Capítulo VIII: Confrontación

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Escena 1:

La lluvia comenzó a caer de repente empapando a todos aquellos que estuvieran afuera. Todos se ocultaban para no ser mojados, entre ellos, Aimi y Narciso que veían la lluvia caer desde la entrada de un centro comercial mientras comían helado. Aimi veía de reojo a Narciso teniendo las mejillas rojas.

- Mañana vendrá la OPA - Recordaba Narciso - Eso será un problema - Quejó.

- Lo enfrentaremos juntos - Aseguro Aimi mientras tomaba la mano de su contrario - Seguro estaremos bien - Tranquilizaba.

Narciso acercó su helado a los labios de Aimi dándole un poco. Aimi lo vio nerviosa, estando sumamente avergonzada pero disfrutaba el momento, era lindo que alguien la tratara como si fuera una niña pequeña.

- Tu y yo cuidaremos a esas personas - Mencionaba Narciso con dulzura.

Escena 2:

En la iglesia, Noroi se encontraba viendo la estatua de Dios con algo de repulsión, odiaba toda clase de religiones, y si se encontraba ahí era porque estaba esperando que el padre lo entendiera para una breve charla acerca de Nadine.

- ¿Por qué me quitaste a mi amigo? - Reclamaba Noroi a la estatua de Cristo.

Escena 3:

Entre la arboleda de la SC, Miguel revisaba las camionetas de la OPA que fueron abandonadas, o bueno, lo que quedaba de ellas. Entre los escenarios, Miguel se encontró con una especie de muñeco de arcilla destruido.

- Oh, mierda... - Exclamó con preocupación.

De forma apresurada, Miguel se guardo el muñeco entre los bolsillos para dirigirse a la salida, la reja le fue abierta usando la contraseña, salió de ahí y tiro el muñeco por una coladera, una vez se deshizo de eso regreso al interior de la SC y cerró la reja volviendo a poner la contraseña.

- Narciso no se debe enterar de esto - Pensaba bastante nervioso.

Miguel camino de regreso a las cabañas donde se escondió en una, la que era de el, la había pedido al ser la más pequeña y para solo una persona. Empezó a recoger sus cosas con prisa, preparándose para irse de ahí.

- Están "condenados" - Mencionaba con ironía.

Escena 4:

Llegado el día, Narciso se encontraba en la entrada de la SC, esperando la llegada de la OPA, trataría de razonar con ellos, pero de ser necesario, entregaría a Noroi, después de todo, era algo que le beneficiaba pero debía aparentar preocupación por un camarada Condenado. Por otro lado, los presentes también consideraban sacrificar a Noroi, pero manteniendo su moral y negándose a la idea de hacerlo.

- Que estupidez - Comentó Noroi, quien se encontraba sobre la muralla - He destruido ciudades. Puedo con ellos - Mencionaba despreocupado.

- Quizás puedas con los que vengas, pero no me arriesgare a que la OPA se venga contra nosotros - Explicaba Narciso manteniendo su educación.

Desde la distancia, se vio como un misil se aproximaba, parecía no intentarían dialogar con ellos,. La OPA aprovecharía la situación para matar a cuantos Condenados les fuera posible, de todas formas nunca les agrado la idea de la SC, y que tuvieran al Rey de los monstruos con ellos era la excusa perfecta para acabarlos.

- Impresionante - Exclamó Noroi asombrado por su valía.

Una bola de fuego por parte de uno de los miembros de la SC detuvo el misil en el aire, generando una onda expansiva que sacudió a Noroi al estar bastante cerca. Noroi se mostró entusiasmado por poder matar gente, sintiéndose como niño en mañana de navidad.

- ¡Vengan, hijos de perra! - Incitaba Noroi con emoción.

Narciso se percato que estaban rodeados de espectadores y una barricada puesta por la policía, solo pudo cuestionarse cuanto tiempo llevaba ahí que recién se había dado cuenta de que había sido colocada.

- ¡Oh, pequeña SC! - Exclamó el hombre de ojos pálidos apareciendo en una camioneta como copiloto - ¡Son problemáticos! - Criticaba.

Emocionado por esto, Noroi mostró sus ojos amarillos para así desaparecer de la muralla, a su par, Aimi desapareció, causando que ambos chocarán en el aire, pues Aimi trataba de detenerlo y que no hiciera una estupidez. Ambos cayeron contra un local de comida cerrado.

- ¡Ataquen! - Ordenaba el líder.

Rápidamente, Narciso abrió la reja y salió a la acera viendo como todos los soldados de la OPA apuntaban con sus armas, dirigió su mirada a Aimi, la cual forcejeaba con Noroi para evitar que este matará a tantas personas como quisiera.

- ¡No ataquen! - Ordenó Narciso con un tono de voz firme.

- ¿Que? - Exclamó el líder del equipo de la OPA.

El gas rosa emanado por la boca de Narciso afecto tanto a los miembros de la OPA como de la SC, a excepción de Noroi y Aimi que seguían peleando. Del auto de la OPA bajo la enmascarada cargando un sable, caminando a paso moderado hacia Narciso, pareciendo no ser afectada por el gas de este.

- ¡No dialogan! - Reclamó Narciso mostrándose ligeramente enojado.

La enmascarada corrió a gran velocidad hacia Narciso y cuando estaba a punto de apuñalar a este, Aimi apareció sobre ella desviando su ataque al suelo de una patada. Noroi apareció tras la enmascarada teniendo un ojo amarillo y uno rojo, dirigiendo un puñetazo a la cabeza de esta, y gracias a la distracción de Aimi, logro golpearla pero esto solo hizo que se estremeciera por el impacto. Todos estaban impresionados por su resistencia.

- Son adorables - Murmuró la enmascarada con ternura.

Haciendo un giro de 180°, la enmascarada impacto una patada contra Noroi arrojando a este contra el suelo, procedió a apuñalar a Aimi en un hombro y derribarla. Narciso emano su gas tras haber susurrado algo que no se entendió muy bien pero esto no pareció hacerle efecto a la enmascarada, quien sólo apunto el sable a Narciso señalando que sería el siguiente.

- ¿Por qué un condenado ayuda a la OPA - Cuestiono Narciso confundido.

Escena 5:

En una cafetería, la cual marca "closed", se encontraba Miguel viendo hacia su interior con curiosidad, parecía estar buscando algo o alguien allí dentro. Kara; la chica peliazul que había llamado a la enmascarada días atrás apareció junto a él bajándose del carro en el que venían.

- Cuanto tiempo, Miguel - Comentaba Kara con nostalgia.

- ¿Me trajiste por que vas a matarme? - Cuestiono Miguel algo risueño.

- El héroe de la esperanza daño gran parte de la base central de la OPA en Japón - Contaba Kara algo molesta - Se que eras su informante, quiero saber quienes le ayudaron - Ordenaba Kara mostrando una mirada intimidante.

- Matame - Pidió Miguel como muestra de negación a su orden.

Al haberse negado, Kara no tenía planeado insistir o amenazar a Miguel de nada, se limito a darse la vuelta y retirarse del lugar a paso lento. Miguel miraba como Kara se retiraba del lugar, se sentía aliviado de que no lo hubiera amenazado, Kara le daba bastante miedo cuando estaba enojada, después de todo, se conocían de tiempo.

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