Axel y Adam salieron en el super auto de la UTS y se dirigieron a su barrio. En el camino, conversaban sobre todo lo que había sucedido durante esa semana.
—Adam, estamos de suerte.
—Sí, Axel, hace una semana no teníamos nada. Ahora tenemos un super carro, placas y pistolas.
—Debemos buscar a alguien que nos enseñe a disparar. Ni siquiera sabemos si estas pistolas tienen balas —dijo Axel con duda y desconocimiento.
—Podríamos ir para que mi primo, que es bombero, pero se cree policía. Él se la mantiene disparando con una pequeña escopeta y nos podría enseñar —contó Adam.
—Me parece bien, vamos para allá —manifestó Axel, acelerando el automóvil a toda velocidad.
Cuando llegan a la casa del primo de Adam, lo llaman haciendo escándalo con la sirena policial y hablando por el altavoz: "Denis Villa, es la policía. ¡Salga de inmediato con las manos en la cabeza!" Denis sale de su casa con las manos en la cabeza, sin entender qué estaba pasando.
—¡Señor oficial, soy bombero! —gritó Denis, llorando.
—Cállese la boca y preste atención —dijo Adam a través del megáfono.
—Sí, señor —respondió Denis, visiblemente asustado.
—Mantenga las manos en la cabeza y dése vuelta —Denis hizo lo que le decía Adam, sin saber quién era—. Ahora bájese los pantalones, abra las piernas y empiece a saltar ¡ya...! Queremos saber si trae pitos de marihuana en el culo.
—¡Les dije que era bombero! ¡También soy funcionario! —gritó Denis mientras saltaba desnudo.
Todos los vecinos veían a Denis saltando, y luego Axel y Adam se bajan del auto riéndose.
—Primo, te veías bien gracioso saltando con esas nalgas peladas —dijo Adam, burlándose.
—¿Qué hacen ustedes en ese super carro? ¿De dónde lo robaron? —preguntó Denis mientras se subía los pantalones.
—Tranquilo, primo, estáis hablando con dos agentes especiales de la policía —le indicó Adam mientras le enseñaba la placa policial.
—¿En qué momento se metieron a policías? —preguntó Denis, con envidia y extrañado.
—Fue un curso único que salió online, y lo aprovechamos, pero nos faltó una sola cosa, Denis —le contó Axel.
—¿Qué les faltó? —preguntó Denis.
—Primo, por ser online, no nos enseñaron a disparar y como vos siempre estáis con una escopeta nos podéis enseñar —le pidió Adam.
—Pero no es lo mismo. Mi escopeta es de copitas para cazar palomitas y no tiene fuerza como la de una pistola, pero sé de quién los puede ayudar —indicó Denis.
—¿Quién, primo? —preguntó Adam.
—Mi hermanito, Marquito —respondió Denis.
—Pero si él lo que tiene son 10 años —dijo Adam, riendo.
—Sí, es verdad, pero tiene un juego descargado en la computadora donde salen todo tipo de armas y las conoce perfectamente —contó Denis.
—Bueno, si él sabe, entonces pasemos al patio y que nos enseñe a manipular estas pistolas —planteó Axel.
Denis llama a su hermanito pequeño, Marquito, quien era un experto en armas de proyección balística y explosivos gracias a los videojuegos. Los chicos se van todos al patio trasero de la casa de Denis, y el pequeño Marquito les da instrucciones, enseñándoles todo lo referente al uso y manejo del arma de fuego, incluyendo el desarme de la pistola nueve milímetros.
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DOS FALSOS POLICIAS
فكاهةEn las peligrosas calles de San Francisco, dos jóvenes amigos, Axel y Adam, se encuentran atrapados en el oscuro mundo de la adicción a las drogas. A sus 20 años, trabajan como ayudantes de albañilería, lidiando con la monotonía de la pobreza y el c...