BELOVED (Tres daddys y una little)

Chapter 8

Me desperté con Digory a mi lado, veía que eran las 8 de la mañana, alguien me cargó y al no querer abrir los ojos sólo me sujeté.

─ Hola Preciosa─ me aferré, creo que era Seth, una puerta se cerró y las luces fueron más fuertes.

─Tráela, le daremos su leche mientras está así─ las luces se apagaron, no abrí los ojos, tenía mucho frío y sólo quería dormir.

Me sentaron en un lugar cómodo... sus piernas, sí, y me acomodó para meter la boquilla del biberón en mi boca, la dejé pasar mientras me sentía cada vez más tibia cuando mantas me cubrieron y caricias suaves cayeron en mi cabeza, me sentía bien, tranquila, lluvia suave de fondo y mi estómago caliente por la leche con chocolate, al terminar sentí algo en mi boca, me acomodé.

─levanta a Digory, seguro quiere verla así.

Unos ruidos hicieron que me aferrara a la manta, Seth quien suponía que me tenía en sus brazos, me abrazó mejor y me apretó contra él.

─Tranquilo Dig, no quieres que se levante, tómala con cuidado─ sentí unos movimientos que hicieron que abra los ojos unos segundos y los volviera a cerrar no viendo mucho más que las manos de Digory que las reconocía por los tatuajes. Me acurruqué más cerca por el frío y él me abrazó manteniéndome allí. Sentí unas caricias en la mejilla.

─ ¿Ya le pagaron a su hermano?

─ Aún no, tranquilo Digory, ella no se irá si tú no quieres, pero debemos ver cómo te comportas con ella, si la lastimas no volverás a verla, debes tener paciencia, estar calmado y protegerla─ Mathew habló con una voz más profunda que demandaba que lo escuche.

─Soy bueno. Beso a mí.

─Sí, lo sabemos, lo vimos, pero ayer cuando se duchó en la noche también vimos unos moretones en sus muñecas, uno en su cintura y tiene rojeces en sus brazos, debes ser más cuidadoso─ Seth se oía preocupado.

─Es mía. Cómprenla ahora─ me retorcí, esto sólo hizo que me apretara contra sí, chillé─ ahora, la quiero ya.

─Basta Digory, la lastimarás, si lo haces aunque la compremos ella no te querrá─ Mathew parecía ser el líder, porque su voz a veces tenía más efecto en Digory que la voz de Seth. Me soltó un poco pero aún así no me tranquilicé, mordí el chupete tratando que aguantarme el lloriqueo.

─No llores─ tragué saliva y evité hacer mucho ruido, me tomó de la barbilla y me hizo mirarlo─ eres mía, no te irás─ lloriqueé, aquello no le gustó, me quitó el chupete y lo tiró por allí logrando que diera un salto, me apretó contra él abrazándome con las mantas y todo y se paró conmigo yéndose a mi habitación donde sólo me duchaba y me vestía, ya que dormía con Digory en su habitación.

─ ¡Digory ven para acá! ─ se detuvo un poco, me miró algo serio y se aferró de nuevo al verlos cerca y siguió su camino a la habitación, nos encerró de nuevo, se sentó al lado de la puerta con la espalda contra ella, lo que hacía que los golpes de ellos al tratar de abrirla fueran casi en vano─ Digory abre ya, vas a lastimarla.

─No.

─ Dig, abre, no es gracioso, puedes lastimarla.

No golpearon más, Digory me acomodó e hizo que me recueste en su pecho, lloré un buen rato por el miedo. No hacían efecto en él, le daba igual si lloraba o no. Al cabo de unos minutos él comenzó a quitarme el cabello de la cara, tocaba la punta de mi nariz y cada que lo hacía decía;

─Bop.

Luego acariciaba mi mejilla, así estuvo un rato hasta que entonces en medio del silencio que a veces llegaba a cortar con mi hipo o algunos murmullos de los chicos detrás de la puerta, habló sólo para mí.

─Yo te quiero─ no lo miré, sorbí mi nariz─ y no quiero que te vayas─ aguanté el llorar de nuevo─ así que te compraré, así serás mi novia─ tomó una de mis manos, su gran mano hacía ver a la mía más pequeña de lo que era, acariciaba mis dedos con los suyos sin despegar su mirada seria de mí─ yo tengo dinero, yo le daré a tu hermano, y tú te quedas aquí conmigo─ traté de que me suelte, sólo hizo que me apretara más─ leí que ropa hace feliz a una mujer, ¿quieres ropa? ─negué─ ¿quieres otra cosa? ─ negué.

─Digory, la bebé debe tener hambre, tráela a comer algo, así los dos podrán ver televisión por unas horas hasta tu entrenamiento─ parecía pensarlo, en sí la voz de Mathew era la que yo creía, él más escuchaba. 

─Daddy tengo hambre─ me miró unos segundos hasta asentir.

─Traigan su comida─ demandó.

─ ¡Vamos hombre! ─ carcajeó Seth algo nervioso─ luego no te gustan las migas en tu habitación, a la nena seguro que tampoco, salgan, comerán uno al lado del otro, ella no se irá, la sentaremos en la sillita que elegiste para ella, no podrá bajarse, lo prometo─ hubo un minuto de silencio, sólo me miraba, unos segundos después de unos pasos de afuera él acercó su mano para tocar mi mejilla, la pellizcó con los dedos, la acarició y luego hizo un corazón.

─Quiero que lleve esposas─ lo dijo claro, muy claro, como si lo hubiera repetido en su cabeza una y otra vez para no equivocarse.

─Digory,eso la lastimaría, además, la silla está muy alta como para que se nos escape si pudiera saltar, cosa que no podría─ Mathew suspiró─ y ¿Qué hay de su hermano? Si ella escapa lo buscaremos, no puede irse ni aunque quisiera, vamos, sal de ahí, deben desayunar─