Celebraciones

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29 de noviembre.

Según Dafne y Millicent, Pansy Parkinson se quejó de el en medio de la sala común junto con Vincent Crabbe, pero cuando Marcus Flint y Graham Montangue les pidieron más detalles ella salió de la plática y se retiró a los dormitorios.

Entonces si bien Pansy fallo como un aliado y como la amiga que pensaba era, no hizo nada exagerado como los chicos quienes fueron más allá de una simple charla y trataron de desacreditarlo.

Por eso y todos los años de mutuo acompañamiento en las galas que Draco la dejo fuera de las consecuencias.

Pansy parecía genuinamente arrepentida —por casi cometer suicidio social— así que Draco extendió una rama de olivo, la cual ella tomó.

Ahora no había clase en la que Pansy no lo esperara, ni siquiera le hacía gestos desdeñosos a Harry, limitándose a una neutralidad seria, Draco lo encontró desastroso, había contado con Pansy y Blaise como sus principales aliados en Hogwarts, y en tan sólo tres meses esa suposición se había ahogado.

Pero Draco tomó lo que tenía, podía suplir a Pansy con Emma Vanity y Gemma Farley. Ambas eran respetadas y brillantes, podía ver la influencia que estaban ganando, algo que alguna vez pensó Pansy podría tener.

Con Blaise era más difícil, era astuto e informado, alguien que en verdad quería de su lado, pero la neutralidad que su madre poseía y le compartía lo hacía pésimamente motivado en cuidar las espaldas de otro, mucho menos de alguien con una familia como la suya.

Le dolía más perder a Blaise que a Pansy sinceramente, peor aún deberle un favor. De todos modos, Dafne y Millicent tendrían que tomar su lugar, ellas serían sus ojos y oídos.

Siguió juntándose con Blaise y Pansy, pero esta vez no se engañó pensando que los tres estaban mutuamente de acuerdo en respaldarse.

Ellie le dijo que necesitaba ser una debilidad para ambos, así que fue más atento de lo que era y comenzó a conocerlos.



7 de diciembre.

Harry le alzó las cejas cuando lo vio esa mañana, ambos estaban afuera del castillo, comenzando su día rodeando al lago en vez de con sus dos aves.

Bajaron las escaleras y comenzaron su camino hacia el lago, era sábado así que en vez de las túnicas de Hogwarts estaban cubiertos con gruesos abrigos por el frio.

—¿Así que decidiste regalarle a Hagrid un abrigo?—le preguntó acusador Harry, Draco resopló y se cubrió la boca con la mano enguantada, luego la retiró.

—Quería proteger a Hagrid—respondió Draco mientras ambos llegaban al lago y veían la superficie con una fina capa de hielo.

—Muy noble de tu parte—dijo Harry divertido, sus manos estaban en los bolsillos de su abrigo verde musgo, luego sonrió—Sabes que Hagrid estaba conmovido por nuestros regalos.

—Apuesto que más por el tuyo porque le prestaste atención—señaló Draco y miro el perfil de su amigo—Es más valioso un regalo pensado.

—Supongo que si—se encogió de hombros Harry, hizo una pausa larga donde el único sonido eran sus botas contra la tierra escarchada y el lejano sonido de la vida del bosque prohibido—Sobre navidad ¿tú la celebras?—preguntó rápidamente.

—Sí—afirmó—Aunque simplemente recibo y doy regalos, no se mucho más de esa tradición muggle—admitió Draco y sus mejillas ardieron cuando su amigo rio.

—Bueno, podría enseñarte—le dijo de buen humor su amigo—Y ahora que sé que la celebras puedo darte un regalo al fin.

Draco alzo las cejas y volteo para encontrarse con la sonrisa de Harry—¿Estabas esperando eso?

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