Chapter 7

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Yo fui a mi habitación viendo que Digory había ido a la suya a ducharse, fui a mi baño a lavarme las manos y a recordar cómo él me miraba, en parte me asustaba y en parte me gustaba.

Apagué la llave del agua y peiné mi cabello un poco con las manos, había quedado un poco esponjado por el sube y baja del luchador. Salí entonces con una pregunta en mente, Seth y Mathew hablaban en la cocina con una gran olla en el fuego junto a otra un poco más pequeña y muchos vegetales a un costado.

Al acercarme ellos se fijaron en mí casi sin pestañear.

─Quiero preguntar algo─ rieron un poco.

─Pregunta─ Mathew me dio el pase, tenía sus manos apoyadas en la mesa del comedor, mangas arremangadas, mientras que Seth iba a sentarse al sofá donde yo me acercaba a paso lento.

─Pues... ¿Digory sólo lucha en estos lugares malos? ─ reprimieron una risa, aún sonrientes, se miraron, Seth asintió sin más encogiéndose de hombros.

─No, Digory también lucha profesionalmente en la MMA, pero muy de vez en cuando ya que no puede controlarse, le gusta tener total libertad, y últimamente en esas luchas profesionales para la televisión son arregladas o están muy controladas, si ven que estás a punto de dar un golpe que podría noquear a tu rival te paran, y descartando eso, por ahora no hay alguien que tenga un peso como el suyo que haga lucha profesional, él es muy alto y muy fuerte, y a parte de nosotros no escucha a otra persona por lo que el réferi debemos ser uno de nosotros y eso es muy complicado.

─oh─ a unos pasos del sofá miré hacia Seth, quien dio unas palmadas a su lado, me acerqué y al sentarme él me dejó en sus piernas─ ¿Él siempre fue así?

─Oh, claro que no, antes era peor, cuando lo conocimos ni siquiera hablaba, tenía mucha ira comprimida, pasó por mucho y casi no sabemos de su pasado, pero logramos que confiara en nosotros y lo metimos a clases de boxeo, para nosotros en un principio fue visto como la posibilidad de ganar dinero─ algo sorprendida vi a Seth─ eh... sólo escucha, pero luego vimos lo que él quería y para lo que servía y nos hicimos amigos, tratamos de comprenderlo y darle todo lo que necesite, comprendemos qué quiere hacer y que no, entendemos sus arranques de ira y los sabemos controlar, somos una familia fuera de lo que quisimos hacer antes, no nos aprovechamos jamás de él, lo que él quiere lo tiene, nosotros sólo somos los que hablamos.

─Nosotros, corazón─ me volteé a ver a Mathew, cortaba vegetales en la mesa del comedor para verme, el cuchillo hacía un ruido constante contra la tabla─ siempre le damos todo lo que quiere porque nos interesa que hable más, queremos que se comunique mejor, eres eso que hemos estado buscando, no entiendes lo sorprendidos que quedamos cuando─ sonrió y dejó de cortar para mirarme─ él habló de ti, estábamos desayunando normal, y antes de irse a entrenar, él comenzó a hablar de ti, dijo que había una chica que había visto antes de meterse al ring, que tenía los ojitos más hermosos que había visto, y sonrió, jamás lo había visto sonreír, él se merece esto, merece tener a alguien a quien amar. Luego obviamente─ tomó la tabla y la llevó a la cocina, abrió la tapa de la olla más pequeña y puso los vegetales dentro─ comenzó a distraerse un poco, hizo tu habitación pensando en ti, nos comentaba lo que quería y lo que ibas a necesitar y...

─ ¿él quería tener una cita conmigo? ─ asintió de espaldas.

─Pero corriste.

─Lo se... lo siento. No fue mi intensión, temía que me lastimase─ susurré lo último.

─Se lo tratamos de decir pero él no lo entendió. Igualmente le tienes miedo a toda persona que mida más que tu hermano─ bufé.

─Bebé─ Escuché unos pasos, era Digory, vestía como siempre, su cabello húmedo se lo había colocado para atrás, atado en una coleta pequeña, vestía con una camisa blanca pegada al cuerpo y unos pantalones holgados, se acercaba con una mano extendida, me paré de mi lugar y él me levantó de golpe para ponerme en su cintura y abrazarme─ estás tibia.

─ Siéntense, en un rato estará su almuerzo, ambos deben comer─ dejé que él se sentara en el sofá, me acomodó en sus piernas tomando mis muñecas con su mano, mientras que la otra arreglaba mi vestido, no dije nada ya que parecía concentrado palpando y moviendo la tela de mi vestido, subió su mirada hacia mi cabello e hizo lo mismo, sus manos estaban algo húmedas por el reciente baño, olía muy bien.

─ ¿Ya me quieres? ─ reí sabiendo a lo que se refería─ debes quererme─ asentí, me atrajo y volvió a abrazarme─ Págale a su hermano─ aquello me hizo removerme, él me sujetó mejor─ debe quedarse conmigo.

─Digory, luego resolveremos ese tema, tranquilo, ella no va a irse─ chillé tratando de soltarme, no lo hacía─ por favor Olive, tranquila, ya veremos qué hacer─ sentí la mano de Seth en mi espalda, dio unas palmadas, trataba de verme aunque yo sólo quería que Digory me soltara─ Shhh, vamos, tranquila, respira, él te soltará si te tranquilizas, él cree que te irás por eso se pone de esta forma.

─Pero yo me iré, pasado mañana por la noche─ Él se paró conmigo en brazos y me sujetó, caminó rápido y nos metimos a su habitación, cerró la puerta.

Escuché unos golpes en la puerta, mientras que Digory se había acostado conmigo en la cama, nos cubrió sin importarle nuestros zapatos y me mantuvo allí, me abrazó y sólo se quedó quieto, no decía nada, mientras tanto escuchaba a Seth tratando de forzar la puerta.

Digory me apretaba por cada ruido extraño que sentía, y yo me comenzaba a marear.

─Digory─ una mano bajó hacia mi cadera y me agarró por allí─ Daddy, debes soltarme─ negó─ suéltame un poco.

─No.

─Si... si me sueltas un poco podré darte un beso, ¿no quieres? ─ pareció convencerlo aunque al sentir un golpe en la puerta él se volvió a aferrar─ Daddy, un beso, por favor─ susurré─ no me iré─ tragué saliva─ no me iré, tranquilo─ se separó, aun así se puso sobre mí, apoyándose sobre sus rodillas y codos, quedando muy cerca, su rostro se había quedado entre mi cuello y mi hombro, estaba besándome suave, su aliento me calentaba y me mantuvo tranquila mientras se acercaba con besos a mis labios, cuando él los posó en los míos, me dio un escalofrío, le seguí el beso sintiendo la puerta abrirse, pero aun así me pegué, sentí sus manos en mi rostro y su aliento a menta, su lengua me exploró muy tranquilamente, como si no tuviera prisa, se separó para esparcir muchos besos por mi rostro, reí mientras lo hacía, al parar vi una sonrisa en él, pura y tranquila, no quise arruinar el momento mirando hacia la puerta, así que sólo me quedé allí mirándolo a él, sintiendo sus manos acariciar mis mejillas, las bajó a mi cuello y se quedaron allí.

─ Yo...

─ Hay que ir a comer─ sonreí, él pareció evitar decir algo y sólo asintió.

─Por favor, la comida está servida─ las luces se prendieron. Ambos miramos hacia la puerta. Mathew yacía en la puerta con los brazos cruzados, no parecía enojado, sino divertido─ vamos, vamos, deben comer algo.

Luego de comer me tocó dormir, no me gustó ya que me quitaron mi ropa bonita y me pusieron una pijama de nuevo además de que... no tenía sueño.

Digory estuvo a mi lado hasta que me dormí.

BELOVED (Tres daddys y una little)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora