Capítulo 16 - Reencuentro.

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Narrador.

Cuanto más avanzaba el tiempo, tanto las esposas de Uzui, como Sanemi, fueron enviados a lugares similares. Tengen envió a sus esposas al distrito rojo para poder averiguar sobre las misteriosas desapariciones en las casas de dicho distrito, por orden de la misión por parte del Patrón. Adicionando, que el mismo mandó a Sanemi a una misión en uno de los bosques cercanos al distrito, pues se estaban registrando grandes números de masacres de cazadores de rangos inferiores.

-Ubuyashiki: Uzui, Shinazugawa. Esta misión es de gran valor, puesto que se levantan rumores en que los demonios piensan infiltrarse en una de estas grandes casas de fortuna, les pido que por favor se dividan el trabajo y cooperen para poder solucionar e investigar este enigma. - Con ello, su amada esposa se acercó con varios pergaminos con la información de la distribución de esta enorme ciudad. - Es una misión riesgosa, lo sé. Y para evitar otra pérdida como el de nuestro pilar de la llama, quiero que cooperen, si es necesario pedir refuerzos, soliciten a Obanai.

Ambos se inclinaron ante el cuando su esposa le ayudó a ponerse de pie, para después despedirse del mismo. Quedando solos, empezaron a hablar entre si, donde retomamos que Sanemi iría al bosque, al tanto que también estaría pendiente de su misión por si necesitaba algún soporte.

-Sanemi: La verdad, prefiero estar revisando a los alrededores, no quiero mezclarme directamente en este. . . Ya sabes, mundo del escándalo con las casas de fortuna, soy todo menos discreto, por lo menos tu te podrás mezclar.

-Usui: No será necesario, mis esposas irán a incluirse en las casas de fortuna, donde me mantendrán informado, tu puedes estar a los alrededores mientras investigan, ¿Te parece bien? Además, podremos dividirnos para planear un ataque en caso que sea necesario.

Ambos concordaron y así procedieron.

Ahora, nos dirigimos a Naoki, en donde Gyutaro, junto con su hermana, iban peleando por cosas tontas.

-Gyutaro: Deja de ser tan mimada. Esta mujer puede sernos útiles, podríamos potenciar nuestro poder, incluso ascender como lunas superiores.

-Daki: ¡Hash! No me gusta en nada. ¡Ella ni siquiera tiene la apariencia adecuada mínima para que la acepten en una casa del distrito rojo! ¿Qué planeas hacer si la rechazan?

-Gyutaro: Oye, ya cállate, yo también soy horrible. Si la rechazan, estará conmigo a la hora de cacería, así que deja de llorar.

Continuaron con su tonta discusión, sabiendo que ahora, debían obedecer por la orden de su señor, Muzan. Además de que sea cual sea la condición, Naoki es una de las prioridades por sus grandes avances como semi demonio.

Al llegar en medio del distrito rojo, Gyutaro se encargó de despertarme del trance en el que estaba, lo que me permitió ver como Daki estaba cambiando de su apariencia demoniaca a una más bonita y decente, pareciendo casi otra persona.

-Gyutaro: Bueno, estás despierta al fin, pensamos que nunca lo harías. Cómo debes saber, nuestro señor nos dio la misión, así que aprenderás a cazar. ¿Entendido? Si intentas huir, morirás, si nos traicionas, yo mismo te asesinaré.

-Daki: Tampoco intentes buscar ayuda haciendo cosas idiotas de los humanos, ni te relaciones tanto con ellos, o simplemente te asesinaremos sin importar el momento o la hora. ¿Okay? Entrarás conmigo al burdel, si te rechazan, te irás al bosque para encontrar a Gyutaro.

Narra Naoki.

Mientras estaba sentada, esperando a que terminaran de maquillarme, mientras todas las señoras de la casa preparaban papeleos para nosotras dos. Daki lucía preciosa, incluso más que al natural, obviamente fue el centro de atención en el instante. Nos hicimos pasar por primas de una casa de samuráis que había quedado en la ruina por disturbios pasados en guerra.

