Chica Fresa ; Daerin

Cajita de madera.

Haerin abrió la cajita, viéndose peluches, origamis, fotos, y al final, un lindo cuaderno, que cuando Haerin quitó todas las cosas, lo abrió y se dió cuenta que era un cuardenos de dibujos.

Lo abrió con cuidado, y luego lo estrecho hacia ella.

— Míralo tú.

Danielle no dijo nada, solo lo tomó con cuidado, y empezó a hojear. Los primeros dibujos eran árboles y dibujos tiernos como un hello Kitty. Pero luego, vió fragmentos de un rostro, y al seguir, vio un retrato propio, le asombro un poco, pero no dejó de mirar, lo siguiente del álbum eran mas dibujos de ella, y uno le llamó la atención en particular.

Era Haerin y ella, estaban tomadas de las manos en por lo que parecía un parque, sonriendo mutuamente
Luego de eso no había más.

Danielle subió la mirada lentamente, encontrándose con el rostro sonrojado de Haerin, si boca fruncida, y sus grandes ojos gatunos mirandola fijamente.

— Todo lo de esta caja es para tí, incluso la caja.. — Hablo para luego levantarse y salir básicamente huyendo del lugar, saliendo de su propio cuarto y dejando a Danielle en un trance.

Le parecía adorable la forma de expresarse de Haerin, eso era lo seguro. Ver esas cosas acerero su corazón, y sentía un poco calientes sus mejillas. Lo siguiente que hizo fue dejar el cuaderno a un lado, y mirar las otras cosas, las fotos eran de Haerin, eran lindas polaroids que seguramente Danielle pegará en su cuarto, dos pequeños peluches de conejitos con fresas en sus manos, y que en cada patita derecha  dijera en uno "Danielle" bordado, y en el otro "Haerin" eso seguramente lo colocaría en su escritorio. Los origamis eran corazones de papel.

Guardaría esas cosas con su vida.

Se sentía bien saber que Haerin de tomó todo ese tiempo en hacer esas cosas para ella. Con mucho cuidado guardo todo en su lugar, y luego lo metió en mi mochila, dejandola en la cama para luego volver por ella. Con una sonrisa en el rostro de dispuso a buscar a Haerin, pero si salir, la madre de esta estaba a punto de tocar la puerta, casi chocando, lo que las hizo reír a ambas.

La señora miro dentro de la habitación.
— ¿Ya te la dió? Vaya, es rápida. — Lo último lo dijo con humor. Sorprendiendo a Danielle en demasía, haciendo que está abra sus ojos. Al notar eso, ella responde: — Sí, lo sé todo. Haerin... Bueno, notarás sus comportamientos, ella..

Danielle la interrumpió. — Ya lo sé, y no me importa, me quedaré con ella. — Sonrío sincera.

Haerin llegó a la habitación.

Se colgó en el cuello de Danielle.

La madre las miro a ambas, sonrío un poco y decidió dejarlas a ambas en un poco de intimidad, de todos modos, Haerin le cobraría todo con sumo detalle. Amaba eso de su linda hijita.

— ¿Te gustó? — Preguntó mientras se giraba para quedar frente a frente con Danielle, sin dejar de abrazarla.

Danielle correspondió el abrazo de a poco, pasando sus brazos por la cintura de Haerin. En ese momento, Danielle sintió una calidez extraña, su corazón pegó un brinco.

Haerin es ese tipo de persona que tiene una vibra tranquila y tímida, pero que cuando la conoces bien,puedes ver que también es cariñosa, y muy adorable. Eso le encantaba a Danielle.

— Haerin, ¡Claro que me gustó! Mejor dicho, me encantó, gracias, en serio. — Respondió al fin Danielle, dandole un dulce y corto beso en cada mejilla de Haerin, cosa que alteró la mucho, sus mejillas se tornaron rositas, y soltó um chillido adorable para Danielle y cualquier persona que esta en su sano juicio.

Con cuidado, Danielle rompió el abrazo y coloco sus manos en las mejillas de Haerin. Adorable, pensó ella.

— ¿Y qué tal si hacemos realidad un dibujo en particular?— Preguntó Haerin. Daniele sabía a cuál se refería, el de la cita.

— Me parece genial, bebé, que sea una linda cita ¿Sí? — Respondió sonríendo Danielle, sin quitar sus manos de las mejillas de la otra.

Haerin no escucho el resto, se quedó en el bebé.