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Ese lunes, Charlotte sentía nervios al ir a clase. De camino, la idea de que alguien recordara, o dijeran algo por el estado en el que la habían visto en la fiesta, la atormentaba. Aparecer de esa forma no era nada elegante en su primera fiesta, y sentía que era bastante ridículo, aunque todos ahogaban sus penas en alcohol a menudo.

Iba decidida a encontrarse con alguno de los hermanos Beaufort, especialmente con James, pero al llegar, su miedo dejó de importarle, ya que todas las miradas estaban posadas en Ruby Bell, que hablaba con el rubio en arco de la entrada.

Extrañada por los cuchicheos que susurraban todas, decidió acercarse a un grupo de chicas que miraba atenta la escena.

-¿Qué está pasando? -preguntó.

Una de ellas, Emma, le respondió enseñándole una foto,  sacada el día de la fiesta. En la imagen, James sacaba del agua a Ruby de una forma un tanto heroica. Charlotte sonrió con incredulidad, y entonces otra de las chicas del grupo se atrevió a preguntarle:

-¿Es verdad que pasaste la noche con James? ¿No estás celosa de que eligiera a Ruby?-

Charlotte se rió de nuevo. Ni siquiera pensaba que esto fuera real. ¿Acaso la estaban comparando con Ruby? ¿Era un chiste? Sin contestar, caminó hacia James y Ruby, que aún se encontraban hablando bajo las miradas de todos, contemplando la escena, que se hacía más interesante con la llegada de Charlotte. James se dio cuenta y sonrió al verla llegar, pero Ruby puso una cara completamente distinta, una cara de asco muy poco disimulada.

La rubia, que estaba segura de que no se dejaría humillar, pasó por el lado de los dos sonriendo ante la lástima que daba la cara de Ruby al hablar con James. Cuando estaba ya caminando por su lado, miró hacía ellos.

-Anda, Ariel y Eric, límpiate la boca sirenita, no te vayas a ahogar en tu propia baba también- soltó Charlotte.

Algunos que observaban la situación de cerca comenzaron a reírse, y la rubia siguió de largo, caminando hacia el hall en busca de Lydia para ir a su primera clase de la mañana. Según sus pensamientos, no podía haber empezado de una forma más surrealista.

Charlotte sacó su móvil y vio un mensaje de Lydia: 


Lily: No llegaré a las primeras horas, pero después iré a clase. Nos vemos más tarde Char.


Ella suspiró, guardando el móvil en su bolsillo. Tendría que afrontar la mañana sola.

Entró al aula de historia y se sentó en su lugar habitual. Mientras esperaba que la clase comenzara, su mente seguía vagando hacia lo sucedido en la fiesta y las miradas curiosas de esa mañana. Se obligó a concentrarse en las palabras del profesor, tomando notas y tratando de no pensar en James y Ruby.


En el cambio de clase Charlotte buscó a una de las profesoras para presentar un trabajo, y mientras Lydia buscó a su hermano, ya que ella acababa de llegar.

-James, ¿sabes con quién he desayunado?- pregunto su hermana al encontrarlo de espaldas por el pasillo -Con papá-

El suspiró y siguió de largo.

-Ve con cuidado con el tema de Ruby-

-¿Te manda para que me controles?- preguntó -Dile que es solo una foto-

-¿Una foto?- Lydia vaciló- como note que te has encaprichado te arrancará la cabeza, y a mi también-

-Lo tengo controlado-

-¿Entonces a que juegas James? Te recuerdo que Charlotte está en el medio, y no se merece sufrir porque no sepas lo que quieres-

El simplemente dio media vuelta y se fue por el pasillo.

Maxton Hall - James BeaufortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora