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No supe en que momento o cómo, pero había llegado a casa, con mi mano sobre mi camisa sin abrochar, ya que Sunoo se había encargado en desabotonarla y en la inercia del momento no me detuve ni un solo segundo a abotonar mi camisa. Al llegar a casa pude ver que estaba completamente solo y era de esperarse, Jungkook estaba trabajando o seguramente con su pareja y Wendy en el colegio, ciertamente le preocupaba un poco faltar al colegio o tener que salirse a mitad de él, pero la situación lo ameritaba.

Si no, alguien iba a tener un "pequeño" problema y sería recordado cómo el chico que se le paro por besar al novio de su hermana, y todo ocasionado por un reto.

Tire mis cosas al piso y llevé mis manos a mi rostro, ¿A que ser humano la parecía buena idea que yo jugará verdad o reto? A Lee Know y tenía que matarlo por ello, había otorgado permiso a Sunoo de besarme o tomar excusa para molestarme con ese beso después.

Morir en estos momentos parecía la mejor solución a mis problemas, me ahorraba cualquier comentario de mis amigos y le daba tranquilidad a mi cabeza. Estaba tan sumergido en mis pensamientos que di un brinquito al escuchar el timbre de mi puerta.

Mierda, los profesores habían notado que me salí del colegio y vinieron para llamarme la atención, no quería abrir esa puerta definitivamente. Viendo el lado bueno evitaba que Jungkook se enterará de esto y después me lo tirará a la cara cómo sermón.

Me armé de valor y abrí un poco la puerta, la suficiente para poder ver quien me iba a condenar el resto de mi vida y así poder cerrarle la puerta en la cara, si las cosas se tornaban difíciles de solucionar.

Para mi sorpresa no era ningún profesor, o tenía mucha suerte o estaba condenado y probablemente y me querían matar enserió. Sunoo estaba al otro lado de la puerta, con la respiración agitada.

- ¿Puedo pasar? - Exclamó el mayor con mucho esfuerzo ya que al parecer estaba agotado. Pero yo me seguía cuestionando que hacía acá Sunoo frente a mí puerta y cargando su mochila.

- ¿Eh? ¡Ah!... Si, claro, puedes pasar. - Exclame confuso mientras abría completamente la puerta para que el mayor pudiera pasar.

- Gracias. - Al entrar el mayor cerré la puerta y lo miré un tanto curioso mientras cruzaba mis brazos, porque claramente aún no había cerrado mi camisa o cambiado de ella y no era algo que quisiera que el notará. - Tienes una linda casa.

- No creó que hayas venido hasta acá solo para elogiar mi casa... - Mencioné no muy convencido de su comentario. - ¿Qué haces aqui?

- Bueno, después del reto vi que saliste corriendo, quería saber cómo estabas, entonces fui al salón pero no vi tus cosas. Tomé mi mochila y apenas vi algún rastro tuyo, te seguí. - Escuché atentamente las palabras del mayor mientras este tomaba asiento sobre el sofá.

- ¿Y no era más normal mandar un mensaje o llamarme? Viéndolo así me seguiste hasta mi casa cómo un acosador. - Exclame suspirando un poco mientras llevaba una de mis manos a mi rostro, estaba evitando a toda costa hacer contacto visual con él mayor. - ¿Quieres un poco de agua o algo?

- Ni-ki... No vine aquí a tomar solo un vaso con agua.

Al escuchar las palabras del mayor, me fue inevitable no sentirme nervioso otra vez, sentía que en cualquier momento se podría quejar de aquel reto o de que me separe de él de manera tan repentina o algo por el estilo. - ¿Y a que veniste?

Al ver al pelirosado acercarse a mi, automáticamente retrocedí poco a poco hasta que sentí mi espalda chocar con la pared, no tenía escapatoria y Sunoo no se detenía, si esto era algún juego no era divertido para nada, en verdad me comían vivo los nervios.

𝐅𝐫𝐨𝐦 𝐞𝐧𝐞𝐦𝐢𝐞𝐬 𝐭𝐨 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 || 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora