La primera vez que ocurre es una casualidad, no es algo premeditado por su parte.
Agustín fluye tranquilamente en una de las fiestas organizadas por el cast, hace poco que han empezado el rodaje y todos se llevan muy bien, se siente muy a gusto con ellos y por primera vez en su vida no siente que desentona. No luce como un omega, nunca lo ha hecho y ese es su mayor complejo, pero Enzo y Esteban tampoco lo hacen y enseguida se hacen cercanos.
Es su tercer margarita y empieza a sentir que debería irse a dormir o se sentirá mal por la mañana, cuando un aroma conocido a frambuesa y caramelo lo invade.
Se gira y ve a Juani, uno de los alfas más jóvenes y que le sonríe casi tímidamente. La copa en su mano y su aroma le dicen que también debería dejar de beber, así como él.
—Hola —le dice el alfa con una sonrisa que él le devuelve. No son particularmente cercanos, pero le agrada el alfa más joven, no luce como uno tampoco y no siente que deba encajar en algo cuando lo tiene delante.
—Hola, alfa —le dice, acabando su copa, y se sorprende cuando Juani parece afectado por como lo llama.
—Sos un omega muy bonito —le dice el alfa, casi atropelladamente, y él se molesta. Sabe que a Juani le gusta bromear, pero no quiere que se ría de él así. Nadie lo ha llamado así nunca y duda que ese alfa vaya a ser el primero.
—Vete a dormir, Juani —le dice, cortante y probablemente huele herido, no puede controlar bien su aroma con el alcohol fluyendo por su cuerpo— o encuentra a otro de quien reírte, no esperaba eso de ti.
Deja su copa vacía sobre la mesa y se está girando cuando siente la mano del alfa en su antebrazo, y abre la boca para gritarle algo cuando se fija en la expresión de Juani. No se está riendo, en realidad parece muy confuso.
—Lo siento —le dice, y aunque afloja su agarre no retira su mano— lo siento, no pretendía ofenderte, pero no sé qué hice... De verdad me pareces muy lindo, siento si te molesté.
Lo mira con incredulidad, pero el alfa huele a sinceridad y realmente no siente que se esté burlando. Casi no se lo puede creer, pero de repente es muy consciente de lo atractivo que es Juani y de lo bien que huele.
—¿De verdad pensás eso de mí?
Juani asiente y la mano que sigue en su antebrazo lo acaricia tímidamente.
—Desde que te vi —le dice el alfa, y seguramente el alcohol tiene mucho que ver en que sea tan abierto— me gustaste desde que te vi... Claro que sos bonito, sos hermoso para mí.
Juani está rojo y huele ligeramente avergonzado, pero su aroma también le dice que no miente y se sonroja ante sus elogios. Hace mucho que ningún alfa lo mira así y mucho más que ninguno le dice de forma sincera cosas así.
—Vení.
Nadie se está fijando en ellos, así que lo agarra de la mano y se lo lleva de la fiesta. Si estuviese más sobrio seguramente no lo haría, pero lo guía directamente a su habitación y el alfa huele entre avergonzado y excitado, dándose cuenta de lo que van a hacer.
Abre la puerta y se gira antes de invitarlo a pasar, mirándolo ligeramente inseguro.
—¿De verdad te gusté estando sobrio?
No necesita que sea el amor de su vida para pasar un rato divertido con él, pero no quiere sentirse usado a la mañana siguiente como ya le ha pasado otras veces. No quiere sentir que el alfa se acostó con él solo porque no había ningún otro omega disponible.
Las manos de Juani acarician su cintura, un gesto dulce antes de que la pasión se desate entre ellos.
—Me encantas, sos perfecto para mí.
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A por el omega grandote
RomanceDe cómo nació Chamito o de cómo Juani embarazó a su omega grandote :D