Æspa and Maite

𓆩Octavo Capítulo 𓆪

Me levanté por la mañana y fui a la escuela, fue un día corto, lo único interesante fue que le pedí el número de teléfono a Juwoo para hablar más (me dio tremenda vergüenza pero pude).

_DÍA SIGUIENTE_

Era sábado, mi día favorito, ya que podía ver videos de Aespa sin que nadie me moleste, eso me encanta, hasta que me llegó un mensaje. Ví el móvil...¡JUWOO! Le tenía que contestar si o si.

Hola, ¿qué tal?

Bien, ¿y tu?

También, gracias por pasarme tu número, a mí me daba un poco de verguenza.

No pasa nada <3.

¿Qué es "<3"?

NADA.

Ok

¿Qué vas a hace hoy?

No lo sé, ¿y tú?

Tampoco.

¿Quedamos?

Okey.

¿Dónde?

YO SÉ, en la heladería de al lado de mi casa.

Vale, voy yendo.

¿En serio iba a quedar con él? Mi corazón iba a reventar tanto como me lo revientan las canciones de Aespa. Me vestí con un lindo vestido rosa y salí de mi casa. La heladería estaba cerca, así que no tardé en ir, cuando llegué me encontré con Juwoo, fui corriendo y le dí un abrazo (no sé por qué lo hice ayuda).

-Hola, que tal. - Dijo Juwoo con una sonrisa al recibir mi abrazo.

-Bien, ¿vamos a comer? -Propuse porque soy tremenda hambreada.

-Vale, se nota que tienes hambre. -Juwoo sonrió, se veía SÚPER LINDO.

Fuimos a dentro, el local estaba casi vacío, mejor, mas sitio para nosotros, y más intimidad, digo nada.

-¿Qué helado quieres? -Preguntó la heladera.

-Una bola de frambuesa y otra de chocolate. -Contesté.

-¿Y tú? -Siguió la heladera.

-Una bola de mango y otra de nata, por favor. -Dijo Juwoo amablemente.

-¿En cono o en tarrina? -Preguntó la heladera.

-En tarrina los dos. -Le respondió Juwoo sin dejarme hablar.

La heladera nos dió los helados y nos fuimos a sentar en una mesa de dos que había en la heladería.

El helado estaba bueno, pero como soy tremenda cerda pues me manché toda la cara literal. Cuando Juwoo no miraba, yo le miraba él a escondidas (no me digan que doy cringe porque vosotros en el 2018 dabais más cringe con los gachas), justo cuando me volteé a verle de nuevo se giró, me sobresalté y miré a otro lado.

-Te has manchado la nariz. -Puso su dedo sobre mi nariz y la limpió (ayuda suena cliché jkajsk), yo solo miré a otro lado y me puse colorada.

-Se está haciendo tarde... -Logré decir, (yo parecía un tomate).

-Sí, ya lo sé, te acompañaré a tu casa. -Dijo convencido.

-Pero, está al lado de aquí. -Repliqué yo.

-No importa, solo quiero ir contigo. -Me cogió de la mano y salimos de la heladería, (ya nos terminamos el helado y habíamos pagado, no somos ladrones). Fuimos caminando a mi casa, cuando llegamos, no fue una despedida normal, ME DIÓ UN BESO EN LA MEJILLA, te juro que en ese momento yo parecía un pimiento.

-Adiós. -Dijo para luego largarse.

No le respondí y solo volví a mi casa, me arropé en mi cama, y me fui a dormir, en esa noche no podía parar de pensar en lo que había ocurrido antes.