forma burlona al sentir esa habilidad contra el. Narciso se molesto aún más por esto.

- Lindo, cálmate - Pedía Aimi de forma dulce.

- Las habilidades que alteran las actitudes de otros no surten efecto en mi - Alardeo Noroi de forma victoriosa - Tu control mental jamás me tocara y ya deberías saberlo - Burlo.

- ¡Lárgate de mi casa! - Ordenaba Narciso de forma agresiva sin ocultar su furia.

Aimi se exaltó ante la conducta de su novio. Noroi, por otro lado, se sintió bastante ofendido por el hecho de que Narciso creía que podía darle órdenes, se levantó de el sofá y de un puñetazo arrojó a Narciso contra la pared. Aimi apareció entre los dos para evitar una pelea ya que sabía que Noroi sería el vencedor fácilmente.

- ¡Una pelea, cabron! - Desafío Narciso frustrado.

- ¡Narciso! - Callaba Aimi preocupada.

- ¡Acepto! - Contestó Noroi entusiasmado por pelear.

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