ᴇꜱᴛᴇʀ ᴇxᴘᴏꜱɪᴛᴏ

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Ester's pov


—¡No puedes hacerme esto, papá!

Trate de detenerlo, pero él ni siquiera se inmuto a darse la vuelta.

—Claro que puedo, y lo voy a hacer —me encaro, viéndome seriamente—. Dame tus tarjetas de crédito —estiro su mano en el aire.

Negué con la cabeza, queriendo desaparecer en ese preciso instante.

—Papá, no hagas esto...

—Dame. Tus. Tarjetas. De. Crédito —recalco cada palabra con una frialdad increíble—. Ahora.

Refunfuñé con molestia, pero decidí hacerle caso y metí una mano en mi bolso de diseñador, antes de sacar lo que él deseaba.

Negro, dorado y plateado.

El me las arrebato de las manos, para después guardarlas en uno de los bolsillos de su lujoso traje de marca, y hecho a medida.

—Te has aprovechado de la excesiva libertad que te he dado, y me has decepcionado bastante —hablo con firmeza, mientras que yo solo me limite a bajar la cabeza—. Me sorprende el hecho que hayas llegado al punto de estar a punto de perder el año académico, por tus horrorosas calificaciones.

Levanto el papel de su mano, mostrándome un serie de números, en los cuales, la mayoría eran rojos.

—Pero no creas que voy a dejar pasar esto, por ningún motivo —sentencio, levantando el pecho con decisión—. Espero que hayas disfrutado la etapa de fiestas, dinero y lujos excesivos, porque eso se acaba, en este preciso momento. Quiero ver que tanto instinto de supervivencia tienes, y como eres capaz de arreglártelas sin ningún peso en tu bolsillo.

Levante la mirada, viéndolo con incredulidad.

—No puedes desampararme de esa manera —trate de excusarme.

—No te estoy desamparando, solo te estoy advirtiendo —aclaro—. Si vives bajo mi techo vas a tener que acatar mis normas, te guste o no —levanto su mano, empezando a enumerar con sus dedos— No más fiestas. No más lujos. No más casa en la playa. No más autos. Absolutamente nada más que tenga que ver con dinero.

—¿Y qué pretendes? ¿quieres que me muera de hambre o qué?

—Tienes un techo donde dormir, y un plato de comida que comer, con eso es más que suficiente para que puedas vivir, pero lo demás, ya depende de ti.

—Papá...

—Todo lo que ves a tu alrededor —apunto, a la lujosa casa encima de nuestras cabezas— lo forjé con sangre, sudor y lágrimas, empezando de los más bajo, sin absolutamente nada, y gradualmente fui subiendo y subiendo hasta tener completamente todo. Todo se puede lograr con un poco de convicción y esperanza, así que espero te esmeres en cambiar tu actitud, porque si no lo haces —palmeo su bolsillo— no volverás a ver esto en tu vida.

Antes de que pudiera volver a reclamar, se giró sobre sus talones dejándome con la palabra en la boca, marchándose con paso firme, desapareciendo de mi vista. Resople, recostándome en el gran sofá de la sala, maldiciendo en todos los idiomas posibles, a todo y a todos.

¿Qué diablos haría ahora?

Había hecho un montón de planes junto con mis amigos, planeando un viaje de ensueño a Ibiza, con hospedaje en las cabañas más exclusivas y con invitaciones a las fiestas más famosas de la isla.

¿Cómo iría si no tenía un solo peso?

Dios, mi papá se había vuelto loco.


𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - ꜰᴀᴍᴏꜱᴀꜱ ʏ ᴛᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora