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Mis manos aun temblaba tras firmar el documento, la realidad de mi situación se empezaba a hundirse en mi mente. El señor Malfoy me observaba con una mezcla de satisfacción y frialdad.

_Para que quede absolutamente claro, Harry, comenzó, con su voz afilada como cuchillo, _El contrato que acabas de firmar no se puede romper.

Levante la mirada hacia el, con confusión y temor reflejados en mis ojos. _¿Que quiere decir?

El señor Malfoy embozo una sonrisa sin alegría._Es un contrato mágico. si intentas incumplirlo, el propio contrato se asegurara de que cumplas con tu parte del acuerdo... a la fuerza.

Una sensación de pánico comenzó a apoderarse de mi.¿Que tipo de magia era esta?

sin mas explicaciones, El señor Malfoy saco su varita y apunto al documento que acababa de firmar. _Activare Contratus, pronuncio con firmeza.

Ante mis ojos atónitos, el papel comenzó a brillar con una luz verde intensa. De las palabras escritas emergió una serpiente etérea que se deslizo hacia mi con una gracia fascinante. Intente retroceder, pero mis pies parecían estar pegados al suelo.

La serpiente se acerco, y antes de que pudiera reaccionar, se enrosco alrededor de mi dedo anular izquierdo, transformándose en un anillo que brillaba con una luz siniestra. Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo mientras la serpiente se ajustaba en mi dedo, el peso de su presencia tangible y opresivo.

Mire al señor Malfoy con horror. _¿Que es esto?

_Es el símbolo del contrato, explico,_Este anillo asegura que cumplas tu promesa . si intentas romper el acuerdo, el anillo te lo impedirá por las buenas o por las malas.

Mis pensamientos eran un torbellino ¿Como podía estar atado a una promesa inquebrantable?

_Este anillo, continuo Lucius, es un recordatorio constante de tu compromiso con los Malfoy. A partir de ahora, tus acciones estarán siempre vigiladas.

El señor Malfoy comenzó a caminar hacia la puerta, _Ahora, continuo, vayamos a visitar la habitación de Draco.

Con el corazón latiendo con fuerza y la serpiente-anillo apretando mi dedo como un recordatorio constante de mi nueva realidad, seguí al señor Malfoy fuera de la oficina. Pasamos por una sala amplia y decorada con retratos de la familia Malfoy, los ojos de los retratos parecían seguirme, juzgándome con cada paso. Subimos unas escaleras de mármol que resonaban con cada paso y llegamos a un largo pasillo que terminaba en una puerta impotente.

Lucius llamo suavemente antes de abrir la puerta . La habitación de Draco era elegante y lujosa como el resto de la mansión, con muebles de madera oscura, cortinas de terciopelo y una cama muy elegante. Libros y objetos de colección adornaban las estanterías, y una gran ventana dejaba entrar luz del sol, iluminando todo con un brillo dorado.

Draco estaba de pie junto a la ventana, y su rostro se ilumino con una mezcla de sorpresa y satisfacción cuando nos vio entrar. _Harry, dijo con una sonrisa que no lograba tranquilizarme, _Bienvenido.

_Draco, comenzó el señor Malfoy, dirigiéndose a su hijo con una seriedad solemne, _ Te presento a tu prometido. Como me pediste, Harry sera tu esposo y todo Tuyo a si como querías.

La sorpresa me golpeo con fuerza. Todo esto, todo este acuerdo, era por que Draco Malfoy me quería tener como una pertenencia. No sabia que pensar ni como sentirme. Draco se acerco, sus ojos grises estudiando cada matiz de mi reacción.

_Ya que ahora es tuyo, continuo el señor Malfoy, encárgate de encontrarle una habitación para que guarde sus cosas, vivirá aquí, en la Mansión Malfoy.

Draco asintió, con su mirada todavía en mi. _Por supuesto, Padre.

El señor Malfoy se volvió hacia mi una ultima vez. _Prepárate, Potter. _En una semana comienzan las clases en Hogwarts, y como futuro Malfoy, tienes que honrar este hogar.