-Daki: Consecuente a ello. . . Mi prima y yo nos vimos obligadas a huir, para evitar la guerra, y no sólo eso, sino que por los abruptos enfrentamientos, comenzamos a padecer una rara enfermedad a la luz solar, la cual nos da como si fuera sarpullido. 

Contaba ella con dolor mientras bajaba la cabeza, era una excelente actriz, a lo que todas las señoras, dueñas de las casas, entendieron con paciencia y nos acogieron, permitiéndonos así trabajar. Durante la estadía se nos enseñaban cosas básicas, por el momento, a mi me encargaron con cosas para atender a las demás señoras de la casa, mientras que a Daki le habían dado su propio cuarto, incluso se le dio confianza de clientes por primera vez.

Fue complicado en los inicios, ya que Daki sólo se comportaba como una niña malcriada entre más confianza se le daba, ya que gracias a su belleza, tenía autoridad; empecé a recurrir a ayudar a las pequeñas niñas que ella gritaba y menospreciaba. Hasta que una señora dueña de la casa, me invitó para tener a mi primer cliente. Pero quien iba a decir que ese primer cliente sería Sanemi.

Narra Sanemi.

Al llegar a la problemática cuidad, podía sentir el ruido y los aromas, incluso las vistas coquetas desde los balcones y ventanales de las grandes casas, no podía creer que estuviera aquí nada más por un capricho de cubrir a Tengen por querer ver el avance de su esposa.

-Usui: Bueno, iré a la casa donde está mis amada señora. Intenta divertirte también, hasta el momento el distrito rojo no ha tenido tantos problemas, aprovecha esto como un descanso. 

Y sin decir más, el desgraciado se fue, comencé a mirar con curiosidad las casa de apuestas, nunca fui un hombre que interesara por esto, pero si era por matar el tiempo mientras Usui "reunía información" podría considerarlo. Así es como sin pensarlo dos veces, entré en el recinto, donde varias mujeres del local me atendieron de inmediato, sin importar la hora o lugar y después de todo, ellas siempre te atenderán con amabilidad, lo cual rechacé por instinto, nunca me sentí atraído por esto.

-X: Por favor señor, pruebe nuestro delicioso Sake caliente, está preparado con sumo cuidado y experticia, además de las delicias en la cocina por nuestros chefs.

-X: ¡Si señor, además, nuestras empleadas son las más serviciales y cordiales, no dude en pedir nuestros servicios!

Como siempre, ignoré y continué, sentándome en una de las bancas, mirando como varios hombres apostaban en juegos tontos, no podía entenderlo. Hasta que me vi envuelto en medio de uno de sus juegos. Nunca creí que podría llegar a gustarme los juegos de cartas, una maldita estupidez, solo empecé apostando 2 monedas, ahora ya había hecho 30 en menos de 5 partidas.

Él viejo con el que aposté, estaba ardido por mi "Suerte de principiante". Se notaba su enojo porque alguien joven le quitara su racha de victoria.

-Sanemi: Acéptelo, señor. Es mi primera vez jugando y ya va en una racha de 5 perdidas.

En ese momento, sentí como una de las chicas que atendían en la casa, se acercó a nosotros con su respectivo juego de té y sake, se arrodilló frente a nosotros y empezó a servir el líquido, ni siquiera levantaba la vista de su trabajo, un rostro tan familiar. Luego de servirlo, se fue, dejando un rastro de dudas, hasta que me cansé del estúpido juego del viejo y decidí ir a las mesas por algo de comer. Hasta que la vi, no había duda de que era ella. . .

꧁𝑼𝒏 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐 𝑷𝒊𝒍𝒂𝒓.꧂ 𝐾𝑖𝑚𝑒𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑌𝑎𝑖𝑏𝑎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora