Mazmorras

62 9 2
                                    

19 de septiembre.

Draco y Harry celebraron en el roble usual al lado del gran lago la aceptación de Harry en el equipo de quidditch.

Ambos habían pasado en la hora del almuerzo al gran comedor y tomado unos pastelitos y bebidas, ahora estaban en la suave hierba debajo de la sombra del árbol, como era normal estaba nublado con esponjosas nubes grises en el cielo.

Harry estaba emocionado contándole como después de las primeras rondas había comprendido como acelerar y tomar ventaja. Draco comió mientras lo escucho y cuando termino le entrego una pequeña caja y continúo comiendo.

—¿Un regalo? —Harry lo tomo desconcertado, Draco lo miro e inclino la cabeza —¿Por qué? —pregunto.

—¿Por qué? —repitió sin entender Draco, se limpió la boca con un pañuelo y alzo una ceja —Lograste entrar al equipo Harry, por eso te doy un regalo.

—¿Tu...? —Harry no termino de hablar y lo miro por un largo tiempo antes de ver a sus manos y la pequeña caja dorada.

—Ábrelo —le dijo Draco y se recostó en el tronco mientras disfrutaba de la brisa fresca, observo a Harry pasar sus dedos por la delicada caja y sus ojos se suavizaron, agacho la cabeza y froto sus manos contra la hierba ahí, repentinamente avergonzado por haber notado lo poco usual que era un regalo para su amigo cuando el recibía uno por cada pequeño logro —Espero te guste.

Sin poder aguantar la curiosidad, levanto la mirada para ver como Harry quitaba la tapa de la caja y se encontraba con un anillo dorado.

—Draco ¿Qué es esto? —pregunto Harry y levanto el anillo, Draco se mordió el labio, pero pronto lo dejo ir y le explico a su amigo.

—¿Recuerdas que mi abuelo era un coleccionista? —le pregunto y cuando Harry asintió Draco continuo —Bueno, una de las joyas que colecciono fue este anillo de los Potter —hablo rápidamente esperando una reacción de su amigo que volteo a verlo sorprendido —No lo robo, ni nada, solo estaba en una subasta y sé que mi abuelo tiene mala reputación, claro que le encantaba conseguir objetos raros, pero esto debió ser de tu bisabuelo y estaba perdido hasta hace poco, así que no fue ilegal, no ...

Draco callo cuando Harry se acercó y le puso una mano en el hombro, se miraron a los ojos.

—Está bien, lo entiendo Draco —le dijo comprensivo y Draco se desinflo de alivio, su amigo dejo su cálida mano en su hombro hasta que lo vio más relajado —¿Mejor?

—Mejor, gracias —le sonrió Draco, juntos se acomodaron contra el tronco y vieron el regalo. Era un anillo, con un rubí redondo, tallado en él había un triángulo dorado y una P en medio con el mismo color —Es un anillo de heredero, sé que tiene algunos hechizos básicos como protección al frio y algunos más pero no está muy bien descrito, sin embargo, no tiene ninguna maldición así que tranquilo.

Harry parpadeo y vio las manos de Draco, él las acerco para que su amigo los viera correctamente, su anillo con la M estaba en su índice, mano derecha y su anillo con B estaba en su dedo al corazón, mano izquierda. Harry lo coloco en su dedo al corazón y el anillo se ajustó a su tamaño.

Ambos se quedaron en silencio, su amigo se apoyó en su costado y ambos se relajaron.

—Gracias.

—De nada.



Draco paso el fin de semana en la sala común, sentándose en el sillón individual Jayceon plateado a lado de los ventanales que daban al gran lago negro.

Delante de él estaba una pequeña mesa blanca y otro sofá de dos piezas.

Se sentó ahí y tuvo algunas platicas, primero fue con Dafne y Millicent, asegurándose de cerrar una alianza con ellas, información por apoyo, simple como eso.

Mente culpableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora