─Digory, eso la lastimaría, además, la silla está muy alta como para que se nos escape si pudiera saltar, cosa que no podría─ Mathew suspiró─ y ¿qué hay de su hermano? Si ella escapa lo buscaremos, no puede irse ni aunque quisiera, vamos, sal de ahí, deben desayunar─ mientras tanto yo sólo lloraba en silencio a la vez que Dig se levantaba y abría la puerta. Me acomodé, fui llevada a la silla alta de siempre, acomodaron las almohadas y esta vez pasó algo distinto.
─Mira Digory, al fin llegó su babero, seguro le quedará muy bonito─ Seth sonrió un poco y acomodó el babero con dibujitos de estrellitas en mi cuello, tomó un pañuelo y limpió mis lágrimas muy gentilmente, quería quejarme y protestar, pero sabía que no era el momento. Al final Seth se acercó y dejó un beso en mi mejilla sonriéndome, casi sentí como agradeció que no luchara contra lo infantil de la prenda nueva─ buena niña, respira, hoy comerás algo rico, panqueques y leche con chocolate, ¿te parece bien? ─ me mordí el labio inferior, asentí sin mirarlo─ bebé, ¿con qué los quieres? Hay miel, chocolate, caramelo, helado─ sonrió suave y atento─ lo que quieras princesita.
─miel.
─Está bien, muy bien, eso es─ se volteó y tomó el plato que le ofrecía Mathew, Digory no prestaba mucha atención, comía casi desesperado, Seth dejó el plato plástico con panqueques recubiertos de miel y un trocito de mantequilla en la cima junto a un tenedor de plástico rosa, lo tomé tragando saliva, en ese momento se me antojó tanto que solo me limité a comer─ y aquí tienes tu sippy cup trata de terminártelo todo─ miré lo que me había dejado, tomé aire recordando lo que había ocurrido ayer y tomé un poco de la leche con chocolate.
Todo estuvo bien, la charla entre los chicos era tranquila y nadie se pronunció ante la velocidad de Digory al comer. En un momento él terminó de comer, tomó aire y se levantó del asiento. Casi vomito cuando me sacó de la silla, quitó los platos y el vasito para cargarme, me quejé pero sólo logre que me apretara más.
─no llores─ soltó al dejarme en el sofá sentada, me miró serio unos segundos, arrodillado enfrente de mí, tosí cubriéndome con mi brazo, dio unas palmadas en mi espalda y me miró de arriba abajo─ ¿por qué sigues llorando? ─ lo monótono que se sentía su habla me indicaba que en él había algo más, nunca llegué a preguntar por lo que por el momento trataba de ser paciente. Mathew y Seth suspiraron y se acercaron lentamente, ellos sabían qué hacer, sabían que en Digory había algo más, lo comprendían, pero yo no.
─es que, eres muy brusco─ se lo pensó─ debes preguntarme primero antes de hacer eso, me lastimarás─ su mirada fue hacia mis brazos.
─No te veo lastimada.
─Pero a mí me duele─ apreté los labios y temblé en mi lugar por un movimiento suyo, se quedó quieto.
─ ¿por eso lloras?
─Sí, no te preocupas por mí─ su ceño se frunció, bufó.
─no me quieres─ miré sus manos, se apretaban en puños al lado de mis piernas─ no me quieres nada─ repitió.
─Te querré, cuando no me lastimes y te preocupes por mí─ me miró relajándose, tragó saliva y acercó su mano a mi rostro, quitó las lágrimas suavemente y asintió.
─Entiendo─ solté el aire que tenía guardado y me recosté en el sofá, solté las últimas lágrimas por el miedo junto a la sensación de la comida cerca de mi garganta, apretándose, queriendo salir, tragué con dificultad y me tranquilicé en lo que él se paró y se fue al fondo para entrenar.
Escuché que golpeaba algo durante unos minutos, miré a un lado, hacia Mathew quien me sonrió un poco, casi agradecido y Seth estaba serio mirando hacia donde se había marchado Digory.
─Bebé, ven ¿aún tienes hambre? ─ Mathew se acercó a mí, se arrodilló y extendió sus brazos, me acerqué un poco y él me cargó, acarició mi espalda y me abrazó─ muy bien, a lo mejor necesitas dormir una o dos horas ¿te gustaría? ─asentí─ eso es, y al levantarte te prometo un cono de helado con chocolates─ me llevó a mi habitación.
Me arropó con cariño y prendió la televisión dejándome el control cerca de mí, besó mi frente diciéndome que si los necesitaba que gritase y los llamara desde dentro de la habitación. Se fue luego de eso.
. ݁₊ ⊹ . ݁ ⟡ ݁ . ⊹ ₊ ݁.
En la noche comí helado con Digory y miramos películas hasta que volví a quedarme dormida, la verdad es que me puse a pensar mucho en lo que pasaría mañana al ser el último día que me quedaría con ellos.
No hablamos más de lo ocurrido, me sentía algo asustada, pero según entendí por una breve conversación que escuché entre Seth y Digory, él obtuvo una ruda advertencia durante su entrenamiento.
. ݁₊ ⊹ . ݁ ⟡ ݁ . ⊹ ₊ ݁.
─ ¡Daddy! ¡Aquí, aquí! ─ no parecía prestarme atención, ya había hecho de todo, tirarle peluches, saltar, gritar y pretender que me había lastimado. Seth le había advertido que si volvía a mirarme le haría entrenar una hora más.
Estaba tratando de distraerlo mientras entrenaban, al principio me dio algo de miedo ya que Seth se equipó con muchos protectores para luchar contra Digory y era algo angustiante, mientras le daba órdenes para que él sepa dónde y cómo golpear, yo me encargaba de tratar de distraerlo como sea y se me ocurra. Al principio sí pasó varias veces, incluso con sólo llamarlo o saltar, pero Seth se encargó de castigarlo, colocándole más pesos o dándole primero 20 minutos, luego 45, después una hora y ahora le daría otra hora si volvía a distraerse, ya iban casi 5 horas de entrenamiento con unos descansos, al parecer tenía una pelea en la noche, sería cuando me llevasen con mi hermano.
─Está bien, ya puedes descansar, no la toques y ve a ducharte─ le advirtió mirándole, asintió y al fin me miró, sonrió.
─ ¿estás enojada?
─Claro que no, fue tu entrenamiento─ asintió.
─Volveré y vemos una película─ asentí rápido. Lo seguí hacia su habitación y cuando se metió me quedé fuera, iría a esperarlo al sofá. En lo que iba pude divisar a Seth quitarse la camiseta junto con el equipo deportivo, tragué saliva y decidí dejar de ver para sentarme en el sofá y prender la televisión, se metió a su cuarto.
─ Olive, ¿quieres algo en concreto para comer? ─ miré a Mathew sonreírme desde la cocina, él había pedido una cantidad de verduras y fruta por la mañana y aún la estaba guardando.
─ ¿qué lleva el batido gigante que toma Digory en la mañana?─ pareció sorprenderle mi pregunta.
─Varias cosas, entre ellas una variedad de frutas y vitaminas recetadas por sus médicos, no lleva nada más, no le damos nada que aumente su masa muscular, queremos que sea totalmente natural su estado físico─ inclinó la cabeza─ ¿quieres un batido bebé? ─ me arrodillé en el sofá y le asentí─ oh, así que era eso, ahora mismo te hago uno.
─ ¿tú entrenas? ─ sacó unos duraznos de la nevera.
─ Sí, entreno a Digory en la tarde de los sábados, cuando tiene sus peleas, luego duerme un par de horas y a eso de las una de la mañana partimos a la pelea─ lo vi cortando las frutas, las ponía en la procesadora.
Miraba la televisión mientras tanto, volvió entregándome un vaso algo grande con un popote igual de grande también, estaba muy bien cerrado y al probarlo se me pusieron los vellos de punta. Rió y fue a la cocina de nuevo, normalmente las comidas aquí eran pesadas, mucha carne de por medio y mil cosas más.
Pensé que me dirían algo sobre mi ida de hoy en la mesa, pero no fue así, ni siquiera Digory habló, la comida fue tranquila y hasta algo divertida cuando comenzaron a hablarme de las cosas que hacían en la secundaria, al parecer se escapaban mucho de las clases.
─ ¿qué tomas?
─ Es un batido─ miró el suyo y luego el mío.
─ ¿vas a entrenar conmigo? ─ reí, sonrió─ qué bonito ríes, ¿quieres ver una película? ─ asentí rápido, ayer acordamos terminar de ver toy story, me había quedado dormida y él lo pausó para llevarme a la cama.
ESTÁS LEYENDO
BELOVED (Tres daddys y una little)
RomansaConocía a Mathew Livingston, Seth Switzer y por su puesto Digory Barton el campeón de estas luchas ilegales, me intimidaba, nunca perdía por lo que sabía. Estaba entre estos dos últimos, Mathew conducía, Digory no hablaba, pero los demás sí, hablab...