En eso el señor Malfoy salio de la habitación, dejando a Draco y a mi solos, el peso de todo lo que acababa de suceder me abrumaba. ¿Como iba a afrontar esta nueva vida, este fututo desconocido? todo lo que sabia era que ahora, mas nunca, debía ser fuerte. Por que mi vida estaba irrevocablemente unida a la de los Malfoy, y no había vuelta atrás.

Draco me observaba en silencio por un momento antes de acercarse mas, su expresión reflejaba una mezcla de curiosidad y posesividad. _No te preocupes, Harry. Me asegurare de que estés cómodo aquí.

No pude evitar sentir una punzada de resentimiento. _¿Como puedes estar tan seguro de que quiero estar aquí?

Draco levanto una ceja, con una pequeña sonrisa jugando en sus labios. _No tienes elección,¿Recuerdas? El contrato mágico se asegurara de eso. su tono era casi burlón, pero había algo mas en su fachada de superioridad, algo que no podía identificar.

_Vamos, dijo, haciéndome un gesto para que lo siguiera. _Te mostrare tu Habitación.

Salimos de su habitación y caminamos por el pasillo, pasando por mas retratos de los ancestros de los Malfoy que seguían observándome con esos ojos penetrantes. Bajamos por otra escalera y llegamos a una puerta de roble oscuro. Draco la abrió y me dejo entrar primero.

La habitación era grande y lujosa, con una cama elegante, un escritorio de madera tallada, y un armario que parecía tener espacio suficiente para todo un guardarropa. Las paredes estaban decoradas con tonos ricos y cálidos, y una ventana grande que dejaba entrar una luz suave y acogedora. En una esquina, note otra puerta y, con curiosidad, me acerque y la abrí.

Al otro lado encontré un baño privado con todas las comodidades imaginables: un inodoro, una ducha amplia con paredes de cristal, una tina de baño reluciente , un lavamanos donde había todo tipo de productos de cuidado personal, desde lociones,jabones y perfumes, todo ordenados meticulosamente.

_Esta sera tu habitación, dijo Draco, su voz mas suave ahora. puedes arreglarla como quieras. Si necesitas algo, solo dímelo.

Asentí, aun tratando de asimilar todo. _Gracias, dije en voz baja, sin saber que mas decir.

_Recuerda, añadió Draco mientras se dirigía hacia la puerta,_En una semana comenzaran nuestras clases en Hogwarts. Como mi futuro esposo, tendrás que honrar mi apellido. No espero nada menos que excelencia de ti.

Cuando se fue, me quede solo en la habitación, mirando a mi alrededor. Mi vida había cambiado en un abrir y cerrar de ojos, y tenia que adaptarme rápidamente a esta nueva realidad. Había muchas preguntas sin respuestas y muchas emociones por procesar, pero sabia que no tenia mas remedio que seguir adelante.

Con un suspiro, comencé a desempacar mis cosas, preparándome mentalmente para lo que vendría. El futuro era incierto y aterrador, pero una cosa era clara: debía encontrar la manera de sobrevivir y prosperar en este nuevo mundo, no solo por mi, si no por el nombre que ahora llevaba.

Cuando termine de ordenar mis pertenecías, me di cuenta de que el cielo fuera de la ventana ya estaba oscuro. sentí el peso del cansancio sobre mis hombros, así que decidí tomar una ducha para relajarme. El baño era tan lujoso como el resto de la mansión, y la sensación del agua caliente sobre mi piel fue un alivio bienvenido.

Después de ducharme, me seque y me puse una pijama cómoda. Me sentí agotado, tanto física como emocionalmente. sin pensarlo mas, me metí en la cama y apague las luces. Mientras me hundía en el colchón suave, mis pensamientos siguieron girando al rededor de todo lo que había sucedido. pero el cansancio pronto me venció, y me deje llevar por el sueño, esperando que el día siguiente trajera paz.

El CompromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora