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Había pasado una semana desde que llegue a la Mansión Malfoy, Y a pesar de todo, había sido una semana tranquila. En comparación con la casa de mis tíos, la mansión era un refugio de lujo y comodidad. Me sentía mas relajado y cuidado, y aunque la presencia constante de Draco era una mezcla de confort y control, me encontraba adaptándome lentamente a mi nueva realidad.

Draco y yo pasábamos mucho tiempo en la biblioteca, leyendo y estudiando para el próximo curso en Hogwarts. Era un alivio tener algo que hacer, algo que me distrajera de las complicaciones de nuestro compromiso. El señor Malfoy casi no estaba en la casa;solo lo veía durante el desayuno, cuando su presencia severa dominaba la mesa.

Hoy era el día en que Draco y yo regresaríamos a Hogwarts, y la mansión estaba llena de una energía palpable. Los elfos domésticos corrían de un lado a otro, preparando nuestros baúles y asegurándose de que no nos faltara nada.

El señor y La señora Malfoy estaban listos para acompañarnos. Narcisa se aseguraba de que todo estuviera en orden, mientras que Lucius parecía mas preocupado por sus propios asuntos.

_Hoy voy a Hogwarts a arreglar unos asuntos, dijo Lucius mientras desayunábamos. _Aprovechare el día para poner todo en orden.

Una sospecha se formo en mi mente. Sabia que uno de esos "asuntos" tenían que ver con  mi posible cambio de casa. No había olvidado lo que Draco me había dicho sobre los esfuerzos de su padre para transferirme a Slytherin. La idea me inquietaba, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto en ese momento.

Después del desayuno, nos preparamos para partir. Narcisa nos acompaño hasta la puerta, su rostro sereno pero con una sombra de preocupación en sus ojos.

_Cuídense mucho, ambos, dijo abrazando a Draco primero y luego, sorprendentemente, a mi. _ Les deseo lo mejor en este nuevo año.

_Gracias, madre, dijo Draco, con una sonrisa que rara vez veía en el.

_Gracias señora Malfoy, respondí, sintiéndome un poco mas cálido por dentro.

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Nos dirigimos al tren que nos llevaría a Hogwarts. El bullicio de los estudiantes y sus familias llenaba el anden, y sentí una mezcla de emoción y nerviosismo al ver a mis compañeros de escuela.

Nos subimos al tren y Draco me llevo directamente al vagón de los Slytherin. A medida que avanzábamos por los pasillo, note las miradas curiosas y a veces hostiles de algunos estudiantes. Finalmente, llegamos a un compartimiento donde pansy parkison y Blaise Zabini ya estaban instalados.

_Draco, saludo Pansy, su rostro iluminándose al verlo. _ Y... Potter, añadió, su tono menos entusiasta al verme a mi.

_Blaise, Pansy, dijo Draco con un asentimiento._ Este año va a ser interesante.

Me senté junto a Draco, sintiéndome un poco fuera de lugar. Pansy y Blaise me observaron con curiosidad, claramente intrigados por mi presencia.

_A si que, ¿Potter se une a nosotros este año? pregunto Blaise con una sonrisa picara.

_Así parece, respondió Draco, pasando un brazo por mis hombros de manera posesiva. _ Sera un año diferente, sin duda.

Pansy me miro con desde. _Espero que no causen demasiados problemas.

_Harry se comportara, dijo Draco, mirándome con una expresión que dejaba claro que no era una sugerencia.

De repente, la puerta del compartimiento se abrió de golpe y Hermione y Ron entraron, sus rostros llenos de preocupación y furia. _ ¡Harry! exclamo Hermione, dirigiendo una mirada acusadora a Draco. ¿Que le has hecho a Harry, Malfoy? Queremos una explicación ahora mismo.

El CompromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora