El Compromiso

8

Recorría los pasillos de Hogwarts con una furia que no lograba contener. Los informes de la falta de Harry Potter y Draco Malfoy en clases habían llegado a mis oídos. No podía permitir que esos dos se tomaran libertades que otros estudiantes no podían. Decidí investigar personalmente, dirigiéndome a la sala común de Slytherin. Al entrar, encontré el lugar desierto. Los alumnos deberían estar por terminar sus clases.

Con una creciente sospecha, me dirigí a la habitación de Draco. La puerta estaba cerrada, pero eso no era un obstáculo. Pronuncie, _ Alohomora, con firmeza, deseando no encontrar nada inapropiado al abrir la puerta. La vista que me recibió me lleno de una mezcla de incredulidad y rabia. Draco y Harry dormían profundamente, acurrucados.

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Desperté de golpe al sentir el colchón elevarse y luego caer con un golpe sordo. Draco y yo nos quejamos de dolor, frotándonos los lugares donde habíamos caído. Levante la vista y vi a al profesor Snape, su rostro con una mascara de furia contenida.

_ Profesor, dije, intentando levantarme rápidamente.

_ Padrino, dijo Draco al mismo tiempo, mientras su voz temblaba ligeramente.

Snape nos miro con decepción. _ Ustedes dos, a mi oficina. Ahora, dijo antes de girar y salir de la habitación.

Draco y yo nos miramos, pálidos. _ Nos va a matar, murmure, sintiendo el pánico crecer en mi pecho.

Draco asintió, _ No me di cuenta a la hora que me quede dormido.

Nos levantamos rápidamente, arreglándonos lo mejor que pudimos antes de salir corriendo de nuestra habitación,Mi corazón latía con fuerzas. La imagen del profesor, su expresión de furia, estaba grabada en mi mente. 

Llegamos a la oficina de Snape, con la respiración entrecortada. Golpee suavemente la puerta y, tras un breve silencio, escuchamos la voz fría de Snape desde adentro.

_ Adelante

Empuje la puerta y entramos. Snape estaba detrás de su escritorio, con su mirada fija en nosotros.

_ Aja, par de atolondrados, comenzó Snape, con su voz goteado Sarcasmo. _ ¿Que les dio por faltar a clase y quedarse acurrucados?

Sentí mi corazón latir con fuerza en mi pecho. Mire a Draco, que parecía tan asustado como yo, aunque trataba de mantener una expresión firme. Aun así, note el leve temblor en su mano.

Fue Draco quien hablo primero, su voz sorprendentemente firme a pesar de todo. _ Fue mi culpa, padrino. Nosotros...

El profesor Snape lo interrumpió, levantando una mano para silenciarlo. _Muero por escuchar sus mentiras, pero saben que no me importa. 20 puntos menos para Slytherin por cada uno.

Abrí la boca para protestar, pero el profesor continuo antes de que pudiera decir algo. _ Y quiero, para antes de las seis, un informe completo de 200 paginas sobre la poción Filtro de Muertos en vida. Ahora lárguense.

Salimos de la oficina del profesor con el corazón en la garganta. Caminamos en silencio hacia el comedor, Draco y yo, ambos demasiados sumidos en nuestros pensamientos para hablar. La reprimenda del profesor había sido severa, y aun podía sentir el peso de su desaprobación sobre mis hombros. Finalmente llegamos al Gran comedor. Apenas quedaban unos pocos estudiantes, pero mis ojos se dirigieron inmediatamente a Ron y Hermione, sentados juntos en una mesa casi vacía.

Suspire mirando a Draco. _ Vamos, dijo Draco con resignación.

Nos dirigimos a la mesa y nos sentamos frente a ellos. Al vernos, Ron y Hermione se sobresaltaron. Ron frunció el ceño, su expresión se volvió rápidamente de sorpresa a enojo.