Surrender

Histeria y desesperación

Arata se acercó a Taehyung justo cuando la prensa entraba a felicitar a la pareja Kim por su aniversario, Kim sabía que una guerra pública no le servia a ninguno, así que Arata solo llegaba a provocar y él jamas caeria en la trampa, el problema que solo él pensaba en eso. La tensión era latente en el ambiente, la fiesta había pasado a segundo plano.  Yoongi vio a los cachorros quienes estaban a punto de despedazar a Arata mostrando sus garras.

— Sabes que puedo destruirte en un santiamén, no eres nadie a quien temer Kim Taehyung.

Taehyung quería matarlo allí mismo, iba a hablar pero su hijo Tae-Hyun le impidió decir algo. — "Puedo destruirte en un santiamén"— Dijo con una voz aniñada y moviendo la cabeza en forma exagerada. Taehyung le iba a callar, pero el chico era demasiado igual a su padre. — Tú no eres nadie, solo eres la mascota de la mierda de la mierda de un cerdo.

— ¿Acaso no te enseñan modales, mocoso?

— ¿Qué? ¿Piensas enseñarle tú, malparido?

Preguntó Dongpyo mostrando sus ojos escarlatas, Dawon y Jimin lo halaron para que no se acercara mas a Arata, pero este no retrocedía.  Taehyung no sabía que hacer para que sus hijos no aceptaran las provocaciones de Arata, aunque sabía que Arata no se había esperado aquel recibimiento. — Podría ser tu Rey pronto, porque eso seré el rey de las manadas.

La carcajada de los cachorros llamó la atención de todos, entonces Dongpyo respondió. — De lo único que puedes ser rey es el rey de la mierda.

— No de lo único que será rey, es el rey de los putos. — dijo Tae-Hyun sosteniéndose de la cintura de Dawon aprovechando la oportunidad de tocar lo que Yoongi le impedía. En ese momento Yoongi trataba de detener otra cosa.

— No, de lo único que será Rey es de los pedazos de mierda y pendejos como él.

Soltó Yubin con asco y recostado al hombro de su padre, Taehyung les veía con aquella mirada asesina, pero sus hijos no conocían el miedo. — Debería de acabarlos ahora...

— ¡Hola! ¿Ya estoy al aire?— preguntó Hoseok golpeando la pantalla de la cámara, detrás de él Yoongi queriendo detener lo que nadie podía controlar.

— Si, señor Kim.

— Vamos con Tae...— quiso interpelarlo Yoongi, pero Hoseok siguió.

— Primero quisiera mandar un saludo a mi madre y mi padre adoptivo, pero me caen mal, ¡Saludos papi Kyung!— Taehyung abrió la boca en forma de O mayúscula, caminó entre los invitados, pero le costaba mucho y todos observaban la entrevista a través de la pantalla grande. — Quisiera enviar un saludo a mis maestros, pero nunca fui a la escuela todo lo aprendí leyendo. ¡Ahh! Saludo a mis cachorros y a mi esposo.

— Bueno. — dijo la reportera un poco confundida. —¿Cómo han sido estos seis años de matrimonio?

— ¡Uf! Estupendo, en especial por las folladas, de mañana tarde y noche...

— Hoseok... Vamos...

— ¡Calma Yoon! A ti también te gustan no te hagas el correcto porque no lo eres.  Continúo, mi Alfa y yo somos como un solo cuerpo, el tiene hambre yo también, él está caliente, yo más.

La reportera se aclaró la garganta al pensar en el Alfa Kim haciendo el amor, Hoseok le vio con aquella mirada asesina que hacía temblar a las Omegas. Entonces la mujer continuó con la entrevista. — Sus invitados son grandes empresarios...

— Sip, amigos y mis cachorros preciosos. Aquellos que están chochos disfrutando de la fiesta y jugando con ese.

La reportera vio a los tres chicos que parecían querer despedazar a Arata. Hoseok estaba muy tranquilo hablando de lo bien que estaba su matrimonio, de lo feliz que era con su Alfa y sus cachorros, de lo feliz que era ahora con Kyung-Ho como padre y de sus sobrinos, YeonJun y Hye, hijos de Jimin y Jungkook; Suran y Hae-Young, hijos de Yoongi y Dawon. Además lo mucho que adoraba a su hija Jiyu. Taehyung estaba cerca, pero su suegro le interrumpió.