Carreritas.

487 60 3
                                    

Danielle y Haerin estaban en el jardín, sentadas en la orilla de una fuente, habían muy pocas personas, y las que habían, parecían estar ocupadas en otras cosas.

— ¿Mejor? — Pregunto Danielle, la conocía de hace poco, aún así sentía que debía cuidarla.

Haerin sonrío y dijo que sí con la cabeza, luego entrecerró sus ojos y bajo su mirada hasta sus manos, jugando con ellas y ignorando a Danielle. Ahí están esos cambios de actitud que la última no entendía bien.

— Quiero correr. — Dijo de la nada Haerin. Sorprendiendo a Danielle, que abrió su ojos en grande — ¿Hacemos carreritas? Yo creo que sí te gano. —

Danielle no dijo nada, le tomo por sorpresa, pero ¿Qué tenía de raro? Cada quien, aparte tenía un poco de alcohol en su sistema, por lo que tenía algo de energía, podía correr un poco ¿No?

— Bueno. — Respondió colocandose de pie, cosa que Haerin también hizo.

Se estableció que correrían de ahí hasta un árbol que estaba un poco lejos, y la primera que llegara a ese árbol, ganaría.

— Bien, entonces.... ¡Ya! — Y se fue primero, haciendo trampa, sacándole una risa a Danielle que no tardo mucho en seguirla.

Haerin fue bajando su velocidad casi al llegar, pensando que ganaría, por lo que Danielle aprovecha y la rebasó, ganando así la carrera.

— ¡No sé vale! — Hablo Haerin, un poco agitada por correr así sin siquiera calentar, su cara estaba un poco brillosa por el sudor, y su lindo cabellito estaba desordenado. — ¡De nuevo! — Volvió a decir.

Pero Danielle ya estaba cansada, no es de correr, aparte que eso le hizo bajar el alcohol.

— No, no, estoy cansada. — dijo al mismo tiempo que tomo un gran bocado de aire, cerrando sus ojos y moviendo sus manos cerca de su cara.

Al no escuchar respuestas o movimientos por parte de Haerin, abrió los ojos, encontrando a Haerin con el ceño fruncido y la cabeza ladeada hacia un lado.

— Fue muy poco, ¿Por qué estás cansada? — Dijo en un tono extraño, Danielle no lo pudo descifrar, por lo que solto un "¿Ah?" Confundido.

Haerin se dió la vuelta y empezó a caminar a quien sabe dónde. Danielle arreglo su postura, y la vió por unos dos minutos, al darse cuenta que Haerin no sabía a dónde iba, saco fuerzas y corrió un poco para alcanzarla.

Al estar al lado de Haerin, la última susurro un; — Viste que si podías correr. — Con algo de recelo.

Danielle le pareció adorable, Haerin era como una niña pequeña,por lo que solo la empujó en forma de broma, mientras reía.

— Perdóname, bonita, pero en serio ya no quiero correr más, no suelo correr. — Si Haerin ubiera estado cuerda, diría algo como: "¿Y por qué no dueles correr?" Es extraño" pero se queso con el bonita, haciéndola detener su caminata al instante.

— ¿Me.. dijiste bonita? — pregunta Haerin, en un bajo tono de voz, no entendía porqué se sentía así, no sabía cómo reaccionar.

Danielle nunca dejo de sonreír, paro si caminata también y retrodecio unos pasos para quedar cerca de Haerin, literalmente al frente de ella.

— ¿Te molesta? — Respondió con otra pregunta Danielle, siendo sincera, ni ella termino de pensar antes de llamar así a Haerin.

Danielle observo como Haerin miraba el piso por un tiempo, para luego bajar la cabeza y negar con ella con movimientos lentos. Danielle de acercó un poco más a Haerin, para así tomarla del mentón, y levantar su cabeza.

Si Haerin estuviera cuerda ahora, le ubiera quitado la mano con un golpe, pero eso de que la llamara "bonita" la dejó... Extraña.

— ¿Entonces me perdonaste? — Haerin asintió. — ¿Somos amigas? — Haerin se quedó pensando, mucho mucho minutos, en dónde Danielle también pensó porque dijo eso, nadie decía eso.

Haerin nunca había tenido una amiga.

— No tengo amigos, pero tú me caes bien. — Respondió sincera, sonriendo sin dientes, y colocando sus lindos ojitos gatunos chiquitos por la acción.

Danielle tenía ganas de abrazarla, pero se las trago.

— Ya me voy. No me sigas. — Advirtió Haerin, dándose la vuelta y se alejó un poco caminando, en dónde sacó su teléfono, hizo una llamada, y luego colgó, sentándose en esa partecita de asfalto.

Danelle hizo caso, volvió a la fiesta, viendo de lejos a Haerin, en dónde al final un auto blanco parecen frente de ella, se iba a asustar, pero al ver la cara de felicidad y tranquilidad en Haerin, no hizo nada.

Se quedó en esa fiesta hasta que amaneció.

Se quedó en esa fiesta hasta que amaneció

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chica Fresa ; DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora