7. Alexander Pardella-Caruso (o Chamito para los amigos)

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Está de nueve meses y prácticamente necesita ayuda hasta para hacer el mínimo movimiento.

Está harto y cansado aunque ame a su cachorro, pero afortunadamente no está solo, nunca lo está. Juani pasa todo el tiempo que puede con él y cuando su alfa tiene que marcharse siempre hay alguien con él, preferiblemente Enzo o Esteban, aunque Blas y Pipe también orbitan a su alrededor constantemente. 

Está más pegajoso con el omega rubio desde que también espera un cachorro, prácticamente están todo el día juntos y sus alfas no se están quejando, les gusta como se marcan entre ellos como en esos momentos.

—Fue tan bonito... —está diciendo Blas en esos momentos, hablando de su primera vez con Valentino— Me cuidó tan bien, se preocupó por todo...

Están todos reunidos en la casa que comparte con Juani y Blas está acurrucado en su regazo, con la cabeza apoyada sobre su vientre. De tanto en tanto siente las pataditas de su cachorro, pero al omega más joven no le molesta, lo oye ronronear cada vez que eso pasa.

—Entonces no se la voy a cortar —dice divertido, acariciando sus rulos con una mano y con la otra buscando a Esteban. No sabe si es algo de omegas embarazados o simplemente es que su relación es así y lo quiere siempre cerca, pero siente que lo necesita al lado todo el tiempo.

Incluso Enzo se está moderando con sus comentarios lujuriosos ese día mientras Blas les cuenta sobre su primera vez. Era virgen antes de conocer a Valentino y está muy orgulloso de como el alfa lo ha cortejado y respetado, esperando a que estuviese listo para él. Blas está claramente enamorado y más que comprometido con su alfa, incluso pensando en pasar su celo con él.

—Yo pasé mi celo con Mati hace un mes —dice Enzo, y disfruta de ver un suave sonrojo en sus mejillas. Le gusta jugar, pero sabe lo enamorado que está de su alfa— fue lindo y caliente, justo como me gusta.

Esteban interviene entonces, aunque lleva rato medio adormilado apoyado en su hombro. Secretamente le gusta como lo rodean todos desde que está embarazado, y presiente que va a ser así con los embarazos de todos.

—¿No van a buscar un cachorrito?

Enzo se pone rojito y le hace sentir cosas verlo así, no es algo habitual, pero rápidamente saca esos pensamientos de su cabeza. Se marcharán cuando dé a luz, solo está confuso por sus hormonas de embarazado... o no.

—Sí, quiero tener hijos con Matu —dice Enzo, sonriendo cariñosamente al mencionar a su alfa— pero en un tiempo, quiero disfrutar mi matrimonio primero, viajar juntos...

Hace saltar todas las alarmas al momento y todos hablan a la vez.

—¿Matrimonio? —pregunta Blas, incorporándose de golpe— ¿Te lo pidió?

—Wow, Matu no pierde el tiempo —dice Andy.

—Rayo Mcqueen lo llamaban al alfa chiquito —ese es Simón, acurrucado con Andy en el otro sillón.

—¿Enzo? —dice él, fijándose en su mano izquierda. Es casi imperceptible, Enzo usa anillos constantemente, pero ese es diferente y una vez lo ve no puede dejar de mirarlo.

Enzo levanta la mano tímidamente, mostrando su alianza. Es un anillo sencillo y bonito, plateado y muy de su estilo. Matías es un alfa observador, y es perfecto para él, lo supo desde que los vio juntos por primera vez y por como el alfa hablaba de él cuando lo cuidaba estando embarazado en el rodaje.

—Me lo pidió hace unos días —dice todo rojito— pero no quería interrumpir a Blas...

Antes de que se de cuenta lo tiene abrazado, él y todos los demás omegas, y todos ronronean para Enzo. Lo hace feliz verlo así de contento y de enamorado y por un momento anhela que Juani se lo pida, aunque sabe que llegará eventualmente. Ellos lo han hecho todo al revés, pero no se arrepiente, lo volvería a hacer todo igual.

A por el omega grandoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora