Station 99 | Historia de Estación 19

Capítulo 21 [La venganza de...] - Penúltimo cap.

Maya abre los ojos y ve un cielo azul claro despejado y nota que esta tumbada sobre hierba, se levanta y ve que esta en un acantilado que es realmente hermoso, encandilada por su belleza no puede evitar esbozar una sonrisa viendo a su alrededor. Cuando de repente ve a alguien acercarse en ese solitario paraje de cuento de hadas.

Maya: ¿Dean?

Dean: Hola.

Maya: ¿Estoy muerta?

Dean: No, pero apunto, por eso estoy aquí.

Maya: ¿Es que esto no es ya el más allá? -Pregunta sorprendida.

Dean: Síííí, se podría decir, pero este no es tu lugar.

Dean la empuja del acantilado y Maya cae mientras se ve detrás suyo el incandescente fuego al que va a caer, y en su descenso, las llamas la envuelven como reclamándola.🔥🔥🔥🔥

HORAS MÁS TARDE.
EN EL ALMACÉN TRASERO.

Oliver: LE HABLA LA POLICÍA, ESTA RODEADO. -Suena desde un megáfono de afuera.

Criminal: LA POLICÍA.

<<Oliver>>, piensa Maya aliviada.

Criminal: ¿CÓMO ES POSIBLE?

Maya: Por qué a diferencia de ti yo sí tengo a quien contarle mis cosas. Y justamente ese alguien es policía, fíjate tú.

Criminal: Nooo, no me voy a ir de este mundo sin cumplir con mi venganza.

El criminal que sigue sentado frente al fuego se levanta como puede y furioso pega una patada a la fogata, destruyéndola, haciendo que el fuego se expanda rápidamente ya que aquel viejo almacén era una choza de madera.

Hombre: ¿QUÉ HACE? MORIREMOS TODOS.

Criminal: Esa es la idea.

Y le revienta la cara con el extremo candente del hierro, tumbándolo por el golpe, dejándolo K.O por golpearlo contra una de las estanterías de metal.

Maya: Está loco. Todavía no es tarde para recibir ayuda, no es tan malo vivir con una discapacidad por muy mala que sea.

Criminal: No intentes endulzarme el oído, que ya sé que de ser por ti ya estaría muerto. No te hagas la heroína conmigo. Yo SOY UN HOMBRE, y haré lo que deba de hacer para conservar mi hombría, mi dignidad, porque prefiero morir de pie que vivir de rodillas.

Las llamas están consumiendo ya más de la mitad del lugar, y el viejo techo se empieza a tambalear.

Maya: RECAPACITE. Alguien tiene que haber en este mundo que le importe, alguien por quien vivir. -Dice mientras el criminal vuelve a poner el hierro cerca de una llama para seguir calentándolo.

Maya suspira harta.

y el criminal permanece en silencio, contemplando el fuego que envuelve en un abrazo el hierro, contemplando la majestuosidad de la llamas, su vividez, su movimiento libre, lo encandilaban.

Maya lo mira extrañado, viendo como sudando a chorros por el fuego no se apartaba de él, y solo lo veía hipnotizado. 

<<Dios, este hombre pierde más la cordura por minutos>>

Maya trata de aprovechar su sudor por el incendio para liberarse de las cuerdas, forcejeando, pero en vano, solo se estaba haciendo más daño al estar húmeda.

Así que suspira agachando la cabeza cansada y la sube mirando al cielo, cierra los ojos y desea con todas sus fuerzas:

<<Dios, o lo que sea que haya allí, si algo o alguien está escuchándome, por favor, quiero vivir. Quiero volver a ver a Carina, a los chicos del 19, a Oliver, quiero vivir,
vivir para ayudar a otros,
vivir para formar una familia con Carina,
vivir para descubrir todas las experiencias que me faltan por experimentar.>>