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Borrachera.

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—¿Para dónde vas?

—saldre con las chicas y...—le informe mientras agarre mi bandolero.

—¿Y...?

—y con Brian ¿Algún problema?—me detuve en la puerta para escuchar su respuesta.

—no y tampoco es para que andes a la defensiva conmigo, Prim.

Suspiré.

—sabes que para mí no es fácil, estoy tratando de esforzarme en convencerme a mi misma que tu eres el mismo, pero sabes que mientras yo no sepa nada se me ara imposible actuar contigo como si nada.

Desvío la mirada y guardo silencio.

—tengo que irme—agarre la manilla, abrí la puerta y cuando estuve a punto de salir soltó la pregunta:

—¿Tienes miedo de mi?

Volví a mirarlo, a esos ojos idénticos a los míos, el cabello castaño, (que su costumbre es tenerlo peinado), hecho un desastre, la ojeras que ahora son mas notables...

No le respondí, solo me quedé mirándolo y el volvió a preguntar:

—prim ¿Tienes miedo de que yo te haga algo?

Me separé de la puerta, me le acerque y lo abracé. Tal vez para convencerme de que era él. Que era el mismo de antes, pero todo cambio y no ahí vuelta atrás. Él al igual que yo sabemos que no podemos tapar el sol con un dedo.

—yo estoy muy segura que tú jamás me arias daño—confece. Me apretó contra el con un brazo y con la mano del otro se tapó la cara—solo que estoy confundida y asustada de que la verdad me explote en la cara inesperadamente. Lo único que me afecta es que tú no tengas el valor para decírmelo, no sé si ese secreto te afecte a ti de alguna manera y hasta que no me lo digas no podré asegurar que eres el mismo o si eres alguien que me oculto su verdadera faceta.

Sollozo. Estaba llorando, lo apreté para hacerle entender que estoy y estaré para el. Si un día me confirma que es un psicópata, no podré juzgarlo aunque me afecte, por qué yo, aunque no quiera aceptarlo, aunque no lo recuerde con exactitud, soy peor. Y me hace sentir mal verlo así, por qué jamás lo había visto quebrarse.

—no me va a importar nada, Prim, yo siempre estaré para tí—me separe del abrazo y le limpie las lágrimas—eso te lo prometo.

•••

Le insistí a Roy en que saliera conmigo, al final acepto por que sabe que no me daria por vencida. Nos reunimos con Brayan en la casa de Maite, se perdió, pero como ya saben (no son normales) nos encontró ya que en ciertos momentos en lo que Maite y las chicas se descuidaban se comunicaba con Roy telepáticamente para que diera con nosotros. Al reunirnos salimos a caminar, obviamente no sin antes presentarle a Brayan a todas mis amigas si no capas y me mataban con un infarto de tanto insistir. Pasamos por una cafetería, después ordenamos comida en un McDonald's. Brayan Roy y yo comimos como cerdos, (en especial Roy y yo) que decidimos competir en quien comía más.

—a que no te comes tres aburguesas y dos papas grandes—empezo.

—a que me como cuatro aburguesas, tres papas grandes y quedo con hambre—segui.

—¿Quieres apostar?

—¿Que quieres perder?—lo mire desafiante y las chicas hicieron un "uuuuu"

—si pierdes tendrás que besarme la mano.

Trás La Verdad [Vida Y Muerte #1] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora