Parte 4

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Al día siguiente, Axel y Adam se presentan en la Unidad y son recibidos con una invitación a la sala de reuniones.

—Señores, tenemos permiso de nuestros superiores para usar cualquier recurso y capturar al capo de la droga José José Parra Rojas, mejor conocido como J.J. El hombre tiene el control de las ventas de drogas en todas las áreas de la ciudad. Tenemos al mejor grupo táctico comandado por el sargento Simancas y el Grupo Invisible comandado por el teniente Rodríguez. Así que disponemos del personal, los recursos y el plan diseñado. El agente Axel Primera, alias El Puma y el agente Adam Villa, alias El Panda, se encargarán de infiltrarse en la organización de El J.J. y estarán respaldados por el Grupo Tarea —explicó el capitán Meléndez.

—Señor, disculpe —interrumpió Adam, levantando la mano.

—Levántese y hable —le indicó el capitán Meléndez.

—Creo que mi compañero y yo no estamos preparados para este tipo de operación. Apenas llegamos hace menos de dos semanas —planteó Adam.

—Según la información que manejo, vos y tu compañero son los dos mejores de tu promoción y de las últimas diez, alcanzando notas de 100 puntos en todas las materias y prácticas. Un logro sin precedentes. Si ustedes no lo hacen, no estoy seguro de quién más podría —indicó el capitán Meléndez.

Adam miraba a Axel con preocupación, notando cómo le temblaban las piernas.

—Capitán, ¿y si elaboramos un plan en el que el Grupo Tarea ataque de una vez y elimine a El J.J.? —opinó Axel.

—«¿De verdad obtuviste cien puntos en "Planificación Táctica Policial"?» —preguntó el capitán Meléndez con ironía—. Tú mejor que nadie sabe que hay que infiltrarse para dar un gran golpe cuando ese narcotraficante esté recibiendo un gran cargamento de drogas.

—Pero señor, todo el mundo sabe que El J.J. es un narcotraficante. ¿Por qué tanto protocolo? —preguntó Axel, levantando las palmas hacia arriba y mirando a los lados en busca de aprobación de sus compañeros.

—Para encarcelar a alguien que delinque, debes atraparlo in fraganti, es decir, cometiendo el delito en el momento —explicó el capitán Meléndez—. Si no es así, la fiscalía carecerá de pruebas para acusarlo y el juez, para enjuiciarlo lo más pronto posible, respetando el debido proceso. Lo otro sería que haya una denuncia, pero nadie se atreve a hacerla por miedo. Y si fuera el caso, se abriría una investigación, que es lo que venimos haciendo durante años, pero basada en información anónima. Entonces, mi pregunta es, ¿vos lo vais a denunciar, acusándolo de proveedor de drogas para salir a buscarlo ya, arrestarlo y que sus abogados lo saquen por no haber nada en su contra, solo una insignificante denuncia? —le preguntó el capitán a Axel mirándolo fijamente a los ojos.

—No, señor, ni siquiera conozco al tal J.J. para denunciarlo —respondió Axel.

—¡Entonces, no me interrumpas con tonterías! Pareciera que no fueras policía —dijo el capitán Meléndez, molesto por la intervención de Axel.

El teniente Rodríguez hace señas a Axel para que se siente y calle.

—Bueno señores, manos a la obra y los dejo con el teniente Rodríguez para que les explique los detalles del plan, gracias. —El capitán Meléndez se levanta y sale de la sala, dejando a cargo como auditor al teniente Rodríguez.

—De acuerdo señores, como indicó nuestro capitán, vamos a explicar el plan con detalles, saquen sus computadoras o libretas porque no quiero que se pierdan ningún detalle.

»El detective Axel Primera y el detective Adam Villa se van a infiltrar en el cartel de El J.J. Van a entrar como nuevos sicarios aprovechando la pérdida de sus matones. Tenemos un hombre adentro, apodado El Culebra, quien recomendará a los agentes. Señores, está prohibido hablar con jefes o compañeros de otros departamentos.

DOS FALSOS POLICIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora