─ No.
─ Sí─ Digory se había arrodillado, me llevó un biberón con leche un rato después de que traté de levantarme de la cama. Eran las 4 de la mañana y traté varias veces de explicarle que me volvería a dormir esta vez─ luego te vas, no quiero.
─ No me iré, lo prometo, sólo quería ir al baño, ya fui.
─Sí, fuiste a tu habitación ¿por qué no aquí?─ suspiré─ No te gusto.
─ Sí me gustas Digory, te quiero mucho, es sólo que... no lo sé, hay veces que me quedo dormida en la otra habitación. Allí tengo mis productos de higiene, por ejemplo.
─ Tráelos. ─ ordenó─ Usa mi baño, quiero que te duches aquí y... lo demás, puedo ayudarte─ tomé aire.
─De acuerdo.
─ Además, yo compré patos.
─ ¿patos?─ creo que hablaba de los juguetes para la bañera─ ¡oh! Los patitos para la ducha─ asintió─ ¿por qué esos no están en mi habitación?
─ Yo iba a ayudarte─ se levantó para sentarse en la cama, me atrajo y sentó en sus piernas, me acomodó y levantando mi rostro hacia él, aproximó la leche─ toma.
─ Estoy bien─ no pareció importarle y lo dejó en mi boca. Lo probé y de hecho sabía rico, sin tomarle mucha importancia comencé a beber.
─ Tenías hambre, no comiste bien─ a veces su comunicación era perfecta─ no sabía qué medicina colocar, así que no puse nada─ era bueno saberlo.
Al terminar nos acostamos, hacía algo de frío así que me apresuré a acostarme a su lado, aunque esta vez, quedó mirándome por debajo de la manta, cuando bajé mi mirada noté que al no tener sostén mis pezones se endurecieron y la camisa la hacía resaltar.
─¿tienes frío?
─s-sí, un poco─ parecía interesado, acercó sus nudillos y los rozó dándome leves cargas eléctricas por mi cuerpo, fue agradable.
─ quítatelo─ ordenó. Por la sorpresa sólo lo miré algo extrañada, luego de un par de segundos supe que él de verdad quería que me quite la blusa. Miré la puerta cerrada y me senté para quitarme la blusa. Su mirada fue hacia mis pechos y sin avisarme me pellizcó en la zona sensible, sonrió por mi sobresalto─ ven, vamos a tener sexo.
─ ¡Digory! No lo digas así─ su sonrisa se quitó.
─ ¿por qué no?
─ porque... no lo sé, es vergonzoso, además no he estado con nadie, no hay... condones ni nada─ temía que me lastimase, no conocía mucho de su cuerpo aún y más que ciertas formas de sujetarme no habíamos tenido contacto alguno.
─ Oh... no, no hay. Compraré en la mañana─ levantó la manta hacia mí. Sus ganas de hacer algo se fueron tan rápidas, como si le diese igual hacerlo o no─ ¿me dejas ver más? ─ él ya me había quitado la ropa una vez, supe ahí que nunca vio más que sólo la necesidad de cambiarme la ropa. Ahora buscaba algo más y lo pedía muy calmado y por eso me surgieron preguntas.
─ Digory... quisiera saber, ¿tuviste novia antes?─ asintió─ ¿tuvieron relaciones?─ soltó un sonido gutural de afirmación.
─ Era amable, pero tú lo eres más y eres más bonita. Ella me usó y se fue─ reveló. Sentí que de alguna forma esas últimas palabras vinieron de los chicos y él sólo las repitió, algo pasó y lo preguntaría al despertar─ por favor, quiero ver─ reí, su súplica me quitó las preguntas que me preocupaban, quité mi short, dudé un poco y luego de que él jalase levemente la tela de las bragas rosas, me las quité. Tomé mi ropa dejándola sobre la mesa de noche.
Me recostó luego de atraerme hacia él, se puso sobre mí para besarme, me apegué rápidamente y sentí algo de envidia al ser la segunda a quien besó alguna vez. Al menos él estaba ahí conmigo ahora. Besándome de esa manera tan bonita y calmada. Una de sus manos recorría mi cuerpo, yendo por mis pechos cubriéndolos al completo y más, se sentía tan extraño y rico a la vez, sus dedos grandes y sus yemas algo ásperas, suponía que por la forma en la que entrenaba. Bajó por primera vez y sujetó mi cintura, se despegó del beso, y se apoyó a mi lado con su antebrazo, lo vi voltear a verme, recostó su cabeza entre mi cuello y tomó aire bajando su mano hacia mis partes íntimas, primero sólo me acarició, se quedó allí un rato mientras algunos gemidos salieron de mí sin poder evitarlo.
─ Somos novios, ¿verdad?─ le miré cuando levantó su rostro.
─ S-sí, sí daddy.
─ Está bien. Hay que dormir. Tienes frío.
Al menos me dejó colocarme las bragas.
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BELOVED (Tres daddys y una little)
RomanceConocía a Mathew Livingston, Seth Switzer y por su puesto Digory Barton el campeón de estas luchas ilegales, me intimidaba, nunca perdía por lo que sabía. Estaba entre estos dos últimos, Mathew conducía, Digory no hablaba, pero los demás sí, hablab...