Fer

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Fue por pura casualidad que fui capaz de verlo, de otra manera me hubiera perdido de aquella vista, si tuviera que describirlo lo llamaría inocente y lindo.

Ayanokouji miró su helado por unos segundos antes de morder un buen pedazo y saborearlo, un instante después sus ojos perdieron foco por unos segundos y miró al helado con una mirada estupefacta, el volvió a morder el helado y la atmósfera alrededor de Ayanokouji cambió drásticamente.

Normalmente Ayanokouji tiene una mirada aburrida, como si no hubiera nada en el mundo que tuviera valor alguno ante sus ojos, como si ya lo hubiera visto todo. Al verlo masticando el helado la imagen que tenía de él se rompió, tal vez el si es una persona normal que no sabe comunicarse.

-¿Pasa algo?

Mientras estaba distraída en mis pensamientos su voz me alarmó, ¿estaba mirando muy fijamente?

-N-nada, ¿te gusto?

Ayanokouji asintió regresando su mirada al helado. Ambos regresamos a un paso relajado, Ayanokouji parecía seguir intentando morder el helado de forma torpe, después de un rato empezó a lamerlo al igual que yo, tal vez lo hizo al verme haciéndolo.

Durante el camino no pude evitar mirar a Ayanokouji de vez en cuando, realmente mi perspectiva de el cambio drásticamente, siendo sincera antes lo veía como alguien antipático que me estaba haciendo un favor por motivos, ya sea que le agrade o que simplemente no tenga nada mejor que hacer. Ahora realmente no lo puedo ver como eso, el parece una persona completamente distinta.

Cuando llegamos a nuestras casas cada uno sacó sus llaves, apenas entreabrí la puerta me gire a verlo y me despedí.

-Te veo el lunes, cuídate.

Aunque me mira con la misma mirada neutra de siempre quiero intentar entender que es lo que realmente siente o piensa.

-Hasta luego.

Cuando abrí la puerta y miré al frente casi me pego con el techo por el susto, mi madre que me miraba sonriendo de par en par me estaba fijamente. Dios, dime que ella no oyó.

-¡Kei! Bienvenida a casa.

Ella se abalanzó y me abrazó con fuerza, soy afortunada de que mi mamá sea así de cariñosa conmigo, de otra forma no se que hubiera sido de mi.

-Hola ma, llegaste temprano hoy.

-Íbamos a ir a celebrar que acabamos un proyecto pero mentí para poder regresarme temprano. Te preparé algo de comida, entra.

Mi madre empujó ligeramente mi espalda para que entrara, entré pero noté algo raro. Ella no estaba detrás mío, la puerta estaba abierta...

:)

Al escuchar el timbre me puse alerta, miré a través de la mirilla listo para reaccionar a cualquier cosa, pero me sorprendí, la persona al otro lado es una mujer de cabello corto color dorado, con ojos morados y estaba mirando a la puerta con una sonrisa.

Abrí la puerta y la miré.

-Hola...

No estoy muy seguro de cómo debí haber respondido, ¿tal vez quien es? O ¿qué quiere?

-Me llamo Karuizawa Fer, vivo al lado ¡mucho gusto!

Oh

-Yo soy Ayanokouji Kiyotaka, mucho gusto.

-¿Están tus padres en casa?

Gire mi cabeza hacías los lados.

-Soy la mamá de Kei por si no te he dicho, pensaba que sería bueno presentarme ¿te gustaría pasar a comer algo?

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