Capítulo 5

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Mientras el trío Slytherin disfrutaba de su tiempo juntos en Hogsmeade, Lucius, Regulus y Severus decidieron entrar a una cafetería acogedora para escapar del frío invernal. Lucius, siempre generoso y acostumbrado al lujo, se ofreció a pagar por las bebidas y los bocadillos, lo cual fue recibido con gratitud por parte de sus amigos.

Una vez dentro, se acomodaron en una mesa cerca de la ventana, desde donde podían ver cómo la nieve caía suavemente sobre las calles del pueblo. El ambiente cálido y acogedor de la cafetería proporcionaba un refugio reconfortante, y pronto comenzaron a relajarse y a disfrutar de su tiempo juntos.

Mientras charlaban animadamente, Lucius se encontraba observando a Regulus de manera distraída. Notó cómo la luz del sol que se filtraba por la ventana iluminaba los rasgos delicados de su rostro, haciendo que su piel pálida resaltara aún más. Se sorprendió al darse cuenta de lo hermoso que lucía su amigo en ese momento, y sintió un ligero rubor subir a sus mejillas.

Lucius apartó rápidamente la mirada, confundido por la extraña sensación que lo invadió. No podía entender por qué se había sonrojado al mirar a Regulus. Después de todo, eran solo amigos, ¿verdad?

Mientras intentaba apartar esos pensamientos de su mente, Lucius se volvió hacia Severus para continuar la conversación. Sin embargo, algo en el gesto casual de Severus mientras se echaba hacia atrás en su silla capturó la atención de Lucius.

La forma en que la luz de la cafetería iluminaba los rasgos afilados de Severus, resaltando la elegancia de sus facciones, lo dejó momentáneamente sin aliento. Lucius se sorprendió al notar lo atractivo que lucía su amigo en ese momento, y una vez más, sintió un cálido rubor en sus mejillas.

Confundido y desconcertado por sus propios sentimientos, Lucius trató de ignorar las sensaciones que lo invadían. No podía permitirse enamorarse de sus amigos, ¿verdad? Eso sería complicar las cosas aún más, especialmente con la complicada situación con Sirius en juego.

Mientras luchaba por comprender sus propios sentimientos, Lucius trató de concentrarse en la conversación que tenían. Sin embargo, su mente seguía divagando hacia Regulus y Severus, y se encontró deseando poder entender qué estaba sintiendo realmente.

Mientras tanto, Regulus y Severus continuaban charlando animadamente, ajeno al conflicto interno de Lucius. Hablaban de sus planes para las vacaciones de invierno, compartiendo anécdotas y risas mientras disfrutaban de la compañía del otro.

Lucius los observaba en silencio, sintiendo una mezcla de admiración y confusión. ¿Por qué se sentía tan atraído hacia ellos? Esa pregunta seguía sin respuesta mientras trataba de ocultar sus propios sentimientos.

Sin embargo, mientras la tarde avanzaba y compartían más momentos juntos, Lucius comenzó a darse cuenta de que sus sentimientos por Regulus y Severus iban más allá de la amistad. Había algo en la forma en que lo miraban, en la forma en que reían juntos, que lo hacía sentir completo de una manera que nunca antes había experimentado.

A medida que la tarde llegaba a su fin y se preparaban para regresar al castillo, Lucius se encontró enfrentando una verdad incómoda: se estaba enamorando de sus amigos. La idea lo asustaba y lo emocionaba al mismo tiempo, pero sabía que debía enfrentar sus sentimientos si quería encontrar la verdadera felicidad.

Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, Lucius se armó de valor y decidió enfrentar la verdad. Sabía que el camino hacia el amor verdadero no sería fácil, pero con Regulus y Severus a su lado, estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Con esa determinación en mente, el trío Slytherin dejó la cafetería y se encaminó de regreso al castillo, listos para enfrentar el futuro juntos, sin importar lo que les deparara. Y en el corazón de Lucius, sabía que había encontrado algo más valioso que cualquier tesoro: había encontrado el amor.

Mientras salían de la cafetería y se encaminaban de regreso al castillo, Lucius se encontraba en medio de una tormenta de emociones. Por un lado, estaba emocionado de haber descubierto sus sentimientos por Regulus y Severus, pero por otro lado, se sentía abrumado por la incertidumbre y el miedo al rechazo.

Regulus y Severus continuaban charlando animadamente a su lado, sin sospechar siquiera las luchas internas que Lucius estaba enfrentando. Mientras caminaban por las calles nevadas de Hogsmeade, Lucius luchaba por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que estaba sintiendo.

Finalmente, cuando estaban a punto de llegar al castillo, Lucius decidió que no podía seguir ocultando la verdad. Detuvo a sus amigos y los miró con determinación, sus ojos brillando con una mezcla de nerviosismo y esperanza.

"Chicos, hay algo que necesito decirles", comenzó Lucius, su voz temblorosa con emoción. "He estado luchando con esto durante algún tiempo, pero creo que es hora de ser honesto con ustedes y conmigo mismo".

Regulus y Severus lo miraron con curiosidad y preocupación, sin tener idea de lo que estaba por venir. "¿Qué pasa, Lucius? ¿Estás bien?" preguntó Severus, notando la tensión en la voz de su amigo.

Lucius respiró hondo antes de continuar. "He llegado a darme cuenta de que mis sentimientos por ustedes van más allá de la amistad. Regulus, Severus... me he enamorado de ustedes".

El silencio que siguió a sus palabras fue ensordecedor. Regulus y Severus intercambiaron miradas sorprendidas, incapaces de procesar lo que acababan de escuchar. Lucius se sintió como si estuviera al borde de un abismo, esperando ansiosamente la reacción de sus amigos.

Finalmente, Regulus fue el primero en romper el silencio. "Lucius... no sé qué decir. Esto es... inesperado".

Severus asintió en acuerdo, su expresión seria pero comprensiva. "Es un shock, Lucius. Pero... gracias por ser honesto con nosotros".

Lucius se sintió aliviado al ver que sus amigos no lo rechazaban de inmediato, pero aún así estaba lleno de incertidumbre. "Lo siento, chicos. No quería complicar las cosas entre nosotros. Solo... necesitaba ser sincero sobre lo que siento".

Regulus le dedicó una suave sonrisa. "No te preocupes, Lucius. Apreciamos tu honestidad. Y aunque esto es nuevo para nosotros, estamos aquí para apoyarte".

Severus asintió en acuerdo. "Estamos juntos en esto, Lucius. No importa lo que pase, siempre seremos amigos".

El corazón de Lucius se llenó de gratitud y alivio al escuchar las palabras de sus amigos. Aunque no sabía qué deparaba el futuro para su relación, se sentía reconfortado por el conocimiento de que no tenía que enfrentar sus sentimientos solo.

Con un gesto de acuerdo, los tres amigos continuaron su camino hacia el castillo, unidos por un lazo más fuerte que nunca. A medida que la nieve seguía cayendo suavemente a su alrededor, Lucius sabía que, pase lo que pase, siempre tendría a Regulus y Severus a su lado, listos para enfrentar el futuro juntos. Y con esa certeza en su corazón, caminaron juntos hacia lo desconocido, listos para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

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