𝟭𝟮. 𝗖𝗲𝗻𝗮

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Como prometió, Jenny se reunió con Bai al día siguiente. Jenny hizo sus tareas y sintió algo de orgullo cuando la niña elogió su casa. Jenny había estado trabajando mucho en ello. Tenía varias colchonetas pequeñas y una grande para sentarse. También estaba el taburete que Harvey le hizo y su multitud de cestas. Jenny incluso había agregado algunas flores a un tazón alto para refrescar el lugar. Bai comentó sobre sus herramientas y Jenny estaba más que feliz de mostrarlas.

Mientras le daba un recorrido a la niña, Jenny miró furtivamente a Harvey. Prácticamente podía ver las flores floreciendo a su alrededor. Sintiéndose como una tercera rueda en su propia casa, Jenny se fue al río. Había evitado el lugar a pesar de prometerse a sí misma que le daría más credibilidad al desconocido. Desde que Bai estaba con ella, se sintió más segura.

Si el macho intentaba hacerles daño de alguna manera, Curtis lo sabría. Jenny estaba segura de que todavía estaba cerca, pero sorprendentemente no se sentía culpable por usarlo así. Revisaron las trampas y Jenny las cargó. Dejó que Harvey respondiera a cualquier pregunta que Bai tuviera.

Jenny todavía estaba indecisa sobre si debía shippearlos o no. Realmente no quería poner a Harvey en ese tipo de peligro, pero, de nuevo, Harvey no era estúpido. Sabía que Curtis tenía cuatro rayas y que el hombre serpiente le había dado una paliza a Parker. Harvey era una bestia adulta y tomaba sus propias decisiones. Jenny solo quería que el se mantuviera feliz ... y vivo.

Como Harvey estaba más que feliz de hablar con Bai, Jenny hizo todo un poco más lento de lo habitual. Constantemente miraba a su alrededor en busca del extraño, pero no lo veía. Aprovechando la oportunidad, Jenny decidió bañarse con la ropa puesta. Podía cambiarse cuando llegara a casa. Hizo lo que pudo y Bai se unió a ella.

Hacía calor y el agua se sentía fresca. Jenny pensó que Bai se estaba relajando al menos un poco. Dándose palmaditas en la espalda por un trabajo bien hecho, Jenny miró hacia otro lado mientras la niña se frotaba a sí misma y a su ropa. Harvey observó cautelosamente los alrededores mientras limpiaban.

Bai se mojó las pecas falsas y se comenzaron a correr. Jenny debatió sobre señalarlo, pero la niña notó que se le corrió el maquillaje. Bai entró en pánico y Jenny evitó poner los ojos en blanco. 'Qué terrible fue llamar la atención',  pensó Jenny con sarcasmo.

Al darse cuenta de que la ansiedad de Bai provenía de su incapacidad para decir "no" correctamente, o al menos en parte, Jenny se sintió un poco mejor consigo misma. Puede haber sido necesario caer en otro mundo, pero Jenny finalmente logró decir esa palabra cuando quiso. Su nueva habilidad no era perfecta, pero al menos ahora existía.

Claro, Jenny podía entender a la niña. Odiaba la atención innecesaria. Por otra parte, Jenny estaba convencida de que la atención que recibía la mayor parte del tiempo era del tipo negativo. Aun así, sabía lo desagradable que era sentir que la gente la observaba. Jenny decidió pensar mejor de la niña, aunque solo fuera un poco.

Bai quería darse prisa e irse, así que Jenny aceleró. Recogieron sus bienes y Bai trató de cubrirse la cara en su camino de regreso. Jenny ignoró sus acciones y Harvey estaba confundió.

Después de algunas idas y venidas entre los dos, Jenny se desconectó. Miró a su alrededor, pero no vio ninguna señal de nada extraño o peligroso. Como Bai quería regresar rápidamente, Jenny tendría que limpiar el pescado en la guarida. Al menos tenía todo lo que necesitaba para hacerlo.

Una vez de regreso, Jenny le dio a Bai algunas bayas a petición de las chica. Bai limpió rápidamente las manchas de rímel y comenzó a salpicar el jugo de bayas. Jenny la ignoró de nuevo y vio a Harvey deslumbrado en su lugar.

Honestamente, este tipo fue una buena captura. No le importaba si Bai era fea o infértil aún así le profesaba su amor. Tenía inteligencia, paciencia, consideración y más. Y sin embargo... Esta chica frente a Jenny no pareció reconocerlo. Tal vez eran demasiado diferentes.

𝗝𝗲𝗻𝗻𝘆 𝗮𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲 𝗯𝗲𝗮𝘀𝘁𝘀 | 𝗘𝗦𝗣𝗔Ñ𝗢𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora