Abrazos.

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- Sí, Haerin, te seguiría queriendo y me seguirás gustando así seas: un gato naranja, una papa frita que canta, un zapato viejo, un mono bebé, y un conejo dormilón. - Hablo una sonriente Danielle, mientras iba tomada de la mano de Haerin, camino a casa de la mayor.

Puesto que, sus padres cambiaron de opinión a último momento, decidiendo que sería mejor un almuerzo que una cena. Y bueno, Danielle no se negó, y Haerin parecía feliz con eso.

Aunque Haerin parece feliz con todo, pero eso ya es otra cosa.

Danielle estaba súper feliz, aunque no se notará. Puesto que nunca fue buena mostrando como se siente; la manera en la que sonrie todo el tiempo, la delata. Y ¿como no estar feliz? Literalmente parecía que su vida se había arreglado:

Tenía un amor recíproco, tenía nuevos amigos, y lo más importante, ¡la relación con sus padres estaba mejorando!

¿Acaso podría pasar algo mejor? Imposible.

- ¿Segura? - Vuelve a preguntar Haerin, quien secretamente iba contando los pasos, para no estallar, saltar y reír como loca, mantenía su mente ocupada en eso, y en la conversación con Danielle. Estaba muy nerviosa. ¿Y si le caía mal a sus suegros? Osea aún no eran sus suegros, pero ya casi.

- Sí, bonita. - Danielle soltó una risa al ver cómo a Haerin sus mejillas se le colocaban rositas. - Adorable. -

Estaban en frente de la puerta de la casa de Danielle

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Estaban en frente de la puerta de la casa de Danielle.

- No, no puedo, adiós. - Dijo Haerin, y se iba a ir caminando, pero Danielle la toma de la mano suavemente, reteniendola.

luego fue Haerin quien tocó la puerta.

Ya Danielle se estaba acostumbrado a esos cambios espontáneos en Haerin, hasta podría decirse que estaba tan mal por ella, que hasta de eso se estaba enamorando.

Oh, sí. Enamorando.

- Oh, Dios ¡Cariño, ven! Es más linda que nuestra hija. - Dice el padre de Danielle. Que a primera vista le causó algo de miedo a Haerin, pero luego de escuchar aquel gritito de emoción, todo eso fue olvidado.

De pronto llegó una mujer elegante, y bastante atractiva. La madre de Danielle.

- ¡Aww! Es adorable ¿¡Ya viste sus ojitos!? - Pregunta, o casi grita, la misma mujer.

Danielle se ríe por las reacciones de sus padre, y baja su agarre hasta la mano de Haerin y entrelaza sus dedos.

- La van a asustar. - Dice entre risas Danielle, esquivando a sus padres y con ella, Haerin.

Los padres siguieron cada paso de Danielle y la chica con sus ojos. Y cerraron la puerta tras de ellos.

- Haerin, estos son mis padres, y mamá y papá, esta es Haerin. - Los presentadores a ambos.

El silencio de Haerin la colocaba un tanto nerviosa. Haerin no salía estar precisamente en silencio.

- Es un placer, bonita. Eres incluso las linda que nuestra hija. - Dice el propio padre de Danielle. La última solo coloca su boca en una raya y luego vuelve a sonreír.

Haerin mira a Danielle. Y allí recordó un detalle.

Esta última no les había comentado sobre el autismo en Haerin. Oh, oh.

- Mm.. Haerin, ve y siéntate en la sala, ya iré contigo, ¿sí, princesa? - Hablo Danielle. Al notar las medidas curiosas de sus padres en ambas.

La más pequeña no dice nada, pero va y hace lo que Danielle le pidió. Colocándose a jugar con algunas decoraciones de la sala.

- Eres veloz. - Hablo el padre.

- ¿como que princesa, eh, eh? - Replicó su madre.

- La criamos bien. - Hablan al unísono, paran luego mirarse entre sí y asientir varias veces con la cabeza.

Danielle se sonroja un poco. Pero luego sacude su cabeza mientras los mira a ambos con seriedad. Llamando la atención de los mayores, que de inmediato la voltearon a ver.

- Haerin es autista. - afronta rápidamente - Y no quiero chistes o nada por el estilo ¿Ok? No busco aprovecharme de ella o algo parecido, me gusta tal y como es. No me importa su condición, eso no la hace menos humana. No quiero que la hagan sentir mal o algo, es realmente sensible y prometí a su madre cuidarla. Ella se convirtió en todo para mi, y no dejaré que nadie, incluido ustedes, le hagan o digan algo. ¿Entienden?

Eso dejó a los mayores boquiabiertos, sorprendidos por el increíble carácter sobreprotector hacia esa linda chica. Al parecer si le gustaba mucho.

Ellos no tenían ningún problema con eso.

- Salió a ti. - Dice el padre, dirigiéndose a la madre de Danielle, haciendo que todos suelten risitas.

La mujer mayor se acerca a Danielle, y coloca su mano en su hombro, y calladamente le dice:

- No te preocupes por eso Danielle. Te gusta y es quien te hace feliz, por lo tanto, también nos hace felices a nosotros. Sé que cometimos muchos errores en el pasado pero lo vamos a compensar y ser mejores padres para tí porque te amamos. Ella ya es otro miembro de esta familia.

Y luego la abrazó, y al abrazo se sumó su padre. Y por alguna razón también Haerin. Y terminaron abrazados todos cálidamente.

Nos acercamos al final

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Nos acercamos al final

Chica Fresa ; DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora