Capítulo 12

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Chanyeol lo escoltó rápidamente a la universidad, donde al llegar, Hoseok bajó con prisa de la camioneta, no sin antes agradecerle por el aventón, aunque este le replicó que ese era su trabajo, más no tenía tiempo de responderle.

Al adentrarse a su salón de clases, no caminó ni dos centímetros cuando ya tenía a cierto chico de rizos cobrizos encima de él, apretujándolo en un fuerte abrazo.

— ¡Jeongin! —se quejó el castaño por el repentino azoteo.

— ¡Feliz cumpleaños número veinte, Hobi! —felicitó eufórico, para segundos después liberar a su amigo, sin alejar sus manos de sus hombros.

—Gracias, Innie—le sonrió con su típica sonrisa de hoyuelos y labios en forma de corazón. El cobrizo imitó su gestó, achicando sus ojos.

El resto del día pasó muy normal, a excepción de algunos de sus compañeros que se acercaron a felicitarlo por su cumpleaños. Al terminar sus clases, Jackson se le acercó a felicitarlo también, regalándole una bolsa que contenía pequeños mochis rellenos de crema y fruta.

Le agradeció con un beso en la mejilla, dejando nervioso al bermejo, pero, el menor no lo notó y Jeongin río bajito, avergonzando al mayor. Luego de eso, pasaron el resto de mañana juntos en una de las cafeterías que quedan cerca de la universidad, para festejar al cumpleañero, ya que no tenían más clases ese día.

Se la pasaron entre risas y anécdotas que los avergonzaban, pero, a pesar de todo, pasaron un rato agradable. Cuando dieron las tres, Chanyeol pasó a recoger a Hoseok a dicha cafetería, pues el castaño ya le había pasado la ubicación por mensaje.

El joven omega se despidió de sus hyungs, dirigiéndose a la salida para posterior, subir a la camioneta. Fue un trayecto tranquilo, el castaño se había colocado sus auriculares, escuchando una música que le relajaba y cerró los ojos, permitiéndose dormir un rato.

Una vez habían llegado, el pelirosa lo removió un poco para despertarlo. Hoseok lo hizo, frotándose los ojos con una de sus manos para quitarse el sueño.

Aun adormilado, salió del vehículo para por fin, buscar la llave de acceso a su casa. Solo quería llegar y caer muerto en su cama.

El sonido de las llaves resonó y se permitió entrar, empujando la puerta hacia adentro aun con las llaves en el cerrojo. La sala se encontraba oscura lo cual lo extrañó, pero, le restó importancia.

Encendió las luces presionando el interruptor, encontrándose con una decoración que no esperaba para nada. Había globos en forma de corazón de color entre rojo y blanco, a los lados del arco que dividía la sala en dos.

En la esquina de ese arco, había una pequeña mesita redonda de vidrio y sobre ella, había una botella de vino, un pastel bien decorado y una cajita que le daba curiosidad su contenido. En los espacios restantes de la mesa estaban esparcidos pétalos de flor del mismo color que los globos y había un sobre que reposaba sobre la caja.

Se acercó para tomar el contenido de la nota, pero, una cosita peluda apareció corriendo hasta su dirección, sorprendiéndolo. Se agachó a la altura del lindo perrito, acariciándolo más que encantado y el perro parecía estar de la misma forma con él.

—Sorpresa—la figura de Taehyung hizo aparición en la sala, con su traje impecable como siempre, a excepción de que esta vez, traía un ramo de ranúnculos de color rojo y blanco, mientras se acerba a él.

— ¿De qué se trata esto? ¿Tú lo preparaste? —cuestionó, tomando al animal peludo en sus brazos y cargándolo a la vez que se levantaba del suelo, quedando frente a su esposo.

El azabache asintió—. Todo para ti, porque es lo menos que te mereces—lo miró con su iris esmeralda y vio la intensidad de ellos—. Feliz cumpleaños, Hoseok—dijo para extenderle las flores.

Matrioshka - VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora